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lunes 25 de mayo de 2009

La conciliación de nuestros tiempos

Trabajo, desarrollo profesional y familia: ¿cómo encontrar el equilibrio y no morir en el intento?

Corridas a la hora pico para llegar a tiempo a casa, exigencias laborales que deben ser cumplidas sin demora y demandas familiares que reclaman a gritos atención urgente son algunos ejemplos que sirven de muestra para graficar lo que pueden ser los tiempos de hombres y mujeres que trabajan y además son padres y madres responsables y preocupados por sus hijos. Una primera mirada al tema parece ser agobiante: ¿cómo se hace para estar en todos lados y no desatender nada?

Como suele suceder con los problemas medulares de nuestra vida, cuando uno les hace frente y los analiza estudiándolos en profundidad, comienza a entrever la dirección adecuada para llegar a la solución correcta. Por supuesto que el tema no es fácil; lo neurálgico es empezar a caminar por ese sendero, tomando las medidas necesarias-día a día- para llegar a buen puerto.

Cuando los hombres y mujeres, formamos una familia, además de tener que hacernos cargo de situaciones económicas realmente complicadas, también tenemos una dimensión personal que busca ser desarrollada de acuerdo al propio proyecto. Esta vocación no solo implica crecimiento personal, como matrimonio, sino también como padres de familia y educadores de nuestros hijos.

En otras palabras podríamos decir que tenemos proyectos personales, proyectos familiares y también proyectos profesionales, y cuando lo laboral o lo personal se sale de cauce e invade las otras áreas nos produce angustia y desesperación y ésta situación impacta en nosotros pero también en los que nos rodean. Una conciliación de proyectos adecuada sería aquella que brinda a la persona la posibilidad que todas sus dimensiones se realicen funcionando de acuerdo a su rol. Es fácil decirlo, pero… Cómo se logra?

Un dato alentador es que, a nivel mundial, en la actualidad cada vez son más las empresas “Familiarmente Responsables”, es decir aquellas que están incorporando políticas empresariales que brindan la posibilidad al empleado de disponer de más tiempo para la familia, mejores ingresos y cobertura para consultas de orientación familiar; esta contención proporciona una persona que se puede desarrollar mejor y como consecuencia trabajar mejor. Son líderes en éstas políticas en Canadá, Chile, Suecia, España, entre otros países.

Al asumir, responsablemente, los roles de marido y mujer, padre o madre, hay actividades que ya no tendrán lugar en nuestra agenda, o por lo menos no con la asiduidad que la tenían antes, esto no es un mal cambio si realmente consideramos que la familia vale la pena. El detectar la “profesionalitis” a tiempo y contrarrestarla con tiempo de familia (aunque eso implique un programa para chicos y no para adultos), también es una buena medida en aras de construir el proyecto familiar que diseñamos.

Sin embargo no es suficiente; la mujer, la madre de familia necesita mucha ayuda y tiene dentro del hogar actividades que puede delegar. Son los padres los que pueden integrarse a la dinámica doméstica con algunos encargos específicos, qué mayor referente le podemos dar a nuestros hijos que un padre presente en el hogar, en las vacaciones, en los programas divertidos y en los estudios.

Muchas veces están a nuestro alcance medios de formación que no aprovechamos lo suficiente como lecturas y charlas; mirémoslo desde este punto de vista: si para nuestra profesión buscamos fervientemente el capacitarnos con másters, doctorados, cursos de postgrado y otras propuestas académicas para posicionarnos mejor a la hora de salir a la arena laboral, asumiendo todos los sacrificios que los mismos implican; ¿porqué no hacemos lo propio en lo que se refiere al ámbito familiar que es el proyecto más trascendente de nuestra existencia?, es necesario formarse, estar capacitados y actualizados para poder aprovechar mejor nuestros tiempos y acompañar a los hijos disfrutando la etapa que vivamos.

El desafío es preguntarnos qué tiene prioridad en nuestras vidas, ponernos metas en función de esa respuesta y armonizar nuestros tiempos aprovechando los medios que están a nuestro alcance.

La posibilidad de disfrutar del proyecto de vida que tengamos está en nuestras manos. © www.economiaparatodos.com.ar

Amelia Livi de Segura es orientadora familiar con un Máster IEEA y miembro del equipo de profesionales del equipo de la Fundación Proyecto Padres

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