Para quién quiera entender el crédito Stand-by con el FMI
Por tanto, y sin que sea demasiado difícil entenderlo, es como si al país le hubieran autorizado un descubierto en cuenta corriente
Alguna vez en la vida a todos nos ha pasado de “pasarnos” con los gastos y de necesitar la ayuda de alguien para ordenar nuestras finanzas: el financiamiento de la tarjeta, un préstamo personal, bancario, amistoso o familiar, algunos cheques voladores………..
A los países, les pasa lo mismo. A la Argentina, le pasa muy seguido desde hace 70 años….tan seguido que parece como que no logra nunca solucionar el problema.
Nuestra experiencia personal nos ha enseñado que, cuando pedimos prestado, normalmente debemos: a) tomar conciencia del problema en el que estamos; b) decidir pedir ayuda; c) satisfacer las preguntas que nos pueda hacer el posible prestamista; d) tener listas las respuestas a esas preguntas; e) decidir si aceptamos o no las condiciones que se nos pidan para darnos una mano; f) cumplir, porque si no, terminamos en el “Veraz” (real o metafórico) y nunca mas nadie nos va a querer ayudar.
A los países, les pasa lo mismo.
¿Qué cosa sucede cuando un país miembro del FMI le pide a la institución a la que pertenece una “mano” para poner en orden sus finanzas?
Pues, más o menos esto:
En primer lugar, el organismo va a revisar la “ficha” del país, para ver cuál es la tendencia general de su economía en el corto plazo, análisis que se complementa con una serie de reuniones con los encargados de administrar las cuentas públicas. Este primer paso sirve para verificar que, efectivamente hay un problema. Nótese que el que tiene el problema ya dio los primeros tres pasos que le corresponden: tomó conciencia de tener un problema, se animó a pedir ayuda y tener listas las respuestas para las preguntas que sabe que le harán.
En segundo lugar, el FMI le hará saber al país cuales son las condiciones bajo las que está dispuesto a ayudarlo. Esto normalmente, es una mezcla entre algunas normas internas del organismo y la realidad del peticionante; esto es: los objetivos que el país tiene en el corto y mediano pasos para corregir la situación que lo ha llevado a pedir ayuda. No está demás señalar que el FMI no tiene como objetivo imponer políticas económicas, ni favorecer un sector del país deudor por sobre los otros ni ensañarse con los pobres, como muchos inescrupulosos predican.
Cuando se alcanza un acuerdo, se procede a la firma de lo que se llama “memorandum de entendimiento” que es un documento que regulará de ahí en más y con respecto a esa ayuda, las relaciones entre el FMI y el país.
¿Porque se lo denomina Stand-By y porque algunos medios hablan de 50,000 millones de dólares y otros de solo 15.000? Porque las partes han acordado que, contra las promesas del gobierno argentino y en vista de la situación financiera actual del país, el FMI le desembolsará a Argentina una primera tanda de USD 15,000 millones. Los otros 35.000 millones quedan a disposición (stand-by en inglés) por si: a) hacen falta; y b) el país ha cumplido con los objetivos que ha comprometido en el memorandum de entendimiento, de forma libre y soberana.
Por tanto, y sin que sea demasiado difícil entenderlo, es como si al país le hubieran autorizado un descubierto en cuenta corriente del cual se puede comenzar a usar un poco este mes para ir apagando incendios y, si el mes que viene siguen los problemas pese a las promesas de portarse bien, se puede usar un poco más.
Por fin: ¿porque el FMI es “más barato” que otras fuentes de préstamo? Simplemente porque, como ya lo expliqué, la Argentina es socia del organismo, que solo les presta a sus socios y sin fin de lucro. Así que, en realidad, cuando el FMI da un préstamo como este, son los demás países socios los que han decidido “ayudar” un colega en problemas. Tan mal no debe ser, ¿no?