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jueves 13 de julio de 2006

Kirchner gana adeptos en Uruguay

La polémica decisión de prohibir la exportación de carne vacuna argentina resultó una bendición para el país oriental, que aprovechó la oportunidad para ocupar el puesto vacante como proveedor mundial.

A pesar de los desagradables desplantes, las conocidas descortesías, las objeciones a las papeleras, los típicos desaires, la prepotencia y el extraño y poco prolijo “estilo” presidencial, de pronto, la imagen de Néstor Kirchner, aunque parezca raro, crece exponencialmente en el Uruguay.

¿Por qué? Muy simple, gracias a la increíble prohibición argentina de exportar carne vacuna, Uruguay vende su carne -de calidad también excelente- a todo el mundo, reemplazando a la Argentina como proveedor, en su caso, confiable.

En el último ejercicio agrícola, el que va de julio de 2005 al 30 de junio de 2006, Uruguay batió todos los récords históricos de ventas e ingresos. Absolutamente todos. Ha recaudado la friolera de unos 900 millones de dólares, esto es un 30% más que el ejercicio anterior y un 74% más que hace sólo dos años.

En toneladas físicas de carne, vendió unas 520 mil toneladas, otro récord de todos los tiempos. Se trata de un boom absolutamente sensacional, una explosión inédita de ventas al exterior. Todo gracias a nuestro presidente, don Néstor Kirchner, cuya imagen se agiganta, de cara al agro oriental.

Los productores rurales orientales aprovecharon bien la deserción forzada de los exportadores argentinos y la consiguiente pérdida de confiabilidad. La industria frigorífica uruguaya pudo procesar los nuevos volúmenes y está recibiendo, una vez más, inversión británica en el sector. Los precios, ubicados en casi unos 1.900 dólares la tonelada -otra consecuencia directa de la salida argentina del mercado- resultaron más atractivos que nunca. En rigor, un 20% más altos que en el ejercicio anterior.

Frente a mercados nuevos y demandas firmes, los uruguayos se movieron rápidamente y los aprovecharon. Pese a la sequía y al consiguiente aumento de la faena por falta de forraje. Hoy, los reiterados errores argentinos aseguran que habrá continuidad en el inesperado boom de la carne vacuna uruguaya.

¿Cómo quieren que no sientan un profundo agradecimiento respecto de Kirchner, que les ha cedido el espacio que nuestra industria frigorífica, con esfuerzo, edificó durante años, y que hemos tirado por la borda, como si no valiera nada, absolutamente nada?

El éxito oriental muestra cuán equivocada fue la prepotente medida de prohibir las exportaciones argentinas de carne vacuna que está -recién ahora- quedando atrás. Ella provocó una gigantesca transferencia de ingresos de nuestro agro al del país vecino, de dimensión sin precedentes en la historia reciente.

En el campo uruguayo muchos por ello gritan, a coro: “¡K, qué grande sos! ¡Querido K, cuánto valés!”. En el nuestro, no tantos. Y hay caras de bronca y otra vez se está alistando la “pintura de guerra”. © www.economiaparatodos.com.ar




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