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jueves 24 de febrero de 2005

¿De quién toman ejemplo los jóvenes? (Nota I)

Los niños y adolescentes se ven expuestos hoy a una serie de estímulos que no siempre controlamos los adultos que nos creemos responsables de su educación.

Seguramente, hace 200 años, cuando no existían la televisión, o la radio, o las revistas, la pregunta planteada era de muy fácil respuesta ya que los jóvenes las únicas conductas que podían aprender o copiar eran las de sus familiares, vecinos o maestros.

Pero, ¿qué sucede hoy?¿ Podemos limitar el espectro ejemplificador que recibe un niño a los agentes educativos mencionados?. Está claro que la respuesta es no. Los niños y adolescentes se ven expuestos hoy a una serie de estímulos que no siempre controlamos los adultos que nos creemos responsables de su educación.

Perdón de antemano por el ejemplo (no lea este artículo después de comer) pero creo que a veces las cosas fuertes se recuerdan más. Imagine que su hijo está viendo un programa donde “el héroe” come caca. Supongamos que se lo ve en una escena cómodamente sentado en una mesa, tomando sopa de diarrea con cara de fruición y acentuando que es su platillo favorito. ¿No le parecería adecuado, en este caso, aclararle a su hijo que esto no es como se lo muestran, es decir, que esta conducta no debe ser imitada?

Este ejemplo es de mal gusto, pero lamentablemente es real: lo vi hace unos años en una película por algún canal de cable Afortunadamente no creo que ningún niño lo haya visto porque la película era un bodrio.

Pero no vayamos tan lejos: prenda el televisor y siéntese a verlo con sus hijos. Encontrará toda serie de ejemplos de cosas que probablemente usted no quiere que sus hijos aprendan, pero que están allí como modelos de conductas a seguir. Desde cosas que pasan muy desapercibidas como que en muchos programas todos los protagonistas hablan entre sí continuamente a los gritos (luego uno le pide a los chicos que no griten) hasta cosas un poco más profundas como que hay que mentir si sirve para no hacernos cargo de alguna responsabilidad, o que es magnífico quedarse embarazada a los 15 años, especialmente si no es del novio actual sino del anterior. Y estoy hablando de programas que van en horario de protección al menor, y que son aptos para todo público. ¿Cree usted realmente que esto no influye sobre los niños y adolescentes?. Si esto fuera así no se gastarían en todo el mundo millones de pesos en publicidad, y los países totalitarios admitirían la libertad de prensa. Estas conductas observadas continuamente en la televisión y tomadas como normales influyen claramente en los chicos que, en muchos casos, las imitan. El tema es si queremos que actúen de esa forma o no.

Recuerdo haber escuchado (lo sigo escuchando actualmente aunque no aplicado a mí), “no te juntes con fulano que es una mala influencia”, pero no escucho tantas veces decir “no veas tal programa que es una mala influencia”. Y lamentablemente creo que a veces “tal programa” es mucho más pernicioso que muchas de las “malas compañías”.

¿Hay que echarle la culpa de todo a la televisión? No para nada. Pero tampoco podemos negar su existencia y no darnos cuenta de que es uno de los agentes educativos por excelencia: no tiene ningún control, es atractivo, es cómodo, barato, no nos demanda ningún esfuerzo y encima desde chiquitos nos ponen delante nuestros propios padres, para que no molestemos. Una cosa es decir que tiene la culpa de todo y otra muy distinta es afirmar que no tiene la culpa de nada, como muchas veces desde la misma televisión nos quieren hacer creer. Y lamentablemente los padres muchas veces actuamos como si lo real y verdadero fuera lo segundo.

Reconozco que sentarse a ver los programas que los chicos ven es un ejercicio, por lo menos, aburrido. Pero también es la forma de que nos vayamos dando cuenta de qué tipo de conductas están inculcando desde ese medio, para plantearnos si estamos de acuerdo o no con ellas. Si pensamos que van a ser felices comiendo caca, magnífico. Pero al menos sepamos que es lo que le están enseñando. (continuará) © www.economiaparatodos.com.ar



Federico Johansen es docente, director general del Colegio Los Robles Pilar y profesor de Política Educativa en la Escuela de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la UCA (Universidad Católica Argentina).




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