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viernes 28 de noviembre de 2014

Más expectativas…. (Con recursos siempre limitados)

Más expectativas…. (Con recursos siempre limitados)

Elvio Baldinelli escribió en la revista “Criterio” que el riesgo que enfrentan los países de América Latina no es el de las crisis financieras del pasado, sino los choques por el bajo crecimiento de sus economías y las altas expectativas de mejora del nivel de vida de clases medias cada vez más numerosas.

La cuestión a dilucidar sería como se armoniza esa relación entre el crecimiento con las expectativas de la gente.

Sabemos que aunque la economía crezca siempre habrá escasez, podrá cambiar la calidad de la escasez, una cosa –lo digo a guisa de ejemplo-sería la escasez de autos de alta gama o cualquier artículo suntuario y otra la escasez de oferta educativa, de alimentos o de atención sanitaria.

En esta perspectiva me parece útil recordar el segundo principio de la justicia de John Rawls que dice: “Las desigualdades sociales y económicas habrán de ser conformadas de modo tal que a la vez que: a) se espere razonablemente que sean ventajosas para todos, b) se vinculen a empleos y cargos asequibles para todos”

Uno de las cuestiones a la vez fácil de explicar y difícil de entender es que las expectativas de la gente de mejoras, crecen en progresión geométrica con relación a los recursos disponibles que en el mejor de los casos lo hacen siempre en progresión aritmética y la otra es que el crecimiento económico mantiene las desigualdades sociales y económicas, es cierto en otro nivel de calidad, pero allí estarán.

Es como un espiral ascendente, se pasa por el mismo lugar pero un poco más arriba que es lo que dice Rawls cuando propone que las desigualdades sean ventajosas para todos.

Sin embargo parecería que a la gente o quizás deberíamos decir “nosotros” nos cuesta comprender el significado del “crecimiento”.

El crecimiento implica esfuerzos, sacrificios personales y colectivos, y esencialmente el establecimiento de prioridades posibles y razonables que a su vez sirvan de escalones para otras nuevas. Esto es consecuencia fatal de la “escasez o limitación de los recursos”.

Diría, perogrullescamente, que todo no se puede.

El crecimiento no hace desaparecer la escasez o limitación de los recursos, las desigualdades sociales y humanas, el crecimiento no produce o no debería producir “abundancias” ya que por este camino se llega a los abusos y a la dilapidación que es el punto donde comienza el “populismo” y el empobrecimiento futuro.

Nuestra historia es rica en experiencias desaprovechadas.

En todo caso el “crecimiento debería generar “excedentes” o si se prefiere “oferta exportable” que es el camino iniciado hace años por Chile, en esta parte del mundo y ahora continuado junto a Perú, Colombia y México con su participación en el TPP (Acuerdo de Asociación Transpacífico) promovido por los Estados Unidos con la finalidad de concretar una integración económica en la región Asia-Pacifico.

Otra vía es la concreción de un tratado de libre comercio con la Unión Europea objetivo, reclamado por la dirigencia empresaria del Brasil que es posible se refuerce y concrete en este “nuevo gobierno” de Dilma Rouseff.

Estas agrupaciones de naciones en definitiva, buscan facilitar el crecimiento económico, el desarrollo sustentable y generación de nuevos empleos de buena calidad.

No es necesario decir que el aislamiento cualitativo de la Argentina es una injusta condena impuesta por la incultura “k” que nos sumerge en la sima de un fracaso colectivo, sin precedentes.

Ante la proximidad del cambio de gobierno en Argentina aun no se vislumbra por parte de la oferta política como se corregirán los abusos de estos doce años de populismo primitivo que hemos y estamos viviendo que, por otra parte, no son solo abusos económicos sino éticos y morales que es mucho mas grave.

Los que estamos de este lado de la oferta política aun no sabemos a qué y para que seremos convocados ya que la mera retórica es insuficiente.

Decía días pasados Jorge Giacobe que hoy el peronismo y el radicalismo son minorías y que más del 55% de la gente es independiente lo que no me queda claro es si esta mayoría supuestamente “independiente” no sigue pensando con mentalidad radical o peronista cuyo máximo objetivo es la mediocridad cultural, si se me admite la expresión.

Personalmente y siempre tomando como referencia el círculo reducido en que uno se mueve, advierto una búsqueda de “lo diferente”, diría la necesidad de buscar “otro” rumbo, quizás más bien la necesidad de saber que para crecer hay que administrar sabiamente, la escasez y esto es una cuestión de excelencia cultural.

Este es el desafío de la política…nuestro futuro no depende de “vaca muerta” o del resultado de un juego de azar…dependerá del nivel cultural del próximo gobierno