Cría cuervos y te sacarán los ojos
Algo hay en común entre el Gobierno y Camioneros. El primero contribuyó al estatismo y lo aplaudió efusivamente, pero ahora no está dispuesto a contribuir en su financiamiento; el kirchnerismo, por su parte, contribuyó al patoterismo sindical y lo aplaudió efusivamente pero ahora no está dispuesto a soportar que bloqueen refinerías.Junio ha sido un mes de cambios y reacciones, no quedan dudas. Los problemas económicos han configurado un nuevo escenario que se tenía por impensable hasta hace poco tiempo atrás, cuando la reelección kirchnerista era un hecho recién consumado. En efecto, el hartazgo de la clase media que se reflejó en tres cacerolazos espontáneamente convocados en distintos puntos del país (y que se seguirán repitiendo), sumado al reciente conflicto camionero que redundó en paro nacional, han creado un ambiente de efervescencia social que no se percibía desde el 2008, en lo que fue el peor momento de Cristina en términos de su popularidad.
Este miércoles el Sindicato de Camioneros bloqueó refinerías en todo el país, desconociendo la conciliación obligatoria dispuesta. La intervención de Gendarmería en La Matanza elevó la tensión propia del momento, que llegó a su clímax con una denuncia penal del gobierno nacional contra Pablo y Hugo Moyano, que a su vez fue respondida por éste con el anuncio de un paro nacional de camioneros en todas sus actividades y movilización a Plaza de Mayo.
Del suceso llaman la atención dos cuestiones puntuales. La primera, el leitmotiv de la protesta camionera: el impuesto a la ganancia, definido (certeramente) por Pablo Moyano como “un robo del Estado”. En efecto, la obesidad estatal que han engendrado los Kirchner, manifiesta en un gasto público desmedido y un despilfarro sistemático, de la cual los sindicatos han sido cómplices y entusiastas aplaudidores, debe financiarse de alguna forma. Parece que los Moyano y sus seguidores recién caen en la cuenta de esto y lloran sobre la leche derramada. “Los trabajadores están cansados de trabajar y que la mayoría se lo lleve el Estado. Estamos cansados de que se nos trate como si fuéramos esclavos. ¿Cómo puede ser esto? ¿Se trabaja para el Estado?” se quejó el líder dela CGT… un poco tarde, por desgracia.
La segunda, tiene que ver con las medidas tomadas por el gobierno contra los camioneros: movilización de Gendarmería y una denuncia penal por el bloqueo a las refinerías. Cabe rememorar que hace apenas poco más de un año, en enero de 2011, cuando los camioneros no eran enemigos sino amigos y los bloqueos no eran contra petroleras sino contra diarios opositores al gobierno, éste los recibía con algarabía. En ese solo mes, se bloqueó tres veces la distribución de periódicos no adictos, sin que ninguna autoridad tomara ninguna carta en el asunto. Entonces: ¿Es malo el bloqueo per se, o es bueno o malo dependiendo a quién se bloquea?
Algo hay en común en la actitud de ambos. Camioneros contribuyó al estatismo y lo aplaudió efusivamente, pero ahora no está dispuesto a contribuir en su financiamiento; el kirchnerismo, por su parte, contribuyó al patoterismo sindical y lo aplaudió efusivamente cuando Moyano y sus acólitos eran funcionales y bloqueaban medios de comunicación, pero ahora no está dispuesto a soportar que bloqueen refinerías.
Es evidente que ninguno, ni camioneros ni kirchnerismo, tomó con suficiente seriedad aquello de “cría cuervos y te sacarán los ojos”.
Fuente: La Prensa Popular.com