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sábado 11 de enero de 2014

Una Argentina sin economía

Una Argentina sin economía

El titulo parece un oxímoron, pero no lo es, solo lo parece

La tarifa del transporte público tuvo un incremento del 66%; el transporte aéreo de cabotaje del 12%; el combustible, me refiero a la nafta “super” del 57% en el año; no se sabe exactamente cuál fue el incremento salarial de las fuerzas de seguridad en varias provincias, pero en algunos casos superó largamente el 50%; en Neuquén el personal de sanidad habría arreglado por un 35% según da cuenta el diario “La Mañana”; para las próximas paritarias se habla de una base del 35%; una vez más se firman “acuerdos de precios” al tiempo que padecemos escaseces de todo tipo, de energía, de transportes, de infraestructura, de sanidad, de educación, del servicio carcelario.

Escasea la moneda extranjera, se traban no solo las importaciones sino también las exportaciones, llegando al extremo que el “tomate” se convirtió en una cuestión de estado y mañana podrá serlo el precio de la manzana, de la frutilla o de la calabaza.

Estas cuestiones opacaron la explotación de “vaca muerta” o el futuro del funcionamiento del sistema eléctrico y lo grotesco fue que el propio gobierno salió a desmentir la renuncia del CEO de YPF cuando nadie sabía que hubiera renunciado o a desmentir una modificación en la regulación del impuesto a los bienes personales cuando parecía que se estaba enviando al Congreso el respectivo anteproyecto de ley anunciado por el pudiente Echegaray que pagó $ 900.000 de impuestos para comer en un restaurante con manteles de papel y vasos de plástico… y el devaluado Capitanich, alias “el coqui” que hoy se cotiza a menor precio que el dólar oficial…..

Se trae material ferroviario nuevo para circular por vías que a duras penas podría soportar la circulación de un viejo tranvía tirado por caballos y se inaugura un servicio que para recorrer los 198 Km que separan a Buenos Aires de Bragado, demora tan solo 5 horas…

Hay rutas en estado deplorable en las que por razones de seguridad se debería prohibir la circulación, pero resulta más eficiente  advertir mediante carteles que están en mal estado, en vez de repararlas…

A propósito últimamente recorrí varias rutas nacionales y provinciales y cuesta creer que salvo el caso de la Panamericana, de todos modos ya colapsada, los accesos y egresos de la ciudad son los  mismos de hace 50 años, las  mismas rutas, el mismo ancho, sin mantenimiento, sin banquinas y con un tránsito agobiante.

En la famosa ruta del desierto en la Provincia de LA PAMPA, la policía local con muy buenos modales advierte que se trata de un tramo de 200 Km riesgoso, pero en ese tramo, no hay teléfonos “SOS”, no sé advierten guardias sanitarias y en nuestro caso con MOVISTAR  carecíamos de señal durante gran parte del trayecto.

La inflación del “congreso” como se la llama merced a Guillermo Moreno, dice que fue del 28% para el año pasado y la próxima personalmente creo que la superará largamente, pero a ciencia cierta si uno mide la inflación por los propios gastos estamos superando el 50%.

De todos modos si comparamos los incrementos de precios descriptos al inicio con la inflación vemos que hay una relación que está rota que nos lleva a un punto crucial y que debemos aceptar, en la ARGENTINA no hay precios, a pesar de Kicillof.

Si no hay precios quiere decir que no hay dinero, aunque existan billetes numerados de 2, 5, 10, 50 y 100, no me atrevo a decir “pesos” porque sería ofender a mi propia inteligencia y la del lector y si no hay dinero no hay economía, porque la verdad sea dicha, el dinero es un elemento esencial para cualquier teoría económica, como lo es la sangre para el ser humano, sin sangre no hay vida.

Y así está la Argentina sin economía, por eso Kiciloff sobra y su arrogancia es la medida real no solo de su mínima estatura sino de esto que en la Argentina es un sistema económico sin economía.

Este muchacho al que le gusta hablar de “papagayos”, de hangarcitos despreciando al prójimo, es un excelente personaje de un “anime” del que lamentablemente los argentinos somos personajes reales….

Nada vale lo que cuesta producirlo por eso que los precios se incrementen 10 o 100 por ciento, es lo mismo que alarmarse porque un cadáver no mide la fiebre o su presión.

Un absurdo en un peaje cercano a la ciudad de Buenos Aires, creo que fue en la ruta 8 pagué $ 2,00, ¿tiene sentido…? (u$s 0,20), lo grave es que el tramo de ruta ni siquiera vale eso….