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jueves 19 de febrero de 2004

Luis Patti: “En la Argentina hay que hacer cumplir la ley”

El ex intendente de Escobar y comisario retirado critica la no acción del gobierno frente al conflicto con los piqueteros y considera que esta situación pone en riesgo los derechos constitucionales del conjunto de la sociedad. Asegura, además, que en el país no se está apostando a la educación que es el único camino para salir adelante.

– Siempre se escucha decir que el Estado no va a judicializar el tema de la protesta social y que no va a reprimir, porque si se reprime hay heridos y muertos. ¿Necesariamente tiene que haber muertos cuando uno tiene que poner orden y desalojar un puente?

– Si hay profesionalismo y la intervención del Poder Judicial, no. De todos modos, yo creo que es un gran acto de irresponsabilidad no asumir las obligaciones que la Constitución y la ley le dan a los gobiernos. Y creo que, además, es peligroso. Porque si esto sigue así no va a haber garantía de los derechos constitucionales de nadie. Y algo todavía más grave: una parte de la sociedad va a creer que tiene más derechos que obligaciones. Y ningún país puede salir adelante si un sector cree que puede no cumplir la ley. Sin cumplimiento de la ley se va a afectar no sólo la economía sino también la libertad de las personas. Es más, ya la está afectando.
El gobierno debería decir: cumplan con la ley porque si no los vamos a hacer cumplirla con el brazo armado de la justicia, que es la institución policial. En una palabra, se trata de represión. Lo que pasa es que me parece que esa palabra, instalada durante muchos años como símbolo de otra cosa, está perjudicando hoy a los obreros, a los más humildes, a la gente de barrio, a la que no puede vivir en un barrio cerrado. Creo que se va a terminar privando, o ya se está privando, de la libertad a miles y miles de argentinos.

– Se supone que le delegamos el monopolio de la fuerza al Estado para no vivir como en el Far West, donde el pistolero más rápido era el que zafaba. Se supone que el Estado argentino debe defender los derechos del conjunto de la sociedad, pero no parecería estar haciéndolo. Hay 2 millones de planes Jefas y Jefes de Hogar. Entonces, ¿cuánta gente puede ir a los piquetes el próximo jueves?

– No mucho porcentaje de la población. De los 2 millones que reciben los planes, irán 10.000 o 15.000 en total. Además, a esos 10.000, por otro lado, los une más la desgracia que un tema ideológico. Porque no todos los que están dentro del piquete comparten una ideología determinada. Creo que tienen compromisos por los $150.
La Argentina debe comprender que los seres humanos, los norteamericanos, los japoneses, los alemanes, los brasileros, somos todos iguales. Hay una cosa que nos hace pares y es la aplicación de la ley. Los norteamericanos tirarían el papelito por la ventana o harían lo que se les ocurriera en las calles, sino hubiera una aplicación estricta de la ley. Pero no lo hacen porque hay una ley que se cumple y que te la hacen cumplir a rajatabla. En la Argentina hay que hacer eso porque si no vamos a perjudicar al conjunto de la sociedad en todo: en las libertades individuales, en el respeto a los mayores y, algo más grave, se va a perjudicar a los pobres. Al haber libertinaje miles de adolescentes pobres van a ingresar al delito.
Éste es un gobierno que no apuesta ni a la educación ni al respeto social . Eso es un peligro para el país.

– El tema es que si se tiene un pueblo bruto se lo puede llevar de las narices. Esa es la diferencia con la generación de 1880 que construía escuelas en el país y buscaban educar al ciudadano. Hoy parecería que lo que se quiere es embrutecer al ciudadano.


– Además, la educación es algo que, desgraciadamente, no genera votos. Pero que, sin embargo, genera futuro.
Creo que va a tener que venir un día un gobernante que diga: “la escuela primaria y secundaria son la forma de sacar este país adelante”. Y esto es así. Los países no salen adelante con los recursos naturales. Puede haber toda la soja que se quiera, el petróleo que se quiera, la pampa húmeda que se quiera, pero si no se tiene educación no hay forma de salir adelante.
El fiel reflejo de esto que digo lo tenemos en Japón. Ahí casi no hay recursos naturales, pero se invirtió en la educación. La Argentina no invierte en educación y no tenemos futuro si no lo hacemos.

– Porque las ventajas competitivas de las naciones no están en la soja, ni en la pampa húmeda, sino en la cabeza de sus habitantes.
Por otra parte, ¿no siente que en el tema de los piqueteros, en realidad, lo que hay son profesionales que lo que están buscando es un gran bochinche y una represión fuerte? ¿Cómo manejaría usted este caso?


– Yo le puede decir cómo lo manejé como intendente. Un día iban a cortar la Panamericana. Yo lo llame al fiscal y le dije: “mire, señor fiscal, si usted permite que corten la ruta yo voy a denunciarlo frente al Procurador General en la Provincia de Buenos Aires porque usted está cometiendo un delito”. El fiscal respondió con prontitud, mandó una intervención policial, no se cortó la Panamericana y nunca tuve un corte de ruta. No hubo ningún conflicto cuando el Estado hizo su presencia y cumplió con su obligación. Un fiscal no me puede decir: “el gobernador o el procurador me dijo que no, que no intervenga”. Si me lo dice, hago la denuncia porque el gobernador no puede hacer eso, sino también comete un delito.

– Con respecto al tema de inseguridad, ¿usted está viendo que se va a complicar cada vez más, va a seguir igual o va a mejorar?


– El delito va a aumentar un 40%. Porque toman medidas que no son las adecuadas: las cuadrículas, la cantidad de patrulleros, la cantidad de hombres no son suficientes, ni tampoco la calidad del servicio. Y le digo más, observe que el delito de autos bajó, pero subió otro delito. Porque no es cuestión de perseguir un delito, cerrando el desarmadero. Hay que meter presos a los autores que son los dueños de los desarmaderos, los que los encubren y los que roban los autos. Porque si no, esa gente se traslada a otro modus operandi, a otro tipo de delito que es lo que ha ocurrido en la provincia de Buenos Aires. Los delincuentes se reconvierten.
Si usted se fija en las estadísticas del gobierno son muy mentirosas: no aparecen los robos y los delitos simples, sólo aparecen los asaltos, los robos de vehículos, los que se cobran en los seguros, pero el delito menor, no.

– ¿Hoy en día la Policía y la Gendarmería están en condiciones de poder controlar a los piqueteros y al delito al mismo tiempo?


– Con este Código y la posición política que hay, no. A mí me gustaría que el policía gane mucho más, porque creo que él y el maestro deben ser los más mimados de los empleados públicos. Pero para eso hay una decisión política que tomar, hay que decir: “señores el que roba, roba y que se la aguante”. Pero si roba tiene que decir dónde está el cómplice, el arma, los que lo encubren.

– ¿Hay alguna relación entre la política y el delito?


– En la Policía de Buenos Aires es cierto que hay un sector en el que hay corrupción. Pero para mí son los menos. Ahora, que el gobierno diga no saber que existe el juego clandestino, que haga como que no existen redes de prostitución, me parece que ya es demasiado ingenuo. Entonces, de alguna forma, está permitiendo que esa institución se vaya corrompiendo de a poco. El gobierno tiene íntima relación con la corrupción policial. © www.economiaparatodos.com.ar




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