Image Image Image Image Image Image Image Image Image Image
Scroll to top

Top

jueves 23 de octubre de 2008

No problem in Jamaica

La cadena de hoteles Sandals y Beaches –que nació en la isla de Bob Marley y se expandió por el Caribe– ofrece opciones para la familia y para parejas con todo incluido en un solo precio, hasta el lujo. Aquí una radiografía de White House, la última joya de la empresa creada por “Butch” Steward.

El lugar está en el medio de la nada. O, mejor dicho, en medio de una bendición de la Naturaleza. Quien llega allí lo hace par disfrutar del descanso o del romance. En Sandals White House -como en todos los resorts Sandals, en realidad- no se admiten huéspedes que no sean parejas, que pueden ser del mismo sexo.

No se ven muchos homosexuales, de todas maneras: las propiedades de la cadena (en Jamaica, St Lucia, Turks & Caicos y Bahamas) están muy relacionadas con el romanticismo entre hombres y mujeres.

Llegar a White House desde Montego Bay, -la segunda ciudad jamaiquina y la que recibe en su aeropuerto la mayoría de los turistas del país-, es en sí misma, una experiencia. El camino atraviesa las Blue Mountans, la cadena montañosa que cruza el pais de noroeste a sudeste. En ese recorrido se puede tener una noción de la Jamaica profunda, la de la cultura rastafari a la que le cantaron Bob Marley y Peter Tosh, y también de la del “no problem” y el “yea mon” a la que le cantó Jimmy Buffet desde el Margaritaville.

Una vez en White House, el ambiente cambia por completo. Si uno habla con un “rasta” en las calles seguramente le dirá: “salgan de América (por los EEUU) y vengan a Jamaica”. Y ello se debe a que en Sandals, si bien se escuchará el “yea mon” y el patois (el dialecto de inglés deformado y lunfardeado que habla todo el mundo en la isla), uno se transporta a un mundo de confort y ensoñación que, obviamente, no disfruta el jamaiquino medio.

White House es el hotel más nuevo de la cadena propiedad de “Butch” Steward. Sobre un terreno de 28 hectáreas, está dividido en tres villas: la italiana, la francesa y la holandesa.

Todas las actividades y consumos están incluidos en el “super luxury included system”, excepto ciertos tipos de masajes en el spa. El complejo tiene una galería de arte y un lugar para espectáculos en vivo, “El Cabaret”. Todos los deportes que se pueden practicar allí también están incluidos en el único precio que se paga; por las propinas tampoco debe preocuparse, aun cuando haya tomado una de las suites con “butler” (mayordomo) y haya quedado deslumbrado por su hospitalidad.

La playa es amplia y de arena blanca, fina como la sal. El mar es azul profundo y está enmarcado en una bahía de morros bajos y repletos de vegetación. Todas las suites dan a la playa y cada villa cuenta con su propia piscina y jacuzzis. Dicen que la “francesa” es la más activa de todas, aunque la actividad en la pileta central del “house” no para de cambiar entre la música, el aqua gym y la diversión inventada sobre la marcha.

En materia gastronómica, la oferta no es infinita, porque nada lo es, pero se parece mucho a eso. Variantes de cocina local jamaiquina, italiana, internacional, japonesa, asiática, tex-mex, en fin lo que se le ocurra. Sandals tiene un acuerdo con las bodegas californianas Beringer y la provisión de excelentes vinos y champagne esta asegurada.

La suites disponen de un amplio living con vista al mar (un patio en las de la planta baja, desde el que su puede caminar directamente hasta la arena) y un dormitorio principal, con la misma vista, con cama king y un hidromasaje. Todas vienen provistas con los productos de cosmética “Red Lane”, que también provee todas las prestaciones del Spa.

Los amantes del deporte tienen varias opciones. Por empezar las alternativas en el mar desde el snorkel hasta el catamarán, todos sin motor para la preservación del ambiente. También se puede jugar tenis, squash, hacer gym en el fitness center o contratar una salida de golf.

Por las noches hay fiestas temáticas alrededor de la piscina y el ambiente da para el intercambio social y divertido.

White House completa una colección de propiedades que la compañía opera en la que quizás sea la región más soñada por los viajeros de vacaciones de todo el mundo. La opción familiar de la compañía es “Beaches” que despliega complejos todo incluido con el mismo estilo de confort, pero que incluye la alegría de los chicos. © www.economiaparatodos.com.ar

\"\"
Se autoriza la reproducción y difusión de todos los artículos siempre y cuando se cite la fuente de los mismos: Economía Para Todos (www.economiaparatodos.com.ar)