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lunes 22 de marzo de 2010

Y finalmente amenazó con tirarle el problema a la oposición

En lugar de que la presidenta pida al resto de los políticos que piensen en el país, sería bueno que ella y su esposo dejen de pensar en su conveniencia y empiecen a pensar en la Argentina.

Y finalmente Cristina Fernández de Kirchner lo dijo. ¿Qué? Algo que muchos presumíamos: “O hacen lo que yo quiero o les tiro el gobierno por la cabeza para que tenga que asumir los costos del lío que hicimos”.

¿En qué baso mi afirmación? En su discurso del viernes pasado (creo que fue uno solo) cuando afirmó, hablando del supuesto ajuste y en un claro mensaje a la oposición: “Conmigo no, si quieren ajustar, que vuelvan ellos”.

Claro, los números fiscales de febrero siguen mostrando el desmadre fiscal. Comparando febrero de este año con febrero del año pasado los gastos totales aumentaron el 36,9% y los ingresos totales el 30%, con algún dibujo en los ingresos corrientes donde aparecen unos $1.578 millones de rentas que tuvo el gobierno nacional que vaya uno a saber de dónde salieron. La planilla Excel que emite el Ministerio de Economía no explica que son.

Cuando se comparan los ingresos corrientes (incluyendo esos $ 1.578 millones) con los gastos corrientes, el incremento anual es del 30,2%. Los ingresos impositivos solo subieron un 21%, bastante poco considerando la espiral inflacionaria que ha creado el gobierno. Mientras los dibujados ingresos corrientes subieron el 30,2% los gastos corrientes crecieron el 38,7%. Estos números permiten estimar, para febrero, un déficit fiscal (luego del pago de los intereses de la deuda) del orden de los $ 1.200 millones o algo más.

¿Qué es lo que quiere el gobierno? Seguir aplicando una política de gasto populista e irresponsable y financiarla consumiéndose las reservas. Con esto puede “ganar tiempo” y, paralelamente, le dejan al próximo gobierno una economía plagada de subsidios, inflación, distorsión de precios relativos, gasto público desbordado y tarifas de los servicios públicos artificialmente retrasadas.

En el mismo discurso, dijo también Cristina Fernández: “Yo no les pido que se afilien a mi partido o que digan que soy maravillosa, sino que piensen en el país, en acordar políticas”. Justamente, si uno piensa en el país lo menos que puede hacer es frenar los dislates económicos que pretenden hacer para tratar de evitar un mayor deterioro de la economía con el solo objeto de que el matrimonio pueda sobrellevar el resto de su mandato sin tener que pagar los costos de los destrozos que hicieron. Dicho de otra manera, antes de que la presidenta pida al resto que piensen en el país, sería bueno que ella y su esposo dejen de pensar en su conveniencia y empiecen a pensar en la Argentina. En definitiva lo que hizo Cristina Fernández de Kirchner con este párrafo fue dar vuelta la realidad, esa realidad que ella divide entre virtual y real. La real es que el matrimonio subordina todo a su conveniencia política y la virtual es el discurso de ella, que pretende mostrar que el matrimonio es el salvador de la patria y un conjunto de conspiradores no lo dejan. La Argentina real es que el supuesto conjunto de conspiradores está intento evitar que el matrimonio termine de dinamitar el país.

Cristina Fernández dice que ella no va a hacer el ajuste. Obviamente habla de ajuste porque el gasto se le desbordó y el déficit sigue escalando. Ahora bien, como argumento de que ellos son bueno y el resto son malos es que ellos lanzaron el plan de subsidio universal por hijo y el plan Trabajar. A los ojos de la gente estos planes pueden lucir como de alta sensibilidad social y, en parte, explicar el aumento del gasto público. Desde mi punto de vista esto refleja, justamente, el fracaso de la política económica y, al decir de Cristina Fernández, que el matrimonio no piensa en la patria sino en su conveniencia. Veamos por qué.

Luego de un largo período de crecimiento mundial, de precios de exportación excepcionales para los productos de exportación y, en este momento, de tasas de interés muy bajas, si el matrimonio no hubiese cometido las barbaridades económicas, jurídicas y políticas que cometió, esos planes no tendrían que existir porque deberían haberse creado muchos puestos de trabajo gracias a una fuerte corriente inversora. En la nota de la semana pasada, mostraba cómo el 60% del saldo de balance comercial positivo bajo la gestión kirchnerista terminó fugándose de la Argentina. Los Kirchner aplicaron dos políticas letales para el país. Por un lado inflaron artificialmente la economía usando la inflación y estimularon el consumo despreciando la inversión. En segundo lugar, su desprecio por los derechos de propiedad y las arbitrariedad en las reglas de juego generaron grandes fugas de capital que hoy podrían estar hundidas en Argentina otorgándoles trabajo a todas las familias que hoy reciben el subsidio universal por hijo y los planes Trabajar. En otros términos, si hoy hay problemas fiscales serios y Cristina Fernández se niega al ajuste, es porque ella y su marido crearon todos esos pobres y desocupados al despreciar la república y la economía de mercado.

Posiblemente todos estos pobres y desocupados que dependen de los subsidios del Estado sean funcionales al proyecto político de los Kirchner. Al igual que la chequera les permitía dominar a gobernadores e intendentes, la pobreza y la desocupación les permite asustar a toda esa gente diciendo: miren que si nos vamos nosotros y viene la oposición Uds. no van a recibir más esos subsidios. Sigan besándonos los pies y mendigando el dinero que les damos que de esa manera pueden sobrevivir.

No hay nada más indigno para un ser humano que tener que mantener a su familia mendigándole a los punteros políticos. No hay nada más digno para un ser humano que vivir del trabajo propio. Los Kirchner han hecho lo imposible para que la gente tenga que vivir de la mendicidad. ¿Es esto lo que Cristina Fernández denomina pensar en la patria o su discurso es solamente un concepto de solidaridad virtual para esconder un objetivo real que no es otra cosa que la subordinación incondicional a los caprichos hegemónicos del matrimonio? © www.economiaparatodos.com.ar

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