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jueves 30 de septiembre de 2004

Carlos Curi: “Ahora, de pronto, el gobierno está apurado por cerrar el acuerdo”

El economista Carlos Curi describe en esta entrevista cómo se percibe el escenario local desde el ámbito internacional: la mirada externa sobre el tema de los bonos, la renegociación de la deuda y el sistema bancario.

– ¿Cuál es el tema relevante de estas últimas semanas?

– Hay tres temas. Uno es el mercado de bonos. La tasa corta de Estados Unidos ha subido. Ese aumento llevó la tasa norteamericana de 1½ a 1¾. Pero en los últimos 6 meses ha ido de 1 a 1¾. Este aumento hizo que la curva del tipo de interés se aplanara. Esta curva, generalmente, tiene una tendencia positiva: a más largo plazo, mayor tasa de interés. Pero, ahora, el hecho de que se haya aplanado ayudó a generar un boom en los mercados de bonos de países emergentes. Por ejemplo, Brasil está cotizando a niveles de 480 puntos básicos de Riesgo País. Pero este fenómeno no se debe sólo a la tasa de interés, sino que se ha venido dando, además, porque también se ha mejorado el riesgo crediticio. Un ejemplo de ello es Venezuela, que con el aumento del precio del petróleo ha tenido un mejoramiento en su calidad crediticia por las agencias internacionales. Con Brasil sucede lo mismo. Y esto ha hecho que, más allá de la gran liquidez que tiene el mercado en general, los bonos de mercados emergentes se han ido muy arriba.

– ¿Y cómo repercute esto en el país?

– La Argentina no ha sido la excepción dentro de esa tendencia. Han subido los precios de los bonos en default y hoy no se consiguen por debajo de los 30 o 32 dólares por cada 100 dólares de valor nominal.

– ¿Hace 45 días no estaban más bajos?

– Sí, estaban a 25 o 26 dólares.

– ¿Y los bonos post default?

– Los BODEN, es decir los bonos post default, están cotizando a un tipo de interés de alrededor del 11%. Es decir, al vencimiento de los cupones –que es dentro de 8 años-, la gente estaría ganando más o menos un 11%. No obstante ello, empieza a haber operadores que están vaticinando que los bonos, fundamentalmente los post default, van a tener una recaída fuerte que se podrá ver en los próximos 3 meses.

– ¿Por alguna razón en particular?

– Sí. Esta caída se daría en caso de que no haya arreglo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Porque si no hay arreglo por la renegociación de la deuda antes de diciembre, el gobierno va a tener que refinanciar una parte muy importante de los bonos post default. Es decir, los BODEN y los préstamos garantizados.

– ¿Qué sería esa parte importante que usted menciona?

– La porción de la que se estaba hablando en el exterior es del alrededor del 70%. De ser así, muchos inversores de este tipo de bonos inmediatamente tenderían a vender y, en consecuencia, bajaría mucho el precio.

– ¿Los BODEN están todos en dólares?

– No, hay BODEN en dólares, hay BODEN en CER –que es pesos más ajuste- y BODEN en pesos directamente.

– ¿Los bonos en CER son como los de la deuda pública interna brasileña?

– Sí.

– Por lo tanto, de complicarse la situación, el gobierno podría llegar a inundar el país con emisión monetaria para pagar los bonos en pesos.

– Claro, pero habría inflación.

– ¿Entonces el problema son los BODEN en dólares?

– Sí, pero también son un problema los BODEN en pesos por el tema inflacionario y de política fiscal. Justamente, ligado a todo esto está el segundo tema relevante para el país, que es la renegociación de la deuda. Parece que le empezó el apuro al gobierno con este asunto ahora. Y era de esperarse.

– ¿Por qué?

– Porque está llegando diciembre y a partir de enero ya tenemos vencimientos importantes con los organismos multilaterales. Ahora, de pronto, el gobierno está apurado por cerrar el acuerdo. Por eso el ministro Lavagna se está yendo esta semana para entrevistarse con los técnicos del FMI. Sin embargo, nadie está esperando anuncios importantes.
De todas maneras, lo que sí están esperando los operadores, es que el gobierno flexibilice la propuesta de alguna manera, como por ejemplo mediante pagos en efectivo y aumentos de tasa de interés en los cupones. Esto podría ocurrir y así se estaría armando el cuadro para que el gobierno cerrara el acuerdo en enero. Hecho que sería muy importante, porque si se lograra dar un serio indicio de que todo estaría cerrado para el primer mes de 2005, seguramente, la negociación con el FMI sería en otros términos, más flexible y simple.

– ¿Los vencimientos de enero son de capital?

– Sí, pero los vencimientos de capital son entrados el año, de forma tal que a partir de enero del año que viene habría que empezar, entonces, con una negociación seria por todos los vencimientos del 2005.

– Usted habló de tres temas importantes. ¿Cuál sería el último?

– El tercer tema tiene que ver con algo que en el exterior está sonando fuerte. Se trata del sistema bancario. ¿Usted sabe cuántos bancos extranjeros se han ido de la Argentina?

– No llevo la cuenta pero sé que ahora se está yendo uno más…

– Exacto. Yo le voy a decir: son siete. Los primeros dos fueron los canadienses, que en su momento se retiraron mal y fueron muy criticados acá. Pero después se agregaron otros cinco. El Sudameris se vendió a un grupo argentino. El Lloyds Bank también se vendió. El Bank of America cerró sus puertas, pero ha comprado al BankBoston, así que, de alguna manera, se podría decir que no se ha ido del todo. La Banca Nazionale del Lavoro ha dicho públicamente que se está retirando de la Argentina. Y ahora, la Société Générale ha anunciado su salida.

– ¿Usted atribuye este éxodo a alguna razón en particular o es por el cúmulo de situaciones desfavorables?

– Para mí esto es un efecto directo e indirecto de la renegociación de la deuda.

– ¿Y de ausencia de negocios?

– Sí, también, pero se van fundamentalmente por la renegociación y el efecto que ha tenido sobre los balances de estos bancos. Porque afuera de lo que se está hablando es de quién le va a poner la firma a un préstamo en la Argentina. Y la respuesta general es: nadie. Con lo cual si nadie en las casas matrices le pondría la firma a un préstamo pedido en Buenos Aires, ¿para qué se pueden querer las entidades?

– ¿Usted se refiere a un préstamo para un argentino?

– Claro, incluso desde la Argentina. No se consigue a nadie que firme para un préstamo argentino. Entonces, ¿para qué queremos las entidades?

– ¿Y esto es una mala señal?

– Sí. Aunque la gente piense que no, sí lo es. Porque esto reduce la oferta de crédito hacia la Argentina. Porque, en definitiva, estos bancos prestaban a los argentinos, a proyectos argentinos. Y, además, por encima de eso, el problema es que las empresas de estos países venían alentadas por estos bancos a generar inversiones en el país. ¿En estos momentos qué le van a decir a los accionistas?

– Usted ha estado en el exterior estas últimas semanas. ¿Cuál es el tema del que más le han comentado sobre la Argentina?

– Este último asunto de los bancos los tiene a todos muy preocupados y asustados por la actitud que ha tomado la Argentina en la renegociación de la deuda. Están totalmente escépticos, a pesar de que saben que hay cierto apuro por cerrar el trato. Piensan que es lógico el apuro del gobierno, pero temen que no se logre porque la Argentina no se ha manejado hasta ahora dentro del terreno de la lógica y, por tanto, piensan que las inversiones financieras en el país no tienen mucho sentido.

– Tratemos de imaginar los dos escenarios posibles. Alternativa número uno: no avanza la renegociación de la deuda. Vamos a tener un gran problema porque cuando lleguen los vencimientos vamos a tener que ir de rodillas al FMI. Alternativa número dos, un escenario un poco más optimista: el gobierno, inflexible como está, dice “esto es lo que hay”. Y los acreedores, hartos y a desgano, dicen “bueno, está bien” y aceptan el 70% o el 80% de quita. ¿Eso sería una victoria?

– No, porque nadie va a poner dinero nuevo sobre ese dinero viejo.

– Pero acá nadie mira el neto entre lo que voy a dar y lo que me puede ingresar, sino que se mira el bruto: cuánto me cuesta arreglar todo esto, cuánto me cuesta pagar por año. No calculan que si se arregla de otra forma pagando un poco más, tal vez, puede ingresar, luego, más plata y, entonces, el neto puede llegar a dar positivo…

– Totalmente. Además, en este tipo de negociaciones hay funcionarios detrás, hay gente que tiene muchísima memoria y que cuando en dos o tres años precisemos dinero y vayamos a pedirles, se van a acordar muy bien de cómo se los trató hoy. © www.economiaparatodos.com.ar




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