Es cierto, no da señales, da certeza a los inversores de salir corriendo

En su nuevo discurso por cadena, Cristina Fernández de Kirchner afirmó: “Yo no doy señales al mercado, primero porque no soy una señalera, soy presidenta, y más que señales al mercado, cuando se interviene en la economía debo dar señales de racionalidad, no sólo al mercado sino para toda la sociedad”. La verdad es que no se entiende la frase. Primero dice que no da señales porque no es señalera pero luego afirma que debo dar señales de racionalidad cuando se interviene en la economía. Pregunta: ¿da señales o no da señales?

En rigor, como economista diría que efectivamente ella no da señales, da certezas de incertidumbre. La economía es incertidumbre por definición, y así es la vida. El problema es cuando el gobierno le agrega la incertidumbre de medidas arbitrarias. La única señal que sigue dando la presidente con sus medidas es que no conviene invertir en la economía argentina porque el Estado se ha transformado en un confiscador compulsivo y nadie invierte para que luego los burócratas le roben el fruto de su trabajo y el capital invertido.

Efectivamente, Cristina Fernández no es señalera, es la certeza de absoluta que espanta inversiones. Y como espanta inversiones, toda la sociedad debe saber que, si seguimos este rumbo, cada vez será más pobre.