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jueves 30 de junio de 2005

Pases cortos 16

Apuntes sobre la Argentina, los argentinos y la realidad de todos los días.

OPERANDO PARA BOGGIANO: Es notable cómo los principales medios, y en ellos las espadas periodísticas más filosas, han estado pujando y tratando de influenciar con sus comentarios por la suerte del ministro de la Corte Antonio Boggiano. Unos diciendo que el Gobierno le debe favores (¿?) por el fallo de la pesificación de los depósitos, argumento realmente lamentable ya que encierra una corruptela y admite como normal la misma. Otros argumentos son razonables, ya que lo hacen desde el punto de vista jurídico, como el argumento de que “no se puede enjuiciar a un juez por sus fallos”, lo que es atendible, pero estos mismos “operadores” no lo dijeron en el caso de Moliné O’Connor. Al contrario, fomentaron su juicio y alentaron el término de “corte menemista”, en ese caso. Lo que se olvida el operador es que el Congreso, si accede a salvarlo a Boggiano, indirectamente le está dando la razón a Moliné y se vería en figurillas para que la Corte Internacional, donde está recurriendo Moliné, no le dé la razón por esto.
Sobre Boggiano, debo decir que en ámbitos judiciales y jurídicos irreprochables es considerado de los peores jueces que tiene la Corte y lo juzgan en forma muy severa, más por su conducta, donde recuerdan el caso del robo de una sentencia que perjudicaba las arcas del Ministerio de Economía (Verbitsky lo llamó recurso de “arrancatoria”).
Tan grave fue su conducta que, a partir de allí, se quebró la confianza en el seno mismo de la Suprema Corte. Muchos miembros del Poder Judicial tampoco se olvidan de su gestión como juez de primera instancia, que mereció la intervención de un Tribunal de Enjuiciamiento ante la denuncia de su propio secretario. La sentencia del Tribunal bien harían en leerla los miembros del Senado de la Nación.
Antonio Boggiano renunció como juez y en la actividad privada recaló en el estudio Marval, O’Farrell & Mairal, de donde se retiró sin honores. Poco tiempo después, y gracias a sus excelentes y aceitados contactos, fue designado ministro de la Corte. Su mérito académico es ser un experto en Derecho Internacional.
Como dato aleatorio, estarían dadas las condiciones para que Kirchner sea el presidente récord de la historia argentina en nombrar jueces de la Corte. Curioso, lo acusaban a Menem por eso y éste lo supera, y con creces, con casi los mismos objetivos: la búsqueda de las mayorías.

MARADONA EJEMPLAR: Acostumbrado a las críticas salvajes por su vida privada –por otro lado, nada privada–, bien merece una mención. Ver a este señor inteligente, intuitivo, buen conversador, educado, humilde y ubicado, da gusto. Y no sólo me da a mí un profundo gusto, sino que creo es un gran ejemplo para todos.
¿Quién vuelve del infierno tan temido de las drogas de esta forma?, ¿quién no ha conocido a algún amigo alcohólico y lo que ha sufrido hasta a veces lograrlo y transformarse en AA?, ¿quién no ha visto a conocidos caer en el mundo de las drogas y no poder nunca levantarse o volver a caer por el maldito entorno o simplemente por lo que significa ser adicto y la tremenda dependencia física y psíquica? Bueno, hasta ahora Maradona lo hizo, lo logra con una apelación y un reconocimiento de sus fallas conmovedor y aleccionador. Maradona rescata la familia (como gran sostén), habla de sus hijas y lo que perdió él por no estar con ellas en su adolescencia, habla, en definitiva, de la búsqueda del tiempo perdido, y lo hace con un sacrificio que debe haber sido y es ciclópeo. Si alguien sabe lo que es dejar una adicción, como es la droga, y luego dejar la ansiedad que su ausencia provoca y no poder reemplazarlo con nada, sólo con conducta y disciplina interna, sabe de qué estoy hablando.
Maradona es un ejemplo también para los dirigentes políticos, quienes sufren de la adicción al poder y se olvidan de la gente y la maltratan con su soberbia y desdén. Y si no, qué son si son otra cosa la pelea Duhalde-Kirchner, las diatribas insoportables de Aníbal Fernández, las mentiras constantes de los discursos presidenciales, la conducta con los dineros públicos, la ostentación de dinero y poder. De ellos aprende la gente común y por eso en casi todas las actividades que realiza nuestra sociedad estamos como estamos. Pues los ejemplos vienen de arriba y se reparten hacia abajo. Maradona, sin proponérselo y para su desgracia o no, es un ejemplo, un gran ejemplo que viene de él y lo transmite hacia abajo. Por eso, por ser el primero en dar el gran paso, hay que agradecerle, pues a no dudarlo que Diego puede llegar a ser un punto de inflexión en esta anomia social en que estamos sumergidos. Y no nos debe nada.

HIPNOTIZADOS: Como idiotas andamos por la vida, como zombies recitamos lo que dicen los medios. ¿Cómo se explica que con el 45% de la población bajo la línea de pobreza, este presidente tenga mas del 50% de imagen favorable? ¿Cómo se explica que los dirigentes empresarios porque les está yendo bien no levanten la voz ante los problemas tremendos de seguridad, salud, educación, la falta de planes, etcétera? ¿Cómo, que profesionales de indudable capacidad, con títulos por doquier, reconocidos, hablen loas de este gobierno? ¿Cómo se soporta el accionar de piqueteros profesionales para acallar la voz del que piensa distinto, el atropello y el uso de la fuerza para amedrentar y a un ministro del Interior que en vez de actuar como tal lo hace como si fuera un barra brava? Es tanto el miedo, es tanto el egoísmo, que no sabemos cómo reaccionar y sólo bajamos la cabeza y caminamos por la vida sin mirar a los costados. En la Argentina hay hambre por culpa de los gobernantes, y a nadie se le mueve un pelo, sólo a alguna ONG. No hay planes de erradicación, algo no tan difícil en un país tan rico. Pero como los desnutridos infantiles no votan, no interesan, total no hay conciencia, y por más que ese niño cuando sea grande sólo haya desarrollado el 80 % de su intelecto por desidia de los mayores, a nadie le importa. Los que mandan están para ser servidos, no para servir, y lo pueden hacer por que estamos todos “abombados”. © www.economiaparatodos.com.ar




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