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miércoles 4 de septiembre de 2013

Friedman en ESEADE

Friedman en ESEADE

El pasado miércoles 31 de agosto, el ESEADE organizó una conferencia para celebrar el 101º aniversario del nacimiento de Milton Friedman. Compartí el panel con Osvaldo Schenone, un ex-alumno y admirador de Friedman. Fue grato escucharlo. Me enteré de aspectos para mí desconocidos de la personalidad y el pensamiento del padre del monetarismo. Sigue mi exposición, que repite partes de un post que escribí cuando Friedman murió.

El pasado miércoles 31 de agosto, el ESEADE organizó una conferencia para celebrar el 101º aniversario del nacimiento de Milton Friedman. Compartí el panel con Osvaldo Schenone, un ex-alumno y admirador de Friedman. Fue grato escucharlo. Me enteré de aspectos para mí desconocidos de la personalidad y el pensamiento del padre del monetarismo. Sigue mi exposición, que repite partes de un post que escribí cuando Friedman murió.

Cuando Friedman arribó a Chicago en 1932, el líder del Departamento de Economía de la Universidad era Frank Knight, un economista filósofo. Knight pensaba que lo más probable era que el Estado, aun cuando quisiera hacer el bien, terminaría haciendo el mal. Era profundamente pesimista sobre el género humano y sus pretensiones altruistas. Creía que el rasgo dominante de la humanidad es la avaricia. A raíz de lo cual pensaba que era esencial construir un sistema económico que reconociera este hecho, encauzara la avaricia hacia propósitos útiles y de esta forma la dispersara entre muchos centros de poder que compitan entre sí. Opinaba que el gobierno debía mantenerse a un costado del proceso económico, incluyendo la creación de dinero. No le parecía conveniente que el gobierno se metiera en la cuestión monetaria porque, en vista de la inclinación a gastar de los políticos, generaría inflación y luego intentaría frenarla por medio de controles, después con amenazas y finalmente con estatizaciones que terminarían por aumentar el tamaño del Estado en la economía. Lo mejor, pensaba Knight, era que el verdadero dinero proviniera de las minas de oro. Esta doctrina, que Abba Lerner definió como capitalismo 100% puro, sintetizaba la filosofía predominante en Chicago cuando Friedman inició sus estudios de post-grado. Friedman hizo de esta filosofía su propia filosofía, con un único cambio: reemplazó el patrón oro por la ‘regla X’ de crecimiento monetario a cargo de un banco central.

La Escuela de Chicago nació con Knight y floreció con Friedman. Arnold Harberger, quien conoció a Knight y fue primero alumno y luego colega de Friedman en Chicago durante 25 años, ha redefinido la filosofía de la Escuela con estas tres proposiciones:

1) El mundo es realmente complicado. Necesitamos una teoría, o sea una abstracción, para poder apreciarlo y entenderlo.

2) La teoría no es buena si está aislada de las observaciones del mundo real.

3) En caso de duda, lo mejor es suponer que los mercados funcionan.

Para la Escuela de Chicago, las fuerzas de mercado son tan reales como el viento y las olas. Hay que vivir con ellas y sacar ventaja de ellas. No hay que desafiarlas, ya que las consecuencias pueden ser terribles.

Friedman fue un convencido defensor de las libertades individuales. Consideraba que el derecho de propiedad es la piedra angular de la organización económica capitalista y de la prosperidad. Escribió y militó a favor de la derogación del servicio militar, la legalización de la droga y el voucher escolar, y en contra de la regulación de la cantidad de médicos y el monopolio estatal en la concesión de licencias de conducir. Militaba a favor del ensanchamiento de los mercados. Cuando lo acusaban de que se le iba la mano en la campaña anti-estatista, acostumbraba replicar: «en cada generación hace falta alguien que vaya hasta el fondo y eso es lo que creo que hago». Fue un liberal clásico.

Sufrió ofensas y demostraciones de repudio durante gran parte de su vida. Los economistas académicos lo consideraban un flat-earther (el que cree que la Tierra es plana). Los izquierdistas le echaban en cara su colaboración con el régimen de Pinochet, olvidando que también había asesorado al gobierno comunista de China. Para otros era apenas un lunático. Hoy sabemos que Friedman fue el primer economista monetario de su tiempo (1950-75) y uno de los tres o cuatro grandes economistas del siglo pasado.

Fuente: www.jorgeavilaopina.com