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lunes 28 de julio de 2014

Sin acuerdo con los holdouts crece la incertidumbre

Sin acuerdo con los holdouts crece la incertidumbre

Crece la posibilidad de que el próximo miércoles, el 30 de julio, la Argentina entre en default, aunque se afirma que la Presidenta no admitirá la cesación de pagos

Panorama nacional

El viernes pasado hubo una nueva reunión en New York entre los representantes del Gobierno nacional y el mediador Daniel Pollack, la que duró sólo ochenta minutos y en la que no participaron los holdouts. Sin haberse llegado aún a ningún acuerdo, por la tarde se confirmó que la delegación argentina volvería a Buenos Aires para «solicitar nuevas instrucciones» del Gobierno. Esta situación aumentó los temores en los mercados de que el país no llegue a un acuerdo para evitar caer en default esta semana, habiéndose anunciado que el diálogo con el mediador «continuará en los próximos días». Sin embargo, en ese escenario el gobierno de Cristina Fernández consideraba que ya no quedarían alternativas de negociación posibles y por eso crece la posibilidad de que el próximo miércoles, el 30 de julio, la Argentina entre en default, aunque se afirma que la Presidenta no admitirá la cesación de pagos. Otro tema que preocupa es que la pomposa alianza estratégica integral que firmaron recientemente Argentina y China puso en alerta a empresarios brasileños, quienes temen ahora que el nuevo estatus de aquella relación bilateral vaya más allá y Argentina libere las importaciones desde allí en detrimento de las brasileñas. Mientras, según datos publicados por la AFIP, desde que en enero pasado se autorizó la compra de dólares billetes para atesoramiento, en lo que va del año los particulares compraron unos USD 1.004 millones. Pero tras el entusiasmo inicial que despertó la medida, entre abril y mayo el tipo de cambio se mantuvo estable y las tasas subieron, reduciéndose por ello la demanda de los ahorristas a unos USD 6,7 millones diarios. Sin embargo, a partir de junio y debido a los problemas con los holdouts y la mayor liquidez en el sistema se incrementaron las compras a USD 8,08 millones diarios en ese mes y a USD 9,87 millones en lo que va de julio. Entre los compradores, el 91,4% está empleado en relación de dependencia, un 65% en el sector privado. De las operaciones validadas un 89,9% prefirió llevarse los billetes y pagar el 20% más ($ 9,82) sobre la cotización oficial del dólar ($ 8,18), en vez de dejarlos depositados en una cuenta especial por un año. Y, por cierto, la causa de todo esto es la creciente incertidumbre sobre nuestro futuro como nación. Y en este sentido también preocupa lo que pasa en el MULC argentino, que durante la semana pasada continuó operando un volumen muy bajo, esta vez por un total de sólo USD 996 millones y con un promedio diario de USD 199 millones, 1,5% menor al de la anterior. Por su parte, el Banco Nación fijó el viernes su cierre vendedor de transferencia en $ 8,1780, con un ajuste al alza del 0,2% al cabo de las cinco jornadas, similar al mismo período anterior. En sus diarias intervenciones en el mercado el BCRA terminó comprando unos USD 318 millones, pero sus reservas sólo subieron USD 32 millones hasta USD 29.708 millones, según cifras provisorias, mostrando un incremento en lo que va del mes de unos USD 430 millones. En el mercado de futuros de New York el peso/dólar se negoció para el plazo de un año a $ 11,0525, con una tasa implícita del 35% anual.

Panorama internacional

En los últimos años la Unión Europea ha sufrido una fuerte crisis, de origen interno, que generó tensiones entre sus miembros y provocó conflictos sociales hasta la posibilidad de alguna escisión. Pero si bien esos riesgos no han desaparecido totalmente la probabilidad de que las condiciones económicas internas provoquen consecuencias extremas en la eurozona ha disminuido considerablemente desde 2012. Sin embargo, ahora preocupan fuertemente las evidentes amenazas externas, como lo son el avión derribado de Malasia Airline, con 298 personas a bordo, el conflicto entre el Gobierno de Ucrania y los separatistas y la posición asumida por Rusia, así como la enorme inestabilidad en la frontera sur de Siria, en Israel y los territorios palestinos, Egipto y Libia y, también, las recientes tensiones políticas en Turquía. Si todo esto perdurara podría representar una nueva amenaza para la cohesión y la estabilidad financiera de Europa, aumentado por ello la incertidumbre. No obstante, según los datos que se han venido conociendo, la recuperación de la economía de la eurozona aparece con cierto impulso en julio, ya que los Índices de Gestores de Compra –PMI, por sus siglas en inglés– apuntan a un incremento en la actividad del sector privado liderado por Alemania y el sector servicios, aunque los informes también recogen las crecientes preocupaciones generadas por la crisis de Ucrania, que puede haber provocado una desaceleración en los pedidos y haber debilitado la contratación. Con relación a los Estados Unidos, el jueves pasado se conoció otro muy buen dato sobre el empleo, como lo fue la fuerte baja a 284.000 de los pedidos semanales de subsidio por desempleo, que mostraron así su nivel más bajo desde la semana del 18 de febrero de 2006. No obstante, de las dos principales monedas la más afectada es el euro porque sufre presión en dos frentes. Por un  lado está la posibilidad de que los Estados Unidos suba sus tasas de interés el año próximo y, por el otro, la política cada vez más expansiva del BCE, siendo ésta una situación que probablemente perdure en los próximos meses. Así, la moneda de la UE ha retrocedido desde principios de este mes frente al dólar un 2,2%, aunque es necesario destacar que la fortaleza mostrada por la divisa estadounidense está fundamentalmente justificada. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional ha actualizado sus previsiones sobre el crecimiento económico mundial para 2014, rebajándolo en tres décimas hasta el 3,4% desde la cifra pronosticada en abril. La entidad prevé un crecimiento del 1,7% para 2014 y 3% en 2015 para los Estados Unidos y del 1,1% y 1,5%, respectivamente, para la Eurozona. Esta semana se conocerán datos fundamentales en los Estados Unidos, como lo son el del empleo y el PIB, así como la reunión del FOMC de la Fed el miércoles. Al cierre del viernes en el mercado de New York el euro se negociaba a 1,3430 dólares.

Fuente: http://www.abcmercadodecambios.com/