Image Image Image Image Image Image Image Image Image Image
Scroll to top

Top

viernes 27 de julio de 2012

¿Pueden ser tan ignorantes al hablar de economía?

Solo un ignorante puede hablar de pesificar los contratos de futuro de mercaderías que cotizan en dólares. En la locura k pretende pesificar el mundo.

Mercedes Marcó del Pont, la misma que está generando un fenomenal proceso inflacionario y un tembladeral cambiario, acaba de afirmar que se está estudiando la posibilidad de pesificar las operaciones de futuro.
¿Para qué sirven los mercados de futuros? Para explicarlo sencillamente, es como una especie de seguro. El productor de soja ve el precio que cotiza el mercado la soja al momento en que tenga que cosechar. Si el precio le cierra porque le cubre sus costos y le deja una ganancia, vende a futuro, se asegura el precio de venta y se concentra en la producción. El precio al que va a vender deja de ser una incógnita para él.
El que le compra a futuro al productor asume el riesgo. ¿Qué riesgo? Que la soja cotice a un precio más bajo que al que le compró al productor. Digamos que el comprador, el que arbitra en un mercado, es como una compañía de seguros que asume el riesgo de un siniestro, comprar la soja a U$S 600 y termine cotizando a U$S 500 al momento de pagar el contrato de futuro.
Ahora bien, la soja y todas las commodities cotizan en dólares, salvo que, en esta locura kirchnerista que estamos viviendo, pretenda pesificar el mercado mundial de commodities.
Si los contratos de futuros se pesificaran, se estarían haciendo contratos en pesos de algo que cotiza en dólares como son las commodities. En ese contexto, el productor ni loco vende a futuro porque en el medio puede enfrentar una fenomenal devaluación y en vez de cobrar, digamos U$S 600 la soja, pude terminar cobrándola a U$S 250 si los contratos se hacen en pesos de un producto que cotiza en dólares. Para eso no hace el contrato y él asume el riesgo del precio pero no el riesgo cambiario, que, como está la Argentina, es mayor al riesgo precio.
Para que se entienda mejor. Es como si Marcó del Pont no permitiera que una persona que tiene asegurada su casa contra incendio no pueda ajustar el valor del monto asegurado y, en el medio de la inflación galopante que tenemos, quedara congelado por un año. ¿Para qué tomar un seguro así si, en caso de siniestro de incendio, no voy a poder reponer ni el baño porque lo que voy a cobrar serán monedas por la inflación?
Francamente no puedo creer que sean tan ignorantes a la hora de hablar de economía. La capacidad de destrucción que tienen es propia de una cuadrilla de demolición.