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miércoles 20 de junio de 2012

Venezuela “El régimen no está dispuesto a desprenderse fácilmente del poder”

Ante la cercanía de elecciones claves para el futuro de Venezuela,  el economista y empresario, Pedro Carmona Estanga, es consultado sobre los principales retos del próximo gobierno del país bolivariano ¿es posible un chavismo sin Chávez?Pedro Francisco Carmona Estanga nació el 6 de Julio de 1941 en Barquisimeto, Venezuela. Es Economista, graduado en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) de Caracas, con estudios de postgrado en la Universidad Libre de Bruselas, Maestría en Educación en la Universidad Sergio Arboleda en Bogotá, y un Doctorado en Economía en la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (ESEADE) de Buenos Aires, Argentina.

Proveniente del ámbito empresarial privado, en su hoja de vida se destacan distintos cargos directivos en importantes empresas químicas y petroquímicas de Venezuela y la Presidencia de Fedecámaras, la principal asociación de asociaciones de comercio y producción de Venezuela. Posee varias condecoraciones internacionales, entre ellas la Orden del Sol del Perú, la Orden Nacional del Mérito de la República de Colombia y la Orden Bernardo O’Higgins de Chile.

Con ese impresionante perfil profesional fue que los días 12 y el 13 de Abril de 2002, Pedro Carmona Estanga llego a ocupar el sillón presidencial en el Palacio de Miraflores, bendiciendo a los venezolanos con los dos únicos días sin Hugo Chávez que han tenido en 14 años de autocracia.
Pero, tras el polémico regreso de Hugo Chávez al poder, el régimen apuntó todo su aparato propagandístico contra Carmona Estanga, buscando demonizar su imagen entre los miembros del partido oficialista y una amplia mayoría de la oposición.

En la ciudad de Bogotá, donde lleva una década de exilio, se encuentra abocado a tareas académicas e intelectuales, promocionando incansablemente los beneficios de la libertad y la democracia en todo el continente. Desde su escritorio tiene la oportunidad de seguir muy de cerca y de alimentar el debate constructivo sobre el estado de cosas de su amada Venezuela y la región. Ante la cercanía de unas elecciones clave para el futuro de su país y sin dejar de recomendar su blog desde la distancia, nos animamos a consultarlo acerca de distintos temas de actualidad:

¿Es posible un chavismo sin Chávez?

Cuando un régimen asume un carácter autocrático, caudillista y centralista, como es el caso del de Chávez, resulta – por decir lo menos – difícil que pueda ser perpetuado con éxito por otros con menor capacidad de conexión con los estratos populares, pues son conocidas las dotes mediáticas y narcisistas del gobernante. La figura de Chávez, pese a la ineficacia de su gobierno y a la destrucción y caos prevalecientes en Venezuela, no puede subestimarse, pues muchos segmentos populares han sido subyugados y comen de la mano del caudillo. Por lo demás, las luchas internas de poder que afloran dentro del chavismo debilitan aún más esa posibilidad, aunque hay que decirlo, la perpetuación del régimen venezolano es también de interés para los países del ALBA, Rusia, Irán, Bielorusia y China, países que o respaldan al régimen venezolano o dependen de él, o para naciones de la cuenca del Caribe que reciben cuantiosos subsidios sobre la factura petrolera, o hasta para Argentina y Brasil, que han obtenido jugosos contratos y exportaciones a Venezuela, a cambio del silencio o solidaridad con Chávez. La chequera, en fin, ha sido amplia y generosa, mientras el país está lleno de necesidades insatisfechas.

Ahora que hay certeza de que la escasa salud del primer mandatario venezolano es insuficiente para que pueda liderar un nuevo período de gobierno y que la oposición ha concentrado todas sus fuerzas en impulsar a un candidato único, ¿como considera hoy que termina el 2012 en Venezuela?

Mi mayor deseo sería que Chávez conserve la salud y que sea derrotado electoralmente el 7 de octubre. De lo contrario, se crearían mitos que han sido nefastos en experiencias como las del peronismo en Argentina. El candidato unitario de la oposición en Venezuela está remontando en las encuestas y en el entusiasmo popular, como lo muestra la gigantesca marcha realizada el pasado 10 de junio para la inscripción de la candidatura opositora en cabeza de Capriles Radonski. Pero no hay que llamarse al engaño, el sistema electoral venezolano está viciado hasta los tuétanos, y el ventajismo oficialista plantea inocultables irregularidades y asimetrías. Pese a ello, tengo íntima confianza en la posibilidad de que en octubre se abra una etapa de cambio democrático, pero la oposición debe prepararse para asegurar la gobernabilidad, el cambio de sistema, que no es de un gobierno democrático a otro, y para manejar escenarios políticos complejos, ya que el régimen no está dispuesto a desprenderse fácilmente del poder.
 
¿Con qué objetivos considera que Hugo Chávez acaba de crear el Consejo de Estado y habla con gran entusiasmo de retirar a Venezuela de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)?

No están claros los propósitos, pero basta con que aparezca la figura fría y maquiavélica de José Vicente Rangel al frente de dicho Consejo, para cavilar sobre cuáles son los propósitos que lo inspiran. Algunos analistas consideran que el Consejo estaría llamado a iniciar una transición política si Chávez se ve inhabilitado por razones de salud, otros dicen que tiene por objetivo neutralizar las apetencias y la lucha política en las filas del chavismo. En fin, todo esto está por verse.
En cuanto a la encomienda hecha por Chávez al Consejo de analizar el retiro de Venezuela de la CIDH, la misma no podría desligarse de la pertenencia a la OEA, por lo cual, a juzgar por los resultados de la Asamblea de la OEA recientemente concluida en Cochabamba, Bolivia, quizás se opte por una reforma de la Comisión para debilitar sensiblemente sus facultades. Es visible que la intención de Cuba, del régimen chavista y la de sus socios del ALBA, es continuar en la línea de modificar en profundidad toda la arquitectura institucional interamericana, para adaptarla a una tolerancia mayor ante las autocracias, a reflejar el sentimiento antinorteamericano que las inspira, hasta llegar a la exclusión de Estados Unidos y Canadá en el sistema sustitutivo, sin olvidar que se propicia un nuevo concepto de Carta Democrática en el marco de Unasur, y de la futura CELAC, que sólo pone énfasis en el origen electoral de los gobiernos –y no en su limpieza– ni en el carácter fundamental que debe inspirar a una democracia, que es la legitimidad en el desempeño de las funciones de gobierno.

¿Cuales son las fortalezas y las debilidades que ve en Henrique Capriles Radonski como candidato presidencial? Resultó bastante confusa la incomodidad que mostró Capriles cuando el ex Presidente Álvaro Uribe Vélez de Colombia le dio todo su apoyo.

No estoy próximo al candidato de oposición, pero como venezolano puedo decir que la legitimidad de Capriles deriva de su escogencia en buena lid en las elecciones primarias organizadas en toda la geografía nacional. Sus fortalezas podrían centrarse en su juventud, a la vez que en un exitoso desempeño como parlamentario, alcalde y gobernador, y por haber triunfado en todas las contiendas en las cuales ha participado para cargos de elección popular. En lo personal consideraría que no obstante su favorable estrategia de no caer en las provocaciones que tratan de hacerlo subir al ring de boxeo donde Chávez es fuerte, Capriles no debe desdeñar el sentir de muchos venezolanos de afirmar la denuncia de un estado calamitoso de cosas prevaleciente en el país, del abierto ventajismo electoral oficialista, y de tantos atropellos a las libertades fundamentales y al Estado de Derecho, incluyendo muchos presos, exiliados o perseguidos políticos por convicciones  contrarias al régimen.
Sobre la reacción frente al apoyo de Uribe, creería que la intención de Capriles es no mezclarse en las pugnas que se han hecho visibles entre los presidentes Santos y Uribe, aunque la población opositora venezolana valora muchas de las denuncias formuladas por el ex presidente Uribe.

Algunos grupos de la sociedad civil venezolana denuncian que el G2 cubano impulsa una guerra psicológica en Venezuela con el objetivo de desmoralizar a la oposición y que ésta se sienta decepcionada y frustrada en todos sus esfuerzos. ¿Le parece que esta hipótesis resulta creíble?

Es absolutamente claro que la matriz de opinión que se ha querido sembrar con el apoyo del G-2 cubano, hoy enseñoreado en el manejo de áreas estratégicas en Venezuela, es la de un Chávez imbatible y a una distancia amplia en la delantera. Se conoce públicamente que han comprado y manipulado no pocas encuestas. Pero otras lo desmienten, amén de las impresionantes movilizaciones populares que ha logrado Capriles en las últimas semanas. Recordemos que para Cuba, la permanencia del régimen chavista es de vida o muerte, y lo mismo podríamos decir para Siria, Irán, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, y para tantas oprobiosas dictaduras o movimientos políticos extremistas con los cuales se ha identificado Chávez en forma personal.

En relación a las denuncias de los magistrados Eladio Aponte Aponte y Luis Velázquez Alvaray, que de alguna manera confirman lo que ya todos sabíamos ¿cuáles considera que serán en última instancia las repercusiones de dichas denuncias?

Las denuncias de los exmagistrados mencionados se suman al voluminoso expediente de presuntos vínculos de altos oficiales y de funcionarios del oficialismo con la corrupción, el narcotráfico y el apoyo a la guerrilla colombiana. Vislumbro que todo ello no es sino la punta de un “iceberg” que seguirá aflorando en la medida en que otros funcionarios, al verse comprometidos o amenazados, continúen aportando elementos de juicio sobre los carteles y mafias que se han enquistado en el entorno cercano a Chávez. Ante esas evidencias, presumo que el gobierno de los Estados Unidos no mantendría la línea de silencio o prudencia ante el rumbo de los acontecimientos en Venezuela.

¿Usted considera que en el futuro, cuando Venezuela sea eventualmente administrada por un gobierno democrático y electo de manera transparente, los responsables y cómplices de estos 14 años de caos y corrupción chavista terminarán pagando por sus crímenes? ¿O considera que hay buenas posibilidades de que disfruten de un importante grado de impunidad?

Los retos principales de un gobierno de cambio en Venezuela serían: a) Propiciar la reconciliación nacional y el desmonte de los odios y lucha de clases, sin impunidad; b) Reconstruir la institucionalidad nacional, hoy destruida y sustituida por formas de organización caudillistas e ideologizadas; c) Desarmar a una nación armada hasta los dientes, y que ha llegado a una situación de anarquía y anomia sorprendentes; d) Reorganizar una economía inflacionaria, endeudada, estatizante, con un aparato productivo disminuido, y restablecer condiciones para la inversión y la propiedad privada, con reglas del juego claras; e) Darle organicidad a los programas sociales, para convertirlos en institucionales e incluyentes, haciendo énfasis en la generación de empleo y en la provisión de servicios de calidad en educación, salud, vivienda y seguridad personal; y f) Un reenfoque de la política internacional, para ajustarla a los intereses reales del país, y no a los objetivos políticos de un gobernante de turno. Cada uno de estos retos es  difícil y complejo. De allí la necesidad de una gran sumatoria de voluntades, y que el país se convenza de que es posible retomar una senda de progreso, con amplias libertades, y asegurando un énfasis en lo social con inclusión y eficiencia.

En Bolivia, diputados de oposición acaban de denunciar la presencia de cinco bases militares venezolanas en su territorio. ¿Que comentarios tiene al respecto?

Desde comienzos del gobierno de Evo Morales, se informaba sobre la cooperación militar venezolana en ese país. ¿Se recuerda el caso de un avión Hércules venezolano que aterrizó en un aeropuerto de provincia boliviano, al parecer cargado de armas, y que debió despegar pues iba a ser atacado por pobladores locales? ¿O el suministro de equipos militares y helicópteros a Bolivia, y la ayuda en la adquisición del avión presidencial? ¿O la entrega pública de cheques venezolanos en cuarteles y alcaldías para financiar sus necesidades? ¿O el envío de apoyos financieros a diversas actividades políticas afines al gobernante? No podría afirmar responsablemente que haya cinco bases militares venezolanas en Bolivia, pero todos esos hechos permiten pensar en que cuando el río suena, piedras lleva.

¿Considera que el hecho de que Evo Morales sea el mayor líder cocalero del hemisferio tenga algún vínculo con su tan estrecha relación con el régimen venezolano?

La solidaridad de Chávez con Morales ha sido incondicional. No olvido la escena de Chávez mascando hojas de coca que le habría regalado Morales, ponderando las maravillas de la planta. Pero por encima de esas anécdotas, está la firme cooperación del régimen venezolano con gobiernos, candidatos y procesos políticos políticamente afines, principalmente ligados al conocido Foro de Sao Paulo. Que lo desmientan Daniel Ortega y Rafael Correa en Nicaragua y Ecuador. Los maletines de ayuda financiera han trascendido hasta Argentina, Perú, México, El Salvador, Costa Rica, y a manos de dirigentes políticos y de grupos irregulares en Colombia (computadora de alias Raúl Reyes dixit). En fin, la discrecionalidad de Chávez en el manejo de inconmensurables recursos de propiedad de todos los venezolanos, le ha permitido desviar fondos hacia el financiamiento de objetivos políticos en el hemisferio y más allá, con desequilibrantes efectos geopolíticos y la compra de conciencias a nivel doméstico e internacional, de manera inmoral pero con resultados favorables, dentro de la más pura dialéctica marxista de que el fin justifica los medios.

Fuente: HACER.org