La Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso del Perú está, desde hace algunas semanas, investigando las permanentes andanzas de los audaces personeros de Hugo Chávez en el Perú. En abierta violación del principio de la “no ingerencia en los asuntos internos de otros Estados”, por supuesto.

Las sospechas se centraban en las llamadas “Casas del Alba”, verdaderos “Caballos de Troya” emplazados en tierra peruana, que están dedicadas a la siembra de la ideología “bolivariana” (eufemismo utilizado con frecuencia por los “chavistas” que se traduce, en rigor, como “marxista”).

No obstante, los primeros indicios son aún más graves de lo que se esperaba, desde que apuntan a la representación diplomática de Venezuela en el Perú, encabezada por un conocido figurón, Armando Laguna Laguna, con fama de poco afecto al trabajo.

Concretamente se refieren a quien aparentemente es la número uno real de la misión diplomática del emirato caribeño en el Perú: Virly Torres, la encargada de la “sección política” de la representación venezolana.

Mujer “de armas” ella, hiperactiva y sin mayores reparos. Hay ya acumulados diversos videos, grabaciones y otras pruebas en su contra que demostrarían como ella encabeza la “penetración ideológica” venezolana en el Perú.

Tanto, que el presidente de la referida Comisión parlamentaria, el congresista Rolando Souza, ha solicitado ya a su gobierno la declaración de persona “non grata” respecto de la Torres. Veremos si esto se concreta, o no.

El “fujimorismo” (desde la oposición ahora) tiene apuntados sus cañones sobre la Torres desde el 2005. Desde hace rato ya, entonces.

Por el momento, mientras se considera la dura solicitud del parlamentario, que podría generar un incidente diplomático más, la investigación parlamentaria continúa. Pero las fuentes informativas aseguran que la preocupación que en su momento la iniciara aparece ya justificada por la evidencia que estaría en poder de las autoridades peruanas.

Más allá de lo antedicho, las cosas parecen estar complicándose rápidamente en la patológica Venezuela. Según manifestaciones del ex Ministro de Defensa de ese país recientemente publicadas en los medios hispanos, el general retirado Raúl Isaías Baduel -hoy el rival más encumbrado de Hugo Chávez, que milita en el partido “Podemos”- existiría alguna “inquietud” en los “mandos” del Ejército de Venezuela, que habrían ya considerado hipótesis de “acción violenta”.

Esto, por su gravedad, proyecta una sombra de incertidumbre, con algunos ribetes de peligro, no solamente sobre el futuro del cada vez más resistido Hugo Chávez, sino también sobre lo que aún queda de la muy dañada “institucionalidad” venezolana.

Esa “inquietud”, siempre según Baduel, que fuera destituido en el 2007, sería evidente en los “mandos intermedios”. Aquellos que aún no han podido ser “purgados” a satisfacción por el dictador caribeño. Las razones de esa actitud serían las absolutamente obvias: el descarado autoritarismo de Chávez y su permanente arbitrariedad.

Para Baduel, las urnas venezolanas han demostrado acabadamente que hay una amplia mayoría ciudadana que no quiere regresar al pasado, ni abrazar al socialismo. Para el popular general retirado su propio país es, además, solamente una “ficción” de la democracia, desde que el personalismo de Chávez a puesto de rodillas a las instituciones, que están ya sometidas a sus designios. Y es claro que esto es efectivamente así.

Preocupante, más que nada por aquello de que “cuando el río suena, agua trae”. De parte de Hugo Chávez cualquier tropelía es posible. Para él, el principio de “no ingerencia en los asuntos internos de otro Estado” juega sólo a favor. Jamás en contra. © www.economiaparatodos.com.ar

Emilio Cárdenas se desempeñó como representante permanente de la Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).