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miércoles 29 de enero de 2020

El mito del socialismo de los países nórdicos

El mito del socialismo de los países nórdicos

Nuevas estadísticas comparadas permiten hacer un balance comparativo y mostrar el contraste con la posición de los progresistas en la Argentina

De acuerdo al Reporte 2020 del World Economic Forum, el Índice de Movilidad Social muestra en los cuatro primeros lugares a: 1) Dinamarca, 2) Noruega, 3) Finlandia y 4) Suecia. ¿Qué nos dice éste índice? El caso de una persona que nace en una familia pobre en Dinamarca, a ese individuo que nace pobre, le llevaría dos generaciones alcanzar el ingreso medio, o tres en Suecia, Finlandia y Noruega. Mientras que en Francia necesitaría seis generaciones, o nueve si nació en Brasil o Sudáfrica. El índice contempla la atención sanitaria, la educación, el acceso a la tecnología, oportunidades de empleo, etc.

Viendo este dato, los progres se frotan las manos y piensan: acá tengo el argumento perfecto para demostrar que el socialismo o la socialdemocracia es el mejor sistema del mundo y son los mejores ejemplos para dar sobre la superioridad de las políticas progresistas.

Desafortunadamente, hace rato los progres y populistas quedaron desactualizados sobre quienes gobiernan en esos países y cuáles son sus políticas económicas.

En realidad, los cuatro países mencionados se encuentran entre los primeros 26 países en el ranking del Índice de Libertad Económica como puede observarse en el cuadro 1. Dinamarca está en el puesto 14, Suecia en el 19, Finlandia en el 20 y Noruega en el 26. Es decir, lejos de ser economías socialistas o con fuerte intervención del estado, sus economías son abiertas, baja cantidad de regulaciones, particularmente en el mercado laboral, derechos de propiedad bien afianzados, etc. Es decir, son países donde funciona la economía de mercado. Es más, Suecia, Dinamarca y Finlandia acaban de oponerse a fijar un salario mínimo para toda la Unión Europea porque ellos no tienen salario mínimo. Tienen negociaciones por sectores.

Cuadro 1

Respecto al gasto público, es cierto que tienen un gasto público alto en relación al PBI, pero no muy diferente del resto de los países de Europa como Alemania, Gran Bretaña o Francia por citar algunos de ellos. El gráfico 1 muestra que el gasto en los países escandinavos está en el mismo nivel que el de los países nombrados.

Gráfico 1

Es más, de los países seleccionados, Francia es el que tiene la mayor relación gasto público/PBI. No se observa una diferencia abismal en cuanto a gasto público, si bien en todos los casos son altos.

Pero lo que pocos conocen es que los países escandinavos bajaron en forma notable su gasto público/PBI. Por ejemplo, Suecia que llegó a tener una relación gasto público/PBI del 70,5% en 1993 lo bajó a niveles del 50% actualmente. Son 20 puntos menos de gasto público respecto al PBI.

Finlandia llegó a tener una relación gasto público/PBI del 64% y ahora lo mantienen en el orden del 53%. 10 puntos menos de gasto público/PBI.

Noruega lo redujo del 56% al 49% y Dinamarca también del 56% al 49%.

Gráfico 2

Gráfico 3

Ahora bien, este gasto público se vuelca al tema salud, educación, vivienda, etc. Obviamente no hay piqueteros cortando las calles principales en los países escandinavos. Pero el dato relevante es que la mayoría de los gastos sociales en los 4 países mencionados, tienen copagos. Es decir, por ejemplo los hospitales no son totalmente gratis. El paciente tiene que pagar parte del servicio.

Pero para aquellos que creen que este es un modelo solidario por el cual en esos países las empresas pagan fortunas de impuestos para financiar este gasto público social, se equivocan rotundamente.

De acuerdo a datos de la OECD, este gasto público social se financia con impuestos que en Argentina son considerados regresivos por parte de los progres. En efecto, 2/3 de los ingresos tributarios se financian con impuestos al Valor Agregado, aportes sobre el salario, Seguridad Social y, lo más sorprendente, es que el impuesto a las ganancias de las personas físicas es altísimo, mayor que aquí. En cambio las empresas pagan impuestos a las ganancias muy bajos. Dinamarca 22%. Finlandia 20%, Noruega 22% y Suecia 21,4%. Es más, de acuerdo a los datos de la OECD, en 2017 el 30% del total de los ingresos tributarios de Suecia fueron por el impuesto a las ganancias a las personas, en tanto que el impuesto a las ganancias que pagaron las empresas representó poco más del 5% del total.

Gráfico 4

El gráfico 4 es de la Tax Foundation y muestra la composición de los ingresos tributarios de Suecia en comparación a los del resto de los países de la OECD.

En definitiva, es un mito que los países nórdicos sean socialistas. Hace rato que son gobernados por partidos de centro derecha o coaliciones políticas que incluye a partidos de centro derecha, que han bajado el gasto público, que tienen una economía de mercado, que han llevado a cabo privatizaciones con éxito de sectores estatales, desde las telecomunicaciones a la generación y distribución de electricidad. Incluso el servicio postal y algunos bosques se han privatizado. Por otro lado no hay redistribución del ingreso al estilo populista nuestro donde los que más ganan más pagan o se mata a las empresas para financiar los delirios populistas. Además, los países nórdicos se caracterizan además por su apuesta al libre comercio. En esa región, la mediana de impuestos a las importaciones es 5,3 por ciento

Sí se les cobra impuestos altos a las personas físicas, pero a cambio se les da un servicio de primera de salud, educación, seguridad, etc. Es más, en esos países funcionan el voucher para la educación. En vez de financiar la oferta, el estado financia la demanda y la gente recibe un cupón con el cual paga la escuela de sus hijos pero elije a qué colegio va a ir. Cómo sostiene la economista colombiana Vanessa Vallejo sobre el sistema finlandés de educación en base al voucher: “A las escuelas no se les asigna un presupuesto fijo, sino que obtienen dinero en función de los estudiantes matriculados. Los padres por supuesto son libres de matricular a sus niños en donde quieran. Y desde luego que lo hacen en los colegios con mejores resultados. Esto se traduce en una constante y feroz competencia de colegios para ganar alumnos”.  Y agrega: “Mientras tanto, en Suecia y Dinamarca, ocurre prácticamente lo mismo que en Finlandia; se utiliza el modelo de cheque escolar, en el que al alumno se le da un bono para que elija en dónde matricularse, de modo que una vez más es el consumidor el que decide, y solo permanecen en el mercado las escuelas que prestan servicios que la gente quiere”. Es de imaginar que un sistema así le produciría un ataque de nervios a Baradel.

En definitiva, es un mito que los países nórdicos sean socialistas. Tal vez no sean el paraíso del liberalismo, pero tienen mucho más de liberales clásicos que de socialismo como se cree.

¿Cuál es el problema que tenemos en Argentina? Que los políticos populistas y los progres muestran como ejemplo el modelo de los países nórdicos, equívocamente como socialistas, pero lo único que les copian es la carga impositiva, con la diferencia que en esos países las empresas pagan bajos impuestos a las ganancias y las personas altos impuestos a las ganancias, en tanto que aquí tanto las empresas como las personas pagan altos impuestos a las ganancias con servicios de salud, educación, vivienda y seguridad propios del quinto subsuelo del subdesarrollo.

Si los populistas y progres quieren copiar el modelo nórdico, sepan que tienen que adoptar una economía de mercado, privatizar, establecer una carga tributaria que estimule la inversión y, sobre todo, el llamado gasto social tiene que ser de primera calidad y no una fuente de clientelismo político.

ESTA NOTA FUE PUBLICADA ORIGINALMENTE EN http://www.infobae.com