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jueves 6 de septiembre de 2007

Riesgosa aparición pública de la senadora Kirchner en Nueva York

Cristina Fernández de Kirchner viajará en los próximos días a Estados Unidos para participar de un panel académico organizado por la Universidad de Nueva York. Podría llegar a enfrentarse a algunas preguntas incómodas. ¿Tendrá respuestas?

La senadora Cristina Fernández de Kirchner está preparando su paso solemne por Nueva York, que ella supone será triunfal y recogerá toda suerte de pleitesías. No solo las habituales de Susan Segal, del Council of the Americas, sino además las de Juan E Méndez, Presidente del “International Center for Transitional Justice” de la New York University.

En efecto, el lunes 24 de septiembre, a las 18 horas, un grupo de curiosos seguramente concurrirá a verla -y escucharla- a la sesión académica que ese Centro organiza en el “Tishman Auditórium”, de la Universidad, emplazado en el primer piso del “Vanderbilt Hall”, en 40 Washington Square South, entre las calles MacDougal y Sullivan.

Luego los concurrentes, como es de práctica, cenarán opíparamente en el glamoroso restaurante italiano “Il Buco”, ubicado en 47 Bond Street, entre Lafayette y Bowery, seguramente para celebrar allí el gigantesco “buco” que la Senadora le hizo al sistema judicial argentino con su reforma del Consejo de la Magistratura que somete a nuestros jueces a los designios del poder político, comprometiendo su independencia y su imparcialidad.

Pero hay más, La Senadora compartirá el panel del encuentro universitario con el español Juez Baltasar Garzón, un amigo de las candilejas, como la Senadora. Pero un hombre de coraje.

¿Qué ocurrirá si a alguno se le ocurre preguntarle a la Senadora por la situación de los ex -guerrilleros de la década de los 70, que están indultados y absolutamente impunes, pese a haber asesinado a centenares de civiles inocentes, en contravención de las normas de las Convenciones de Ginebra de 1949, de las que Argentina es parte desde 1956, en cuyas cláusulas “Martens”, reiteradas religiosamente en cada convención, incluyendo la que gobierna la conducta de las partes en los conflictos “internos”, se considera un crimen de guerra el de asesinar a civiles inocentes?

¿Qué pasará si a alguno se le ocurre preguntarle si sabe que desde el caso “Martic”, resuelto por el tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, en su momento designado por el Consejo de Seguridad, se ha asimilado a los crímenes de guerra (asesinar a civiles inocentes) con los crímenes de lesa humanidad, imprescriptibles por definición, y por qué entonces no se invalidan los indultos que benefician a quienes asesinaron a civiles inocentes confiriéndoles impunidad?

¿Insistirá ella con el remanido “cuento” (legalizado -hasta no hace mucho- por la propia Suprema Corte de la Nación Argentina -que acaba sin embargo de abandonar -patinosamente- ese criterio en la causa de un ex policía, un tal Sr. “Derecho”, recientemente resuelta) de que los crímenes de lesa humanidad solamente pueden ser cometidos por quienes actúan en nombre del Estado, que nadie en el mundo acepta?

Puede ser un banquete para los oídos, si la sabihonda Senadora, blandiendo arrogantemente sus acusadores deditos, intenta salir del profundo atolladero en que las preguntas aludidas, que no son menores, pueden sumergirla.

Habrá que esperar. Quizás el Cónsul Timerman la haya “preparado” para este supuesto, del que sabe poco y nada.

Quizás se refugie en la constante prohibición de preguntas que impone en sus concurrencias a programas como éste.

Habrá que ver cómo sigue esta historia, que puede ser bien entretenida. © www.economiaparatodos.com.ar

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