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lunes 20 de enero de 2014

Preocupa el rotundo fracaso del cepo cambiario

Preocupa el rotundo fracaso del cepo cambiario

Un ambiente tenso en donde reinan la incertidumbre y los malos humores

Panorama argentino

La semana pasada resultó muy complicada por la incertidumbre y las sorpresas, éstas con predominio casi absoluto de las malas, Y con un dólar en el mercado paralelo rosando los 12 pesos. Es que no hay otra alternativa cuando las políticas monetaria y cambiaria del Gobierno no son nunca anunciadas ni explicitadas. Se genera así un ambiente tenso en donde reinan la incertidumbre y los malos humores. Así el MULC argentino sigue realmente congelado por la estrechez de sus acciones, maniatadas por un riguroso cepo que sólo permite realizar las operaciones que autoricen previamente la AFIP y el BCRA. Además, la política de devaluación diaria de nuestra moneda, acrecentada desde que asumió Juan Carlos Fábrega la presidencia del ente monetario, predispone a quienes deben vender o comprar dólares u otras divisas por su comercio con el exterior a demorar lo más posible el ingreso de los fondos generados y a los que los necesitan para pagar sus compras a hacerlo lo antes posible. Y esto impide que funcione un mercado real con oferentes y demandantes, tarea que, increíblemente, queda sólo en manos del BCRA y que, a veces, cuenta con la ayuda de algunos bancos oficiales, creándose de esa manera una situación realmente insólita, que tiene ver con la “flotación administrada” que pregona Jorge Capitanich, que es la que no rige en el mundo civilizado. Y para solucionar este problema existe una única alternativa: liberar el mercado para que el tipo de cambio sea el resultado de la acción de la oferta y la demanda y no de lo que surja del voluntarismo extremo que ostentan los funcionarios de turno. Hasta ahora, Fábrega ha logrado devaluar el peso un 12,5%, más de un tercio del 32% que ganó en todo 2013, mientras que en el 2012 fue sólo del 14%. Pero temas relacionados con el comercio exterior también fueron motivo de sorpresas y dudas. Por un lado trascendió que Augusto Costa, el reemplazante de Moreno, habría confirmado que el régimen de compensación, denominado 1×1, ya no rige y que ahora el objetivo es autorizar la mayor cantidad de DJAI posibles, especialmente las de bienes intermedios que se utilizan para los procesos productivos. Y por otro se pudo confirmar que la AFIP habría exigido más información a los importadores para tener una mayor precisión sobre los montos y tiempos de los pagos al exterior. Ahora, en la DJAI se deben precisar cuándo le pagarán al vendedor, si será de manera anticipada, al momento de recibir la mercadería, de forma diferida o desde una cuenta del exterior. Las reservas del BCRA es otro de los temas del momento. La semana pasada, con más precisión, el miércoles, aquéllas traspusieron el piso de los USD 30.000 millones, cayendo hasta USD 29.858 millones, cifra que representa el 6% del PBI y cubre sólo cuatro meses de importaciones de bienes y servicios, el menor de los últimos diez años. En las últimas cinco jornadas las entidades bancarias operaron entre sí USD 1.348 millones, con un promedio diario de USD 270 millones, un 5% más que en el similar período anterior. El Banco Nación fijó su cierre vendedor de transferencia en $ 6,7970, precio que mostró una devaluación del 2% en la semana y del 4,2% en el mes. Por su parte, el BCRA habría tenido un resultado positivo en sus intervenciones de unos USD 20 millones, pero fuertemente asistido el martes, jueves y viernes por ventas millonarias realizadas por el Banco Nación y el Banco de la Provincia de Buenos Aires. Las reservas del BCRA, según cifras oficiales aún no ajustadas, al cierre del jueves pasado sumaban USD 29.758 millones, cayendo en sólo cuatro días USD 398 millones. Mientras, en el mercado de futuros de New York el peso/dólar quedó cotizado a un año de plazo a $ 10,8355 (59,4%).

Panorama internacional

El nuevo año se ha iniciado con muchas economías recuperándose de las profundas crisis sufridas en los últimos años. No obstante, los tiempos en lograrlo serán diferentes y los resultados con valores distintos. Los gobiernos de la Unión Europea gastaron miles de millones de euros para apuntalar sus economías y los costos de endeudamiento se dispararon hasta alcanzar niveles agobiantes. Hoy, sin embargo, las economías parecen haberse estabilizado y los inversionistas están volviendo, atraídos por los retornos aún relativamente altos de la deuda de países de la eurozona. Además, los analistas dicen que los fondos que solían invertir en renta fija de mercados emergentes han empezado a mirar hacia Europa, ahora que el mundo en desarrollo parece pisar terreno menos firme. El BCE ya subió su pronóstico sobre el crecimiento europeo para 2014 el pasado diciembre, previendo un 1,1% de subida del PIB para este año. Ewald Nowotny, miembro del consejo del BCE y que también preside el Banco Central de Austria, cree que países como el suyo o Alemania “podrían alcanzar tasas del 2% de crecimiento”, negando cualquier riesgo de deflación o inflación. Por su parte, Christine Lagarde, directora gerente del FMI, ha reflexionado así: «La crisis aún perdura. Aun así, el optimismo está en el aire: la profunda helada ha quedado atrás y el horizonte es más brillante. Mi gran esperanza es que 2014 resulte trascendental de otra forma, el año en que siete años débiles, económicamente hablando, se conviertan en siete años fuertes«. Del otro lado del Atlántico, el secretario del Tesoro, Jack Lew, señaló la semana pasada que la economía de los Estados Unidos ha comenzado «el año con fuerza y vientos a favor«, aunque reconoció que aún quedan desafíos por delante. No obstante, apuntó que «todavía tenemos trabajo por hacer» y volvió a alertar sobre el daño que causa jugar con la credibilidad crediticia de los Estados Unidos, a propósito de la renovación del tope de endeudamiento. Mientras, el Banco Mundial mejoró al 3,2% su previsión para el crecimiento mundial este año, en base a las mayores recuperaciones de los Estados Unidos y la eurozona, aunque advirtió que los mercados en desarrollo siguen siendo vulnerables a la volatilidad derivada del incremento de las tasas de interés. Según los analistas técnicos también habrá que vigilar las políticas monetarias del Banco de Japón y de Inglaterra, así como el programa de grandes reformas anunciado a finales del año pasado por China. En la semana, el euro se movió dentro de un estrecho rango, entre 1,3500 y 1,3600, debido a las dudas que perduran, y al cierre del viernes cotizaba en New York USD 1,3525

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