La industria cinematográfica ha hecho famoso a un barrio entero. Hollywood en Los Ángeles es sinónimo del cine y del glamour de las estrellas. Pero existe otro Hollywood. A cuatro mil kilómetros de distancia, descansando sobre el otro océano, en el estado del sol, el Hollywood floridiano entrega, no el esplendor de las películas, sino el de la vida real, relajada, tranquila, de caminatas a la vera del mar, de exquisita gastronomía, de práctica deportiva y de una fuera de lo común oferta hotelera.

El Hollywood Boulevard es la gran avenida de conexión con la Interstate 95 que viene desde el sur en Miami y se dirige, rauda, en su viaje interminable hasta Canadá. A unas cuadras de la desembocadura del Hollywood Boulevard, en Ocean Drive, un encantador hotel reúne todas las condiciones para una estadía de descanso reparador, alguna actividad deportiva, unos días de shopping y un regreso con la cabeza lavada.

Se trata del Marriott Hollywood Beach, un hotel de estilo boutique en el que se invirtieron 30 millones de dólares emplazado sobre la playa en la estrecha porción de tierra que corre entre el curso de agua intercostal y el mar. El hotel cuenta con 229 habitaciones en total, con suites “junior”, con balcones que miran al océano Atlántico y con una sorprendente oferta de amenidades y servicios que combinan el ambiente del gran hotel con el personalismo de la atención cercana y permanente. Los cuartos están equipados con conexiones de Internet de alta velocidad, correo de voz, televisores de plasma, servicio de películas, diarios gratis, servicio de cafetería en la habitación, cofres de seguridad lo suficientemente grandes como para guardar una laptop.

Un agradabilísimo ambiente se “arma” en el bar de la playa, rodeado de pantallas planas siempre con algún evento deportivo, con la cara al mar y el perfume del trópico flotando en el ambiente. Es el lugar ideal para un trago antes de la cena, y una charla relajada con amigos, mientras cae la noche sobre las azules aguas del Atlántico que se escuchan detrás del “boardwalk” y de la arena blanca, fina como la sal. Se puede comer tanto al aire libre como adentro y la oferta gastronómica es amplia y sofisticada. La atención es amable y cercana.

El hotel provee sillas y sombrillas para la playa, aunque el área de la piscina es tranquila, bien atendida, con un jacuzzi relajante y un servicio de atención personal siempre atento a las necesidades del huésped.

Allí nomás esta el centro de gym y el spa. Nada mejor que combinar ambos. El fitness center está bien equipado y pueden solicitarse indicaciones a los entrenadores personales que son parte del staff. El spa de unos 700 metros cuadrados invita al descanso mental que tanto necesitaba. Los tratamientos que están hechos a medida de los huéspedes para liberar tensiones tanto sea las de un atleta o las de un gerente corporativo, se combinan con masajes de aromoterapia con poderosas esencias que trascienden el mero relax.

Una importante ventaja del hotel es su amplio estacionamiento que con cinco pisos ofrece cocheras prácticamente para todos.

Para los que gustan de los deportes acuáticos, se pueden alquilar veleros en el intercostal y motos de agua en al mar. Próximamente con nuevas inversiones se espera construir un nuevo amarradero sobre el curso de agua intercostal.

Este lugar de la costa de la Florida está rodeado de campos de golf, de lugares para bucear, es ideal para la pesca deportiva y el shopping está a la orden del día. Con el más grande centro de descuento del mundo, el Sawgrass Mills, a 20 minutos de distancia, Hollywood vuelve a presentarse como el lugar ideal para combinar el descanso, la diversión, el deporte y el relax. © www.economiaparatodos.com.ar