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viernes 27 de febrero de 2015

Violencia política y desorden institucional

Violencia política y desorden institucional

El ‘kirchnerismo’ intenta confundirse o identificarse con el ‘orden institucional’ y todo lo que le es ajeno o divergente es sinónimo de ‘destituyente’ que paso a paso avanza hacia lo ‘subversivo’ y en consecuencia colocaría a toda la ‘oposición’ en el campo delictual

La divergencia no solo pasaría a ser ‘violencia’ sino también una suerte de acción criminal, en otras palabras se criminalizaría la política no por oponerse al ‘kirchnerismo’ sino por oponerse al ‘orden institucional’.

La inocencia política se identificaría con el ‘orden k’ por eso los opositores nos convertimos en ‘ellos’ que somos los que osamos marchar en silencio o a los gritos, para el caso da lo mismo porque ambas son expresiones elocuentes de desacuerdo y de protesta; que somos los que no sabemos hasta dónde podríamos llegar o los que podríamos ser responsables de cualquier cosa y de todo solo por ‘osar’ desafiarlos políticamente.

En esta perspectiva el ‘orden k’ muestra sus perversidades con sus propios militantes y de ello pueden dar fe desde Luis D’ Elia hasta Antonio Horacio ‘Jaime’ Stiusso, pasando por tantos otros que hasta ayer eran soportes o ‘alter egos’ del ‘orden k’ y hoy son convertidos en delincuentes irrecuperables o en ilustres olvidados como el caso de los que fueron fieles y leales aliados como podemos nombrar a guisa de ejemplo a Sergio Acevedo o Eduardo Arnold ingenuos creyentes de un proyecto que siempre respondió a una hipocresía fríamente calculada por el matrimonio ‘k’.

Es cierto, uno es el precio de la obsecuencia pero no por ello deja de ser humanamente una crueldad y el otro se convierte paradójicamente en un reconocimiento de virtudes impropias de los “k” que los hace personas respetables.

El “orden k” se ha comenzado descascarar y ese proceso va mostrando sus características morbosas expresadas por un ya viejo “joven” como es el intendente de Berazategui Juan Patricio Mussi que no pudo ocultar su desprecio por el genuino orden institucional al decir que “Siempre nos

ametrallan con balas. Antes eran de plomo, después de tinta y ahora con denuncias de jueces vitalicios que nadie conoce”.

Respecto a la cuestión de las “balas” solo cabría preguntar de donde nació la violencia armada pero el respeto a todas las víctimas exige un mínimo de prudencia de la que obviamente carece este individuo. La metralla proveniente de las balas de tinta expresan un rechazo no solo a la crítica sino al disenso y la referencia a los jueces vitalicios demuestra un desconocimiento total del orden republicano y una falta de respeto y una voluntad de agravio desmesurado e inadmisible en un funcionario público a los integrantes de uno de los poderes de la nación. Es bueno recordarle que el primer artículo de la constitución dice: “La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa republicana federal, según la establece la presente Constitución”

Lo más grave de lo dicho por Juan Patricio Mussi es que ubica al “orden k” no ya fuera del control judicial sino como un poder superior de origen sobrenatural….que sería el soporte del “kristinado”

Esta situación generada por esta identificación entre el “orden k” y el “orden institucional” nos coloca en una sociedad en la que nadie se siente seguro, incluidos los propios “k”, muchos de los cuales ya están pensando en su futuro con un gobierno de otro signo. Así son los obsecuentes a precio que antiguamente llamábamos “mercenarios”.

Todos creemos que todo puede suceder sin tener en cuenta los límites institucionales republicanos que son burlados por las mayorías parlamentarias “k”, por ello desde un golpe institucional hasta la intervención del Poder judicial, todo puede suceder o nada…el próximo 1º de marzo, pero la decisión del Juez Rafecas desestimando la denuncia “Nisman-Pollicita” pienso que diluye esa expectativa de aguardar lo inesperado.

“Ella” apunta a su propio futuro que se iniciará el próximo 10 de diciembre y necesita una fuerza parlamentaria importante para poder negociar con el próximo gobierno.

Su objetivo sería lograr la mayor cantidad de diputados y senadores y por ello estimo que la gran puja electoral se dará en la provincia de Buenos Aires. Supongo que lo que estría buscando “ella” es un candidato a gobernador que le pueda traccionar la mayor cantidad de votos y parecería que el hombre adecuado sería “el señor de los trenes”, don Florencio Randazo, aunque el viaje a Santa Rosa demore casi 18/20 horas y el viaje a Tucumán no se mida por reloj sino por calendario…pero salvo ese detalle, por presencia parecería ser el mejor candidato.

El mismo dilema enfrenta la llamada “oposición” que fundamentalmente en ese distrito deberá encontrar una fórmula de unidad y la única vía para tal fin serán las próximas “PASO” que podría ser la verdadera elección de la Provincia de Buenos Aires. Si bien en la provincia de Buenos Aires, se gana con mayoría simple, el objetivo opositor tiene que ser lograr un piso del 50% de votos.

Por otra parte Randazo ya sabe que no podrá acceder al podio de los “presidenciables”, no mide lo suficiente. Así visto la Provincia de Buenos Aires dista de ser un premio consuelo ya que será una de las protagonistas esenciales del próximo periodo 2015-2019 por los problemas que arrastra desde hace varios años y una buena gestión colocaría a su gobernador en una posición expectante sea para 2019 o 2023, en definitiva son solo 4 u 8 años más.

La violencia política reinstaurada por el “orden k” en la medida que se acerquen las próximas elecciones se irá agudizando y el desorden institucional se continuará agravando, estos son los próximos diez meses que deberemos transitar siendo “ellos” con la esperanza de poder ser un verdadero “NOSOTROS”.