El Mundial de Fútbol es esperado por aficionados e hinchas de todo el mundo.

Es una enorme oportunidad para ver algunos datos del mundo que según el relato oficial del Gobierno «se está cayendo a pedazos».

Los 32 países clasificados para esta fase final (recordemos que el Mundial comienza con las eliminatorias donde participan los 208 miembros de la FIFA) agrupan a 1.876 millones de habitantes.

Es decir que este mundial tendrá al 26% de la población mundial directamente interesada en los resultados y jugadas. Buena parte del resto del mundo jugará el mundial de manera «imparcial» o relativamente neutral.

De esos 1.876 millones de habitantes cuyas selecciones jugarán el Mundial 2014, un 63% vive en países donde la inflación anual es menor al 5%. Un 28% vive en países donde la inflación fluctúa entre 5 y 10% y sólo un 7,97 % sufre tasas de inflaciones superiores al 10%.

Es decir que de cada cien hinchas menos de ocho se preocupa además de cómo marcar a los delanteros rivales en que a fin de mes su salario vale menos.

En otras palabras piensa en marcar rivales y en cómo le remarcan los precios.

Ese 8% de hinchas preocupados por la inflación se compone de Argentinos con una tasa anual del 35%, los ghaneses un poco menos preocupados con una tasa del 11% y nuestros compañeros de grupo los iraníes que sufren una inflación del 42%.

Bien podría decirse que Dios los cría y el bolillero (y algún que otro acuerdo polémico) los juntan.

El mundial nos permite ver también que ese «mundo que se cae a pedazos» está sólo en la ficción de un relato que culmina.

Sólo el 12% de los hinchas (directos) del mundial vive en países donde la tasa de crecimiento del 2013 resultó negativa. Un 9% vive en países donde la tasa es cero en tanto que un 62% de los hinchas vive en países que comienzan a recuperarse sostenidamente de la crisis internacional creciendo a tasas que van el 1 al 4%.

El 17% de los hinchas restantes viven todavía en países que crecen a tasas muy superiores al 4%.

Nuestro país, no sabemos dónde está. Si es por los datos del INDEC estaríamos creciendo en 2013 al 3,5%. Pero ese dato es más dudoso que gambeta inspirada.

Pero lo más relevante es que 1.481 millones de habitantes del mundo que van a estar frente a la TV alentando a su selección crece a tasas positivas.

Si en lugar de pensar que «el mundo se cayó», que «resistimos solitos la crisis», » que hay escombros por todos lados» pensáramos que si cada uno de esos 1.481 millones de hinchas de selecciones cuyos países crecieron entre 0 y 8% anual comiera medio kilo más de carne por año deberíamos concentrarnos en producir los 5.397.000 novillos necesarios para abastecer ese auténtico golazo!!!

El gobierno gastará enormes recursos en llevar a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo a visitar a los jugadores, derrochará en publicidad oficial mostrando obras intrascendentes y discursos vacíos.

Mucho mejor hubiera sido eliminar las trabas al campo y mostrar en cada entretiempo un buen bife de chorizo para despertar las papilas gustativas de los alemanes, argelinos, australianos, belgas, bosnios, brasileños, cameruneses, chilenos, colombianos, coreanos (del sur), costamarfileños, costarricenses, ecuatorianos, franceses, ghaneses, hondureños, ingleses, japoneses, mexicanos, nigerianos, suizos, uruguayos y norteamericanos cuyos países lejos de estar cayéndose deberían constituir nuestros mercados.