Se agravan los problemas causados por el cepo
Según cálculos estimados, el BCRA se habría apropiado de 8 de cada 10 dólares ingresados por los exportadores
Panorama argentino
Después de un prolongado período en el que gozaron de casi plena libertad para atesorar fondos en moneda extranjera, los bancos fueron obligados por el BCRA a reducir hasta un máximo del 30% de su patrimonio neto la tenencia de activos en dólares y para ello puso nuevamente en vigencia una vieja norma cuyo cumplimiento fuera suspendido hace bastante tiempo. Además, para concretar dicha limitación, los obligó a que le vendieran los montos excedentes de unos USD 2.300 millones y, también, unos USD 1.500 millones de sus posiciones en contratos de futuro. Ahora, a tres días para que se venza el plazo establecido, las entidades ya habrían cumplido con aquella imposición que, por otro lado, les brindó como resultado poder contabilizar una ganancia de unos $ 9.700 millones por la fuerte devaluación inducida que ocurrió a fines de enero pasado. Por su parte, el BCRA logró reducir el volumen transado en el mercado SIOPEL, por el nuevo límite impuesto a las entidades bancarias, y por la presión ejercida para demorar, lo más posible, el pago de importaciones y lograr que las de mayor monto se financiaran con fondos bancarios obtenidos en el exterior. Por otra parte, el ente monetario logró que los grandes exportadores de granos y productos oleaginosos cumplieran con su compromiso, asumido a mediados de diciembre de 2013, de anticipar el ingreso de unos USD 1.800 millones. En lo que va del año, en total, los dólares ingresados por aquel sector fueron unos USD 6.500 millones. Al respecto, según cálculos estimados, el BCRA se habría apropiado de 8 de cada 10 dólares ingresados por los exportadores. En síntesis, todo lo relatado ha servido para frenar, en el corto plazo, la pérdida de reservas, las que se han podido mantener por encima de los USD 27.000 millones, a pesar de los inevitables pagos de la importación de combustibles y la cancelación, en sus vencimientos, de diversas obligaciones financieras asumidas por el país. Y toda esa situación, en parte ficticia, también le permitió al ente monetario mantener congelado el tipo de cambio peso/dólar en los últimos tres meses a los efectos, según cree el Gobierno gracias al voluntarismo que lo distingue, que así podrá morigerar la expectativa sobre una nueva devaluación del peso argentino. Pero en realidad aumentan las dudas sobre el futuro, especialmente por la cuantiosa deuda originada por las importaciones que permanecen impagas y la enorme cantidad de mercaderías demoradas en la Aduana sin que sus propietarios puedan disponer de ellas. La semana pasada el MULC argentino operó, como ya es habitual, fuertemente vigilado por el BCRA y con varias sorpresas provocadas por algunas extrañas operaciones de elevados montos que se cursaron con singular sigilo. El Banco Nación volvió a fijar su cierre vendedor de transferencia en $ 8, sin variantes en casi las tres últimas semanas. Y tras sus intervenciones, el ente monetario pudo sumar a sus reservas al cabo de las cinco jornadas unos USD 655 millones, quedando aquéllas al cierre del viernes en USD 28.098 millones, pero mostrando un incremento semanal de sólo USD 285 millones. Los bancos operaron entre sí un volumen total de USD 1.459 millones, con un promedio diario de USD 292 millones, un 29% menor al similar período anterior. En el mercado de futuros de New York el peso/dólar quedó cotizando a un año de plazo en $ 11,0500 (38%).
Panorama internacional
La pasada resultó la semana de menor volatilidad vivida por los operadores del mercado globalizado de divisas desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, en las cinco jornadas el dólar/euro tuvo una variación promedio de sólo 0,4% y el dólar/libra esterlina del 0,5%, cuando habitualmente ese valor se muestra entre 1% y 2%, resultando los más bajos de los últimos años. Y el viernes, muchos inversores se refugiaron en activos seguros como el yen y el franco suizo, fuertemente preocupados ante la escalada de tensiones entre Occidente y Rusia, por Ucrania. Precisamente, ese día, las fuerzas especiales ucranianas lanzaron una segunda fase de su operativo en el Este de la ex república soviética para derrotar a los insurrectos. El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo el jueves que Rusia no ha cumplido ni el espíritu ni el contenido de un acuerdo para reducir las tensiones con Ucrania y advirtió que los Estados Unidos está dispuesto a imponerle costos adicionales. Esta grave situación geopolítica en Europa influyó para que el mercado actuara con cautela y menor volumen de transacciones. Sin embargo, el informe preliminar de inflación de la eurozona para abril y los datos de empleo en los Estados Unidos para ese mismo mes, que se publicarán esta semana, podrían quitar el foco de atención de Ucrania. Mientras, en España se festeja la noticia de que la agencia de calificación de riesgos Fitch ha elevado la nota de la deuda española debido a la mejora de las perspectivas económicas y las condiciones financieras, el progreso en la reducción del déficit público y el menor riesgo de que el sistema bancario vuelva a desestabilizar la economía. El Gobierno celebró la mejora de la nota, asumiéndola como un reconocimiento de su compromiso con las reformas que darán solidez a la recuperación económica, ayudarán a controlar el déficit y permitirán crear empleo neto ya en el presente año. Y para colmo de males China sigue siendo un enigma. La economía del continente está siendo golpeada por el empuje del gobierno para frenar el crédito y por el sector manufacturero y de vivienda. Además, las estadísticas publicadas parecen dudosas. La señal más clara de los problemas es la repentina devaluación del yuan, que ha bajado un 3,5% frente al dólar desde mediados de enero. Al cierre del viernes en el mercado de New York el euro se negociaba a USD 1,3832.
Fuente: http://www.abcmercadodecambios.com/