El Bitcoin hace recordar al auge y burbuja de las puntocom
Su baja aceptación, su altísima volatilidad, su bajo volumen en relación a, por ejemplo, la cartera de un gran fondo de inversión, y la inexistencia de fundamentos que permitan calcular racionalmente su valor impiden que cumpla las funciones de una moneda
Este artículo no tiene por objeto debatir con los defensores del bitcoin, sino aportar mi punto de vista a aquellas personas que me preguntan sobre cómo veo el bitcoin como moneda
La suba espectacular que tuvo el Bitcoin en las últimas semanas ha generado tal euforia que ya se habla de la nueva moneda independiente de los gobiernos que imprimen los papeles pintados. Algunos sostienen que estaría surgiendo una moneda privada.
El entusiasmo de algunos bitcoineros me hace acordar a los emprendedores de las punto com que en su gran mayoría terminaron en rotundos fracasos cuando explotó la burbuja de las punto com a principios de este siglo.
De lo anterior no es que reniego de los avances de internet y las ventajas que trae. Yo mismo tengo un sitio que hice en 2004 y debo haber sido uno de los primeros en tener un portal propio a fines de los 90, aunque todavía no estaba difundido el uso de los sitios. No es que descrea de las punto com, insisto, lo que sí puedo afirmar es que en esos años vi demasiados vendedores de humo con las punto com. Todos iban a facturar miles de millones de dólares y basaban sus cuentas en proyecciones absurdas del PBI que iba a permitir ventas de pizzas y cosas por el estilo. Era todo un delirio. Desde un sitio de internet decían que iban a vender millones de pizzas. Sin embargo, cuando uno rascaba un poco el tema, rápidamente advertía que esos proyectos no eran viables porque no monetizaban. Es decir, no generaban ingresos para cubrir los costos operativos y muchos menos producir utilidades.
Al respecto viví una experiencia muy particular. Un conocido me pidió si podía almorzar con dos jóvenes que habían hecho un sitio por el cual se iban a llevar a cabo operaciones de compra venta de materiales para la construcción e iban a facturar millones de dólares. En el almuerzo me decían estos jóvenes, con cierta soberbia, que ellos ya tenían abierta una oficina virtual en San Pablo y que un médico había tardado décadas en poder abrir un consultorio en la misma ciudad. En otras palabras, trataban a ese médico como un dinosaurio y ellos eran la avanzada.
En un punto de la conversación les pregunté cómo se componía el ingreso del sitio que habían creado. La respuesta fue, agachando la cabeza, que todavía no generaba ingresos. Les pregunté, entonces, ¿quién los financia? Un inversor que habían conseguido.
Acto seguido le pregunté de qué vivían y la respuesta fue que mantenían sitios de internet de otras personas. Los que despreciaban al médico dinosaurio que había tardado décadas en abrir un consultorio adicional en San Pablo, nunca lograron crear un sitio rentable y el que apostó a mantenerlos se cansó de poner plata y cerró el sitio. Por supuesto, el almuerzo lo pagué yo porque los dabas vuelta y no tenía un peso en el bolsillo.
Cuento esta historia porque vi muchas al respecto. De todas las punto com que aparecieron muy pocas quedaron en pie y fueron aquellas que generaron ingresos como cualquier negocio tradicional pero vía virtual. Amazon, Netflix, Despegar.com, Airbnb y tantos otros sitios han logrado monetizar su servicio. En otras palabras, la red reemplazó sobre bases rentables actividades que ya existían. En otros términos, no todo lo que se hace en internet, mágicamente transforma en millonario al emprendedor. Como en cualquier otro proyecto fuera de internet, también tiene que ser rentable. Tener flujos de ingresos y egresos positivos.
Hice toda esta historia, porque no todo lo que se hace por las redes está destinado a ser un éxito. No niego la utilidad, solo advierto sobre los vendedores de humo y el tiempo que les tomó a las punto com ser un negocio rentable.
Yendo al tema moneda, lo primero que hay que definir es: ¿qué es moneda? Moneda es cualquier cosa que la gente acepte en forma generalizada como medio de intercambio y sea reserva de valor. Al ser reserva de valor se deriva la función de unidad de cuenta. Se pueden hacer cuentas basadas en esa moneda.
La moneda no es un invento de los gobiernos, es un descubrimiento del mercado, es decir de la gente. Se descubrió que ciertas mercaderías servían no solo para ser consumidas, sino también como medio de intercambio. Por eso se utilizaron la sal, el té, el arroz, la pimienta, el cacao, los clavos entre tantos mercaderías que servían como medio de intercambio.
Así, la economía pasó del engorroso trueque al intercambio indirecto, con lo cual la moneda empezó a funcionar como una autopista agilizando las transacciones.
Finalmente se llegó al oro como mercancía moneda. La particularidad en el uso del oro es que era un bien escaso y obtener oro tiene un costo de producción. No es como el papel moneda al que se le agregan ceros y se tiene más “dinero”. Para obtener oro había que encontrar una veta rentable, hacer grandes inversiones, contratar mano de obra, comprar insumos, transportarlo, etc. Es decir, no era gratis adicionar oro al mercado.
Cuando se abandonó definitivamente el patrón oro en 1972 con Richard Nixon, todas las monedas papel que manejan los gobiernos, pasaron a ser pedazos de papel cuyo respaldo es la confianza en las instituciones jurídicas, políticas y económicas que tiene la gente en el gobierno que emite ese papel.
La gente ahorra en dólares no porqué sepa que hay en el activo de la Reserva Federal respaldando cada peso que hay en circulación, sino que ahorra en dólares porque confían en que las instituciones de Estados Unidos funcionan de tal manera que le ponen un límite al poder de destrucción del dólar. Si un día se acabara la confianza en esas instituciones, el dólar desaparece como moneda.
Algo parecido sucede con el euro. Es la confianza en el emisor lo que hace que la gente lo utilice como moneda, pero sobre todo como reserva de valor.
¿Cuál es el respaldo que tiene el Bitcoin para ser confiable? Es un programa de computación hecho por Satoshi Nakamoto, un pseudónimo de alguien que se desconoce quién es realmente o si son varias personas, pero hay gente que confían en que ese programa es inviolable y que tiene valor como moneda y como reserva de valor. Aquí entra a jugar la teoría subjetiva del valor. Determinada cantidad de personas en el mundo confían en un programa de computación hecho por un desconocido y creen ciegamente que ese programa no puede ser hackeado por nadie. Es decir, que el Bitcoin es a prueba de gobiernos gastadores que imprimen moneda prostituyéndola.
Hasta ahora nadie me supo explicar por qué el programa es inviolable y alguien no puede, al igual que los gobiernos, emitir bitcoins para quedarse con el señoreaje. Si hackearon el sitio de la CIA, del FBI y del Departamento de Justicia de Estados Unidos en 2012, imagino que el programa de Satoshi Nakamoto también puede ser hackeado.
Pero dejemos de lado ese punto, ¿es moneda el Bitcoin? Como medio de intercambio ampliamente aceptado todavía no puede ser tomado. Me dicen que hay personas que aceptan bitcoins por las transacciones, pero, en realidad, al ser una moneda virtual que se puede transferir ampliamente, debería ser aceptada en cualquier comercio del mundo sin límite de países. Es decir, al ser una moneda virtual, su uso no tiene fronteras ni límites para las transacciones, no obstante aún son muy pocos los lugares en que se aceptan bitcoins.
Veamos, es posible que en el supermercado de la esquina no me acepten euros como forma de pago, pero si el bitcoin es tan confiable y es moneda virtual, ¿por qué no me lo aceptan en el chino de la esquina? Finalmente sería como si pagara con la tarjeta de débito con el beneficio que se esquivan impuestos. Yo debería ir por el mundo con mi billetera de bitcoins pagando con ellas para reducir los costos de cambiar monedas y todos deberían aceptármela si es que es una moneda world wide como dicen sus seguidores.
Además, tiene una alta volatilidad a lo largo del día. Sin ir muy lejos en el tiempo, el 12 de marzo de 2020 tuvo una caída del 38,2% entre la apertura y el cierre. Al día siguiente subió un 14% y al otro día bajó otro 7%. Una verdadera montaña rusa. Y si se toman las variaciones entre el máximo y el mínimo diario la volatilidad produce mucho más vértigo.
Si uno lo toma como un activo financiero, asume que tiene una alta volatilidad y se arriesga a ganar o perder, pero se hace difícil imaginar que uno pueda poner en venta su casa cotizada en bitcoins con esta volatilidad, salvo que esté dispuesto a rever el precio cada 5 minutos.
La alta volatilidad que tiene el bitcoin no permite utilizarlo para hacer cálculo económico. Estimar precios y costos a futuro en un proyecto de inversión, por eso no sirve como moneda.
En rigor, también se hace difícil imaginarlo como un activo financiero. No es una empresa que genera flujos en que la cotización de sus acciones responde a sus flujos de ingresos, nivel de actividad del sector u otra variable que uno quiera tomar. Lo mismo pasa con una obligación negociable, un bono de un gobierno o incluso las commodities. Todos estos activos financieros responden a algún fundamental en su cotización, pero, ¿a qué fundamental responde la cotización de un programa de internet que alguien se le ocurrió definir como moneda pero no a su fundador?
La primera transacción en el sector real de la economía pagada con bitcoins es del 22 de mayo de 2010 en que se pagaron 10.000 bitcoins por dos pizas. A la cotización del momento en que estoy escribiendo estas líneas, esas dos pizzas costarían US$ 200 millones cada pizza. No parece ser útil como moneda el bitcoin porque dudo que alguien pueda tomar este dato como unidad de cuenta.
De manera que, por ahora, el bitcoin quedaría limitado, en el mejor de los casos, a ser un activo financiero de altísima volatilidad, con escaso volumen dado que el total de bitcoins en el mercado representen el 0,01% del total de la cartera de activos que maneja el fondo de inversiones BlackRock que es considerado el fondo de inversiones más grande del mundo. Esto para tener una idea de cómo, con poco dinero, se puede mover en un sentido u otro la cotización del bitcoin.
En síntesis, habrá gente que considere que el bitcoin es moneda o es la moneda del futuro, otros que lo vean como un activo financiero, pero la realidad es que todavía no cumple con los requisitos de ser moneda, por ahora ha sido sólo un intento libertario de que la gente desafíe a esos papeles pintados.
Como activo financiero tiene tanta volatilidad que da lo mismo apostar al bitcoin o ir al casino y jugar a pleno al 17.
ESTA NOTA FUE ORIGINALMENTE PUBLICADA EN http://www.infobae.com