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jueves 13 de mayo de 2004

Tata Yofre: “Tenemos un país a la deriva”

Las encuestas siguen mostrando una tendencia en picada de la popularidad de Néstor Kirchner. La interna justicialista se recalienta, las inversiones extranjeras no llegan y hay rumores de que el gobierno buscaría adelantar las elecciones legislativas. Una charla sobre las contradicciones del presidente y el desamparo político en el que vivimos.

– Para el gobierno parecería ser que la clave está en atraer inversiones. ¿Usted cree que las medidas que toma ayudan a esto o al revés?

-Yo me pregunto cómo va a traer dinero el inversor extranjero acá si el presidente todavía no trajo de afuera la plata de su provincia. Hace un año, el gobernador Acevedo prometió que iba a repatriar ese dinero ¿dónde está? Entonces, por qué yo un petrolero francés, por ejemplo, voy a poner plata en la Argentina cuando el presidente de ese país no lo hace. Es ilógico. No está dando el ejemplo, y debería hacerlo.
¿O qué tipo de seguridad puede tener un inversor extranjero con lo que le hicimos a Chile?
Por eso, traer la plata demostraría, aunque sea, seguridad en su propia gestión. Lo que pasa es que no hay gestión.

– ¿Y dónde está esa plata?

– No se ha informado eso. En un momento se dijo que estaba puesta en bonos del tesoro norteamericano, después que había ido a Suiza…
Yo creo que el presidente, como todo ser humano puede cometer errores. Incluso el operador financiero del banco al cual el presidente confió parte del dinero, puede cometer errores. Es decir, comprar bonos de la deuda rusa y defaultear. Pero, dígaselo a su gente. Debe decirle dónde está, qué pasó.

– Duhalde ahora le pidió a Kirchner que fuera el presidente del partido justicialista. Pero hace unas semanas, en San Vicente, se juntaron él, Scioli, Obeid, Camaño, De la Sota y…

– Sí, y se sacaron una foto en el tren que usó el Teniente General Juan Domingo Perón en la campaña del’46. Es como si Kerry fuera a sacarse una foto en el tren que usaba Truman en la campaña electoral que lo llevó a ser presidente de la República después de la muerte de Roosevelt. Es mirar, constantemente al pasado.
Pero yo le voy a decir una cosa. Cuando Kirchner responde con una ironía tildando a esa reunión de San Vicente, de “transeternidad”, como que era una cosa del pasado, en contraposición a su “transversalidad”. Kirchner se olvida que él también miró al pasado, con lo de la ESMA. Después dijo que se equivocó y ese fue un gesto humano del presidente. Yo creo que ahí se provocó un crack.

– Esta no es la primera contradicción de Kirchner. ¿En realidad, no es una constante? En su discurso, por ejemplo, dice “todos los que compraron bonos en la Argentina de los ’90 que se embromen y que se aguanten el default, porque ellos también son responsables”. Mientras tanto, él se endeuda en el orden de los $15.000 o $16.000 al año. Entonces, si se endeudaban en los ’90 estaba mal. Si se endeuda él, en cambio, está bien. Lo mismo, si se hace un acto por el tema de Perón, “están mirando al pasado”. Si él descuelga todos los cuadros de la ESMA no es mirar para atrás, sino que está mirando al futuro… ¿Cómo es esto?

– Toda esta tendencia a las contradicciones, que usted está señalando, es la misma observación que hizo Bush a la vuelta de la última reunión con Kirchner. Estaba el presidente, su secretario de Estado, Colin Powell, Condoleezza Rice, Otto Reich y el presidente norteamericano dijo “yo no entiendo a este presidente argentino. En la reunión pasada me dijo una cosa y en su discurso público dice otra”. Habrá castigado duramente a Cortina en Estados Unidos, pero en la reunión que iba a tener ahora le iba a pedir disculpas. Y le iba a pedir a REPSOL YPF si le podía dar aquellas áreas que no estaba explotando. Mientras el martes, lo trató de chantajista. Es muy contradictorio.
Voy a darle dos datos que se están manejando esta semana: están pensando adelantar las elecciones legislativas para noviembre y hacer la reforma política vendida por Béliz. ¿Por qué? Porque este fin de semana va a salir una encuesta del Instituto Di Tella en la que se revela que el presidente está cayendo en su índice de popularidad. Creo que está en el 53 por ciento. Entonces, necesita elecciones hoy porque el año que viene no sabe si va a poder penetrar en el justicialismo tanto como puede hacerlo hoy.

– ¿A usted le parece que en esa reunión de San Vicente le mostraron los dientes a Kirchner?

– Son esas cosas que ocurren dentro del justicialismo. ¿Vio cuando uno escucha a los gatos maullar y piensa que se están peleando cuando, en realidad, se están reproduciendo? Yo creo que es algo así.
Estas peleas están marcando el campo de batalla que podría tener lugar, por ahí, el año que viene. Pero también podría adelantarse la lucha a noviembre. Porque si el combate político iba a darse en el 2005, en el contexto de la integración de la lista de diputados en el nuevo Parlamento, al adelantarse esas elecciones, también se está adelantando la pelea.

– ¿Para usted va a haber enfrentamiento sí o sí?

– Sí.

– O sea que las declaraciones del martes de Duhalde acerca de que Kirchner sea el presidente, son sólo una estrategia para mostrar que no están peleados, por ahora.

– El que quiere ser presidente del bloque es Duhalde. Eso es claro. Yo creo que se trata de una estrategia para decirle al presidente “rodéate con el peronismo y termínala con el verso de la transversalidad”.

– ¿Porque si no…?

– Si no, irá a una derrota política el año que viene.

– En realidad, esto me preocupa mucho más porque tampoco creo que sea Duhalde el estadista que precisa la Argentina.

– Bueno, acá hay un vacío de conducción muy grande, pero viene de hace mucho, ya. En el año ’72 hubo gente que perdió la vida porque luchaba y eso que había un cuatro por ciento de desocupación, un ocho por ciento de pobreza y el salario estaba en 1.100 pesos. Desde esa fecha hasta hoy estamos endeudados en 180.000 millones de dólares y la gente no sabe a dónde se fue toda esa plata. Ese es el fracaso argentino.

– ¿La Argentina se ha deteriorado tanto en los últimos 60 años que hoy le parece que se puede levantar con un puntero político o con un hombre que sigue pensando en la década del ’70 y cree que la economía funciona con un señor gordo con un habano manejando miles de millones de dólares?

– La última vez que estuve con el secretario del tesoro norteamericano, el año pasado, en un momento preguntó “¿En la Argentina no hay un Lincoln?” Y no. No hay. Y yo iría más allá. En la Argentina no hay un Churchill. El país necesitaría uno, pero no está. Y no va a aparecer tampoco. El peronismo, claramente, no lo tiene. Y tampoco lo es el hombre en quien mucha gente confió, López Murphy.

– ¿Por qué?

– Porque apareció en los primeros tiempos del gobierno de Kirchner como un hombre dubitativo. Me hacía acordar a Casella que era candidato a vicepresidente de Angeloz y realmente no sabía si quería ser político o no. Y me da la impresión de que, en algún momento, López Murphy dudó entre dedicarle su vida a la política o volver a su actividad profesional personal.

– ¿En realidad, entonces, el país está a la deriva?

– Y sí. Tenemos un país a la deriva. No es que Kirchner fracasa, se va y viene alguien a enmendar todo.

– ¿Seguiremos a la deriva?

– Y, vendrá Scioli… © www.economiaparatodos.com.ar



Juan Bautista “Tata” Yofre es periodista y fue jefe de la SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado) durante el primer gobierno de Carlos Menem.




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