Aumentan los temores y la incertidumbre
La increíble decisión del BCRA de suspender los pagos de importaciones muestra, claramente, la ineptitud de quienes lo conducen
Panorama argentino
Según la última revisión del índice de libertad económica, que anualmente elabora la Heritage Foundation, la Argentina aparece en el puesto 169 sobre las 178 naciones analizadas, siendo aquélla la ubicación más baja en ese ránking desde 1995, cuando comenzó dicho estudio. Es que, como lo dijo el Diario La Nación en su editorial del viernes pasado, “esto es lo que normalmente ocurre cuando el Estado se transforma en enemigo de las empresas y de sus propios ciudadanos, a quienes vigila y hostiga, mientras los sofoca con una presión tributaria sin precedente en nuestra historia. En lugar de asociarse a ellos y de promover el emprendedorismo, en busca de un crecimiento económico sostenido, los intimida y confronta”. Y una muestra clara de ello ha sido la insólita y autoritaria decisión del BCRA, presidido por Alejandro Vanoli, de bloquear la semana pasada los pagos de importaciones que no fueran, al mismo tiempo, acompañadas de ingresos de divisas por exportaciones argentinas. Sin embargo y a pesar de las claras evidencias de que hubo comunicación sólo verbal al mercado sobre la medida dispuesta, Vanoli negó enfáticamente que desde esa entidad se hayan tomado “medidas restrictivas” a la compra de dólares por parte de los importadores, pero admitió que hubo faltante de divisas a raíz de “factores estacionales” en la liquidación de los exportadores. Además, el titular del ente monetario convocó para hoy lunes a los representantes de la Cámara de Importadores, quienes renovaron sus protestas por la imposibilidad de pagar en término las compras en el exterior. La increíble decisión del BCRA de suspender los pagos de importaciones muestra, claramente, la ineptitud de quienes lo conducen y que parecen ignorar las consecuencias de sus decisiones, siendo las de mayor gravedad la posibilidad de quiebra de muchas empresas y el fuerte desabastecimiento de insumos vitales necesarios para la producción. Además, y esto es lo más grave, el «bloqueo» impuesto por el ente monetario impidió que pudieran realizarse los pagos previamente autorizados por la Secretaría de Comercio a través de las DJAI presentadas por las empresas a tales efectos. Al respecto, un funcionario no identificado afirmó que «no se frena el ingreso de ningún producto, se trata de una cuestión netamente financiera referida al cómo y el cuándo del giro de los dólares al exterior» pareciendo ignorar, seguramente, que la Argentina y sus habitantes no gozan de confianza en el resto del mundo y no pueden acceder a financiamiento de pago alguno fuera de su país, tanto por parte de los proveedores como de las entidades financieras. Y esto ha quedado demostrado por el hecho de que el Gobierno debe pagar sus compras de energía previamente a que los barcos anclados en los puertos locales descarguen sus contenidos. Así, las deudas contraídas por pago de importaciones no efectuadas superarían ya los USD 4.000 millones y según una fuente del ente monetario la falta de dólares para pagar importaciones continuará hasta que el Gobierno consiga que las cerealeras adelanten divisas de sus exportaciones, algo que tampoco servirá para solucionar el problema de fondo. Mientras, en el MULC argentino, limitado más fuertemente ahora por el agregado del bloqueo a los pagos de compras en el exterior, las operaciones se circunscribieron a los cruces de compras y ventas simultáneas realizadas por empresas exportadoras e importadoras, según lo dispuso el BCRA. No obstante, y esto es difícil de explicar por falta de información oficial, el volumen operado entre entidades bancarias en las cinco jornadas fue de USD 1.233 millones, con un promedio diario de 247 millones, un 13% superior al del similar período anterior y el más alto en lo que va del año. El Banco Nación fijó su cierre vendedor de transferencia en $ 8,6590, con un incremento semanal del 0,2%, y el BCRA logró un saldo favorable en sus intervenciones de USD 25 millones, con reservas sumando, según dato provisorio, unos USD 31.277 millones y mostrando en ese lapso una caída de unos USD 175 millones.
Panorama internacional
La semana pasada ocurrieron algunos hechos que, realmente, conmovieron a los mercados. El primer ministro griego, Alexis Tsipras, arremetió contra sus aliados europeos el jueves pasado, prometiendo «poner fin de una vez por todas» a las políticas de austeridad de la Unión Europea. Pero el Consejo de Gobierno del BCE, inesperadamente, decidió no aceptar más como garantía la deuda de Grecia, ante la imposibilidad de que el plan de rescate del país heleno vaya a finalizar con éxito. Mientras, la divisa comunitaria desafiaba las alertas sobre Grecia y la deflación prevista en la eurozona, acelerando su remontada hasta marcar en la semana un máximo de 1,1520 dólares, mientras algunos analistas señalaron como una de las causas a compras de euros por parte del Banco Nacional de Suiza, con el objetivo de frenar el alza de su divisa. La moneda común ha caído más de 15% frente al dólar en los últimos seis meses, habiendo oscilado la semana pasada entre 1,1290 y 1,1520 dólares. Para esta semana se espera que la reunión del Eurogrupo el viernes y la del Consejo Europeo el jueves, con el tema de Grecia de fondo, serán determinantes para el devenir de los mercados. Y del otro lado del Atlántico se conocía el resultado de la balanza comercial de los Estados Unidos en diciembre pasado, que mostró un déficit de 17,1% y se situó en 46.600 millones de dólares, con lo que alcanzó su mayor nivel en dos años impulsado por la fortaleza del dólar y la caída de las exportaciones, según informó el Departamento de Comercio. No obstante la Casa Blanca, la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) y la Reserva Federal han opinado de manera unánime que la nación está cerca de sus mejores años en materia económica. Además, es oportuno señalar que el fortalecimiento del dólar provocó un aumento de las importaciones mientras que la pérdida de vigor de las grandes economías del mundo hizo reducir la demanda por los bienes estadounidenses. Pero el viernes, inesperadamente, el dato sobre el empleo en los Estados Unidos sorprendió al mostrar durante el mes de enero una importante creación de puestos de trabajo, más de lo esperado y el mayor en un período de tres meses desde 1997. Sin embargo, la tasa de desempleo subió una décima, al 5,7%, debido, en gran parte, al incremento en la fuerza laboral, habiéndose notado también una mejora en el nivel de los ingresos. El anuncio provocó una fuerte escalada del dólar, al aumentar las expectativas de que la FED podría subir sus tasas de interés más pronto de lo esperado. Al cierre del viernes en New York el euro cotizaba a USD 1,1330.
Fuente: www.abcmercadodecambios.com