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martes 25 de noviembre de 2014

Exageran los controles y aumenta la incertidumbre

Exageran los controles y aumenta la incertidumbre

El Gobierno está llevando a cabo una importante actividad intimidatoria en el mercado, a los efectos de atemorizar y presionar

Panorama argentino

El Gobierno está llevando a cabo una importante actividad intimidatoria en el mercado, a los efectos de atemorizar y presionar, especialmente a personas físicas, citando a particulares para hacerles saber que el BCRA tiene conocimiento de las transacciones que realizan en los mercados. También se les advierte sobre posibles sanciones en caso de que realicen acciones ilegales, habiéndose detectado que en algunos casos los ciudadanos observados han manifestado críticas a las políticas del Gobierno. Asimismo, para presionar aún más a algunos empresarios denunciados por subfacturación y sobrefacturación de exportaciones e importaciones, el Gobierno creó el lunes pasado la Unidad de Seguimiento y Trazabilidad de las Operaciones de Comercio Exterior. Y toda esa insólita actividad oficial, cabe destacarlo, tiene un fuerte parecido con la que se llevaba a cabo, con el mismo propósito, en los años 70’, durante el peor período de la dictadura militar. Asimismo, la Secretaría de Comercio, que conduce Augusto Costa, ya no sólo demanda a las empresas sus proyecciones anuales en dólares de exportaciones e importaciones, sino que ahora requiere prácticamente un ADN de todas ellas. Por su parte, el titular del BCRA, Enrique Vanoli, refiriéndose a la brecha cambiaria, afirmó que «muchos avizoraban un fin de año con pérdidas de reservas, con un tipo de cambio legal o ilegal mucho más alto de lo que está hoy. Precisamente todo eso quedó reducido al ámbito de sus deseos y no de la realidad».  Al respecto, entonces, cabe aclarar que la realidad que vivimos muestra que las reservas se han podido mantener gracias a los recientes préstamos obtenidos del Banco Popular de China (USD 1.322 millones), del banco central de Francia y de los adelantos acordados con los grandes exportadores de cereales y productos oleaginosos y que el tipo de cambio no ha subido por la imposición del “cepo cambiario” y porque se lo mantiene congelado y en el mercado de futuros el BCRA ha intervenido agresivamente en el último mes produciendo una importante baja de los precios. Por supuesto, todas estas medidas no solucionan el problema de fondo sino que, simplemente, aplazan sus graves consecuencias. Pero quizá la peor y también increíble noticia de la semana pasada fue la circular que envió el Banco Nación a sus clientes del sector agropecuario para comunicarles que solamente podrían acceder a las financiaciones ofrecidas por el banco aquellos productores sojeros que demostraran no contar con existencia de granos de soja guardados en silobolsas. Y también la AFIP publicó en el Boletín Oficial un listado de compañías pesqueras que tendrán un plazo de 15 días para presentar la “documentación respaldatoria que permita eliminar la duda razonable surgida en cuanto a la exactitud de los valores declarados, en los respectivos Permisos de Embarque”. Y en ese verdadero tembladeral el ahora inexistente MULC argentino contabilizó la semana pasada un total operado entre entidades bancarias por USD 1.030 millones, con un promedio diario de USD 206 millones, un 10% mayor al similar período anterior, habiéndose cursado unos USD 397 millones a través del sistema electrónico SIOPEL y USD 533 millones por el MEC, mostrando la importancia que hoy tiene la actividad profesional de los corredores de cambio en la operatoria actual. El BCRA logró en sus intervenciones diarias un resultado positivo de unos USD 45 millones y las reservas quedaron sumando, según cifras provisorias, en USD 28.815, mostrando un alza de USD 527 millones. En el mercado de futuros de New York el peso/dólar se operó a un año de plazo a $ 11,7695 (38,2%).

Panorama  internacional

Según las actas de la última reunión del FOMC de la Fed, resultaba evidente que sus miembros mostraban cierta preocupación por las tensiones de los mercados financieros, las flojas condiciones económicas y los riesgos de que la inflación pudiera desacelerarse aún más. Pese a ello, confirmaron su decisión de poner fin al programa de compra de bonos, teniendo en cuenta de que la economía local y el mercado laboral parecían estar mejorando. Los participantes en la reunión celebrada los días 28 y 29 de octubre “apuntaron a un panorama económico algo más flojo y a un incremento de los riesgos bajistas en Europa, China y Japón, así como al fortalecimiento del dólar en el periodo”, según se refleja en las actas. “Se observó que si las condiciones económicas o financieras externas se deterioran más, el crecimiento económico de Estados Unidos a medio plazo podría ser más lento de lo esperado actualmente”, según el documento. Y del otro lado del Atlántico, la divisa de la Unión Europea reaccionaba el viernes pasado con una profunda caída después que el presidente del BCE, Mario Draghi, expresara sus preocupaciones acerca del actual nivel de la inflación en la región, sosteniendo que si bien en el largo plazo las expectativas son consistentes con la estabilidad de los precios, en el corto plazo son “excesivamente bajas”. También afirmó que BCE hará todo lo posible para que los precios al consumidor lleguen al objetivo del 2%, ajustando de ser necesario el ritmo, composición y tamaño de las compras de activos. Mientras, el Banco de Japón decidió mantener su política monetaria expansiva a gran escala y su valoración positiva de la economía del país, pese a las decepcionantes cifras de crecimiento publicadas durante la semana y que llevaron al primer ministro nipón, Shinzo Abe, a aplazar la subida del impuesto al consumo y a convocar a elecciones anticipadas. Por su parte, el Banco Central de China ha anunciado por sorpresa una rebaja de sus tasas de interés en los préstamos a un año, que serán ahora del 5,6% desde el 6,0% previo, un recorte de 40 puntos básicos, siendo ésta la primera variación que realiza la entidad en los últimos dos años. Así es que, por ahora, el escenario global sigue fortaleciendo al dólar que así se mantiene como refugio de valor en estos últimos tiempos, dado que la economía estadounidense es la que goza de mejores perspectivas, a pesar de que todavía persisten algunos problemas. El euro terminó la semana pasada perdiendo en la última jornada un 1,5% frente al dólar y cerró el viernes en el mercado de New York cotizando a 1,2392 dólares.

Fuente: http://www.abcmercadodecambios.com/