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miércoles 21 de mayo de 2014

La levedad de los políticos

La levedad de los políticos

Carlos Pagni escribió un artículo en LA NACION del pasado dio 19 que todo político debería leer

La nota se titula “Las trampas de Cristina para recrear el pasado” y  en ella Pagni describe y desnuda las mentiras que sustentan el épico relato “K” una suerte de “Odisea burlesca” en la que los dioses labraron el destino de “Él y Ella”.

Contrariamente a las comparaciones mentirosas que suele hacer Kristina, por ejemplo con relación a la reducción del desempleo Pagni dice: “El desempleo, que en mayo de 2003 había tocado el pico de 23,3%, en el cuarto trimestre de 2002 cayó al 20,2%, en el primer trimestre de 2003 fue de 19,9% y en el tercero fue de 17,4%. Es decir, la desocupación se había derrumbado 10 puntos porcentuales en poco más de un año. La mejora del empleo se explica por el fin de la recesión y el inicio de una etapa de expansión que será un beneficio formidable para Kirchner”.

Respecto a las cuasimonedas Kristina dijo: «…en 2003 las provincias tenían cuasi monedas y el gobierno de Néstor Kirchner rescató durante su gestión todos los papelitos…” cosa que no fue así como lo demuestra Pagni: “En realidad, el rescate de las cuasi monedas lo dispuso Eduardo Duhalde, el 28 de marzo de 2003. Es decir, dos meses antes de la asunción de Kirchner. Si hubiera que realizar un homenaje, los destinatarios serían Atanasoff, Ruckauf o Juanjo Álvarez, entre otros ministros que, con Duhalde, firmaron el decreto. ¿Tendrá Cristina Kirchner esa cortesía…”

Lo que llama la atención que ningún político haya tenido la perspicacia para poner de manifestó la falsedad de la épica “K”, lo que demostraría según mi opinión, la levedad o superficialidad de quienes nos representan o aspiran a representarnos.

El otro día Sergio Masa fue preguntado por “Fútbol para todos” y solo propuso un maquillaje sin siquiera abordar la problemática del futbol profesional en el que la mayoría de los clubes están virtualmente en quiebra arrastrando pasivos que parecen imposibles de pagar.

¿A este fútbol seguirá financiando “Fútbol para todos·”?

Ningún político es capaz de decir de frente a la sociedad como reducirá el gasto público o que política fiscal propone para corregir las distorsiones y la presión vigente.

La problemática política no pasa solo por ganar las próximas elecciones o decir que lo que se busca es “solucionar los problemas de la gente”, porque esto también denota una dosis de populismo.

Los gobiernos deben promover el bien común, deben crear los marcos generales para generar previsibilidad y confiabilidad, deben respetar el principio de subsidiariedad y sobre todo deben garantizar la vigencia del régimen republicano de gobierno.

Incorporar personas al régimen jubilatorio sin que haya cumplido con sus aportes, no significa “solucionar los problemas de la gente” como lo toleró y aceptó Sergio Masa cuando fue titular del ANSES, como lo recuerda Pagni en el artículo que sustenta esta nota.

En ese caso el mejor modo de “solucionar los problemas de la gente” hubiera sido oponerse al otorgamiento de beneficios previsionales a quienes no habían aportado.

Solucionar los problemas de la gente no pasa por considerar como “empleado” a quienes reciben planes sociales, precisamente los reciben porque carecen de trabajo.

Lo que si ayudaría a “solucionar los problemas de la gente”, sería que los políticos se propongan mejorar la educación y para ello deberán explicar como mejoraran la calidad docente y la legislación necesaria para tal fin eliminando  la antigüedad como pauta calificatoria.

En todo caso la antigüedad podría tener valor en la medida que acredita un esfuerzo por mejorar.

Otro modo de “solucionar los problemas de la gente” sería la de mejorar el sistema de salud que también ofrece falencias en los sistema privados a tal punto que ciertos estudios o consultas pueden demorar hasta sesenta o noventa días para tener el turno respectivo.

El estado más que controlar el precio vigente en ese medio debería controlar la calidad mínima de las prestaciones y el tiempo en que son ofrecidas.

Hasta ahora ningún político nos ha dicho cuáles son sus prioridades en materia de transporte.

Para algunos la excepción podría ser Macri con su “metrobus”, pero el transporte no se agota con ese servicio y no sabemos cuales serán sus prioridades en materia de transporte ferroviario, aéreo o automotor.

La hora política que nos toca vivir exige acuerdos sobre políticas, las alianzas deben configurarse sobre ese esquema, dejando de lado candidaturas personales.

Es casi seguro que a partir de 2015 la negociación política será el sustento de la gobernabilidad o “gobernanza” y para ello los políticos deberán mostrar sus cartas antes de las elecciones para no terminar en otro lamentable 2001.

Sin embargo parce que nuestros políticos están felices de su “levedad” y debe venir Carlos Pagni para mostrarnos su “altura del tiempo” que no pasa de un modesto zócalo.