Image Image Image Image Image Image Image Image Image Image
Scroll to top

Top

lunes 15 de septiembre de 2008

Los crecientes costos de abusar del poder

Nada es gratis en política: la lista de problemas que enfrenta el matrimonio presidencial a causa de sus errores y de su despotismo es cada vez más larga.

Veamos un listado de hechos que debe enfrentar el gobierno de los Kirchner, hechos, obviamente, generados por ellos:

1. Problemas con el financiamiento de la campaña de Cristina Kirchner relacionados con dinero del narcotráfico.

2. Problemas con el financiamiento de la campaña de Cristina Kirchner relacionados con las valijas venezolanas.

3. Una tasa de inflación que tiende a desbordarse por más que Moreno siga dibujando los Índices de Precios.

4. Alto grado de incertidumbre en los agentes económicos que tiende a paralizar la economía.

5. Serios problemas para enfrentar los vencimientos de deuda pública del próximo año.

6. Default de hecho de la deuda pública en pesos ajustada por CER al dibujarse el IPC.

7. El dibujo del IPC genera otra o hecho que es disimular el aumento de la pobreza. Si el IPC estuviera bien medido, nos encontraríamos con un plan de “inclusión social” que genera cada vez más pobres.

8. Incremento en la cantidad de gente que asiste a los comedores comunitarios. Otro indicador de la creciente pobreza que trata de esconderse falsificando las estadísticas.

9. Aislamiento político y económico del mundo. El impresentable eje Chávez-Evo Morales parecieran ser los únicos que pueden entenderse al momento de dialogar con el matrimonio presidencial.

10. Crecientes problemas financieros en las provincias por la concentración de los recursos tributarios en manos del Ejecutivo Nacional que los distribuye sin transparencia y de acuerdo a sus antojos políticos.

11. Un gobierno que empieza a ver como ya nadie se calla los ante los atropellos institucionales que comente. Sectores empresariales que fueron condescendientes con el gobierno porque los favorecía la política económica, empiezan a alzar sus voces denunciado los crecientes problemas económicos que tienen que enfrentar.

12. Imposibilidad de Cristina Kirchner de asistir a actos públicos sin tomar las precauciones para no ser escrachada o abucheada por la población. Basta con ver como están preparadas las vallas en la Quinta de Olivos para advertir el pánico que tienen a una nueva manifestación pacífica de la población en repudio a tanta soberbia y desgobierno.

13. Una sangría de apoyos políticos que los deja cada vez más solos en la arena política. Y salvo que una mano negra modifique los números de las elecciones del año próximo, el matrimonio presidencial está condenado a la derrota en las urnas.

14. Incremento en el riesgo país que refleja el escaso atractivo que tiene Argentina para invertir.

15. Renovada fuga de capitales.

16. Una maraña de subsidios para mantener artificialmente bajas las tarifas de los servicios públicos que se ha desbocado y tiende a ser infinanciable, al tiempo que no existen controles confiables sobre el uso de esos fondos.

El listado podría seguir, pero creo que con estos datos basta para advertir que el matrimonio presidencial empieza a pagar cada vez más caro el costo del abuso del poder que hicieron durante estos 5 años y medio. Creyeron que podían hacer lo que se les antojara con el poder que transitoriamente les delegó el pueblo mediante el voto. Se confundieron y creyeron que el voto los autorizaba a manejar el país sin someterse al orden republicano. Pensaron que tener una mayoría circunstancial autorizaba a adoptar formas de gobierno ilegítimas, y digo ilegítimas porque el monopolio de la fuerza que se les delega a los gobernantes es para que lo utilicen para hacer respetar el derecho a la vida, a la propiedad y a la libertad de los ciudadanos. No lo entendieron así y lo usaron para manejar arbitrariamente los impuestos que paga la sociedad, adquirir voluntades políticas con la chequera, apretar a las empresas para que no subieran los precios, exportaran o pudieran trabajar en libertad.

Utilizaron las reservas del BCRA para pagarle al FMI toda la deuda a los efectos de poder distorsionar las estadísticas y, de esta manera, ocultar la realidad. Al pagarle por anticipado al FMI, Argentina no fue más soberana, sino que se limitó a sacarse de encima al auditor que podía rebelar la realidad de la economía y el uso de los fondos públicos. Poco importó que los contribuyentes tengamos que asumir un costo financiero mucho mayor por esta bravuconada, porque el socialismo del siglo XXI del compañero Chávez parece tener algunos condimentos del capitalismo más salvaje a la hora de cobrar intereses cuando le presta dinero al matrimonio amigo.

Hablar de la crisis a la que nos están conduciendo ya no tiene sentido, porque la crisis ya comenzó. El debate, ahora, es saber cuál será la intensidad de esa crisis y cuándo llegará a su punto máximo.

El otro punto del debate es saber qué hará el matrimonio presidencial cuando el descontrol y el descontento popular adquieran dimensiones mayores a las actuales.

Están quienes dicen que los Kirchner intentarán sostenerse en el poder ante viento y mareas y que utilizarán todos los mecanismos que tengan a mano para lograrlo. Por otro lado, están los que sostienen que, ante la pérdida de apoyo político y el descontrol de la economía, preferirán victimizarse, como suelen hacerlo, y buscando una salida negociada bajo los tradicionales argumentos de la conspiración de los sectores oligarcas, el FBI, los fondos de inversión, la oligarquía vacuna o cualquier otro chivo emisario que puedan encontrar para sostener que no los dejan gobernar. Que ellos nos habían sacado del infierno y que nos llevaba al paraíso pero hubo manos negras que no los dejaron. En definitiva, como de costumbre, sostendrán que alguien conspiró contra la felicidad del pueblo argentino, cuando la realidad es que el único que conspiró contra el gobierno fue el mismo matrimonio que no ha dejado, ni deja de cometer, cuanto dislate uno pueda imaginar.

Una tercera alternativa podría ser que el matrimonio cambie de rumbo y gire 180 grados. Pero, desde mi punto de vista, creer en esa posibilidad es lo mismo que creer que los números del INDEC son ciertos. Una verdadera ingenuidad.

Hay un dato que el matrimonio debería tener muy presente. En Argentina, mientras la economía funcione medianamente bien, la gente suele mirar para otro lado cuando se producen casos de corrupción o avasallamiento de las instituciones. Pero cuando la economía empieza a temblar y se derrumba, entonces la gente le pasa la factura a los gobernantes por el problema económico más los problemas institucionales y de corrupción. Podríamos decir que el electorado argentino suele ser sumamente paciente o sumamente cruel con los gobernantes dependiendo del funcionamiento de la economía. Y, la realidad, es que hoy todo parece indicar que la gente está cada vez más volcada a la crueldad que la paciencia.

La gente ya no compara el 2005 con el 2002. Ahora compara su situación actual con la del 2005, cuando la artificialidad hacía que todo pareciera ser felicidad económica. Pasados los efectos de la borrachera económica, empiezan a sentirse los efectos de tanto abuso en la fiesta.

Si damos por descartado el giro de rumbo en las políticas públicas por lucir como impensables en la mente del matrimonio, solo queda por dilucidar qué harán cuando la crisis se acelere. ¿Pensarán que podrán dominar la situación con más autocracia o argumentarán, como ya es un clásico en ellos, que no los dejan gobernar los conspiradores que inventarán? © www.economiaparatodos.com.ar

\"\"
Se autoriza la reproducción y difusión de todos los artículos siempre y cuando se cite la fuente de los mismos: Economía Para Todos (www.economiaparatodos.com.ar)