Gracias al cepo el BCRA aumenta las reservas
Crece la incertidumbre y el mal humor se generaliza entre las empresas productoras que necesitan comprar insumos y materias primas en el exterior que resultan imprescindibles para su actividad productiva
Panorama argentino
En medio de una gran expectativa, que se prolongó durante toda la semana pasada, el viernes por la tarde se supo que el juez Thomas Griesa había dispuesto que la Argentina no podrá pagarle a los bonistas sin previo acuerdo con el resto de los acreedores y ordenó que los USD 539 millones que ya había puesto a disposición de aquéllos no se cobren este lunes, cuando vence el pago de los intereses del bono Discount. No obstante, el magistrado consideró que «sería deseable» que ambas partes llegaran a un acuerdo y a tales efectos dispuso otorgarles un plazo hasta el 30 de julio, fecha en que de no lograrse un convenio técnicamente nuestro país entraría en estado de default. Mientras, crece la incertidumbre y el mal humor se generaliza entre las empresas productoras que necesitan comprar insumos y materias primas en el exterior que resultan imprescindibles para su actividad productiva. Por otra parte, como hoy no hay ingresos de divisas por parte de inversionistas del exterior o de organismos internacionales de crédito, el BCRA utiliza como única herramienta el “cepo cambiario” para mantener la mayor cantidad de reservas posibles y evitar un nuevo default. Y para colmo de males el superávit comercial sigue disminuyendo, tal como lo ha demostrado el correspondiente a mayo pasado, que fue de sólo USD 1.259 millones, un 14% menor al del mismo período de 2013. Sin dudas, sobre este tema es imperioso que se tomen las medidas necesarias para que el BCRA vuelva a tener una explícita política monetaria, tal como ocurre en los países civilizados del mundo, para que los tipos de cambio resulten una consecuencia y no sean un fin en sí mismos. Así el ente monetario argentino tendrá que dedicarse únicamente a cumplir su básica obligación de cuidar el valor de nuestra moneda y comenzar a utilizar la tasa de interés como su principal arma monetaria, dejando que las fuerzas del mercado asuman la responsabilidad de encontrar el tipo de cambio de equilibrio. Además, el BCRA debería dejar de actuar en los mercados de futuros con la pretensión de que esa acción influya en la tendencia de las transacciones de contado. La realidad muestra que el valor de los instrumentos derivados, como lo son los contratos de futuros, dependen directamente del activo subyacente que en este caso es la divisa que se negocia y su valor de referencia es el tipo de cambio spot de cada momento, ajustado con las tasas vigentes de las monedas respectivas. Y en ese escenario realmente preocupante, el MULC argentino operó en las últimas cinco jornadas, con las mismas limitaciones ya habituales pero con una importante novedad, como lo fue el aumento del volumen operado entre las entidades bancarios. En efecto, aquél se elevó a unos USD 1.429 millones, un 47% mayor al de la semana anterior, por la presencia de los grandes exportadores de granos, que aumentaron sus ventas en el mercado, favoreciendo con ello al BCRA, que pudo así comprar unos USD 535 millones que sirvieron para que las reservas crecieran USD 359 millones en la semana y sumaran al cierre del viernes, según dato aún no ajustado, unos USD 29.243 millones, siendo ésta la cifra más alta desde mediados del mes de enero de 2014. Por su parte, el Banco Nación fijó su cierre vendedor de transferencia de la semana en $ 8,1320, mostrando una subida de sólo dos milésimas en ese período. En el mercado de futuros de New York el peso/dólar quedó operado a un año de plazo a $ 11,1743 (37,4%).
Panorama internacional
La economía de los Estados Unidos ha registrado en el primer trimestre de este año una contracción mayor de la estimada anteriormente, la más elevada desde que la recesión concluyó hace cinco años. El PIB del país, que es la medida más amplia para evaluar el valor de los bienes y servicios producidos en la economía, se contrajo a un ritmo desestacionalizado anual de 2,9% en los tres primeros meses del año, según la estimación del Departamento de Comercio, publicada el miércoles pasado. El dato muestra el mayor descenso desde el primer trimestre de 2009, cuando la producción se redujo un 5,9%. Sin embargo, los analistas creen que si bien preocupa ese fuerte retroceso de la economía en el primer trimestre, la principal causa de esa grave situación fueron las fuertes tormentas de nieve y las extraordinarias bajas temperaturas registradas en el país en los primeros meses del año. Al respecto, ahora se afirma que la economía está rebotando en el segundo trimestre, para el que pronostican un crecimiento con una tasa del 4% anual mientras, según se estima, a largo plazo los Estados Unidos crecerán por encima del 3%. Asimismo, se destaca que el mercado laboral se muestra bastante saludable y todos los indicadores a futuro aún apuntan a una aceleración en el consumo, el gasto de capital y la vivienda, apoyando una continuación de la actual política de la Fed, con lo que se espera un cercano aumento de la inflación hasta el límite establecido para subir las tasas de interés. Mientras, la Canciller alemana, Angela Merkel, cree que “la situación económica en la Eurozona sigue siendo frágil”, todavía afectada por la crisis de deuda. Así lo afirmó el miércoles pasado, destacando “la necesidad de que los estados miembros de la UE sigan aplicando las reformas necesarias”. Merkel reiteró que Alemania es el motor del crecimiento económico europeo y la garantía de estabilidad y ha cifrado su predicción de crecimiento en un 1,8% para este año y un 2% para el siguiente. Al cierre de los mercados el viernes, la atención quedó puesta en lo que ocurra esta semana, con datos importantes en la eurozona, como lo son el PIB del primer trimestre del año y la primera reunión mensual del BCE tras las medidas de estímulo anunciadas en junio. Y la semana cerrará el viernes con el día feriado en Wall Street por la festividad del Día de la Independencia de los Estados Unidos. En la semana el dólar/euro se movió en un estrecho rango entre 1,3570 y 1,3650 y al cierre del viernes en New York el euro cotizaba a USD 1,3650.
Fuente: http://www.abcmercadodecambios.com/