REINCIDENCIAS: La vida política argentina funciona semana a semana con un guión aburrido y repetido. Se sabe que va a hablar el presidente en algunos lugares de la provincia de Buenos Aires, que va a insultar a alguien cercano a Duhalde y a alguien de centroderecha, también a algún periódico, preferentemente La Nación, para hacer creer que hay libertad de prensa. Se prevé, además, que va a haber huelga en el hospital de pediatría Juan Garrahan. Que Aníbal Fernández aparecerá por radio y, con su mala educación habitual, se referirá a alguien que haya osado pedir que cumpla sus funciones de ministro del Interior ante el corte semanal de los piqueteros. Que el sindicalista Moyano hablará de los derechos de los trabajadores y de su sindicato e irá a apretar al supermercadista Alfredo Coto pidiendo mayores salarios y afiliados para su sector, sin importar que bloquee las rutas alimenticias a la Capital Federal con sus camiones, a lo Stallone en la película Fist, con quien se siente identificado (un símil Jimmy Hoffa del celuloide).
Otro socio de K, el inefable diputado piquetero Luis D’Elía, quien sufre de incontinencia ano-bucal, lo ha puesto en aprietos y deberá desmentir que no dijo lo que dijo. Aparentemente, ya lo ha hecho ante el juez, a pesar de hacerse el guapo ante los periodistas declamando la presentación de pruebas que demostrarían que es cierto lo que dijo sobre el cartel de Duhalde y el narcotráfico. Grosero error de este incontinente piquetero, pues, por ventura, acaso no se percató de que el 90% de los funcionarios de Kirchner hasta hace un año eran duhaldistas declarados y no notó que al hacer semejante imputación metía a todos en la misma bolsa, convirtiéndolos en pasibles de la investigación que el juez debe motorizar ante su denuncia, que, por supuesto, salieron a desmentir todos los ¿ex? personajes duhaldistas, desde Aníbal para abajo. Hoy, el socio de Kirchner, el piquetero bueno, está pidiendo la escupidera.
¡Ja! Son los problemas de crear opositores ficticios que, a su vez, son íntimos amigos.

FAR WEST: Así se le llamaba al oeste americano en épocas de su colonización, que se caracterizaba por ser un lugar donde la justicia se ejercía por mano propia y triunfaba la ley del más fuerte o mejor armado. Lastimosamente, la Argentina se está pareciendo a eso: los políticos en ejercicio del poder son impunes y están entre los fuertes, lo mismo que los sindicalistas, los piqueteros por derecho propio, los chorros por ausencia política de policías y Estado de derecho en caída libre. Así podría enumerar varios grupos más. ¿Y dónde están los débiles? Son aquellos que tienen escrúpulos, que trabajan bien, que buscan trabajo, que estudian como pueden, que viven dignamente como pueden. En fin, los desconocidos de siempre.
Gracias a esta nueva raza de políticos, la Argentina ha sido vaciada absolutamente de contenido, ya no se discute proyecto alguno, ya no se habla del porvenir salvo por slogans, no interesa la juventud, no se dialoga ni importa. Escenarios televisivos patéticos los pintan de cuerpo entero: periodistas académicos tratan de hacer parecer inteligentes y previsibles a funcionarios improvisados y recitadores de lemas, se cuestiona lo que ya no se discutía y en el mundo ya no se discute, todo se vuelve a ver como si uno en 40 años no hubiera aprendido nada y la agenda del día es un diario viejo de noticias viejas, de discusiones superadas, como si nada hubiera pasado, como si no existiera globalización, como si el Muro no se hubiera caído. ¿Todos invernamos y nos despertamos 20 años después? ¿No hay acaso algún intelectual con sentido común? ¿No hay 100 personas, aunque más no sean, medianamente escrupulosas y racionales?
Por favor, que me avisen, porque esto, todo esto, me tiene harto…

CONCIENCIA: Se celebró la fiesta de la ONG presidida por Lucrecia Lacroze y apoyada fervientemente por Daniel Scioli. Pero fallaron los personajes importantes, los ministros Tomada y Filmus y el gobernador Solá, aparentemente en disconformidad con los dichos del vicepresidente sobre la forma de llevar la campaña.
El faltazo fue a 10 minutos de comenzar el ágape, sin tiempo para reemplazos. Lo importante es que en este tipo de eventos la presencia de los funcionarios es fundamental, ya que se rematan los asientos de sus mesas para comer con ellos; se llegó a pagar 12.000 pesos por un asiento con Solá. ¿Lo harán para conseguir alguna prebenda? Vaya uno a saber.
Pero, imagínese lector, la cara de estos muchachos sabiendo que hay tipos que pagan 12 lucas por su mera compañía.
No hay que olvidarse que esto es una comida de beneficencia, también por eso se exageran los precios pues está el sentido solidario del que paga.
Particularmente, les recomendaría a los señores de Conciencia que, en lo sucesivo, inviten y rematen asientos con intelectuales, escritores, deportistas de élite, entre otros, ya que seguro va a ser mucho mas agradable y van a tener mas éxito y más seriedad.

MEMORIA: Como mensaje final, por favor recuerden que la pelea de los Duhalde y los Kirchner es un “bluff”, son tal para cual. El PJ se dobla pero no se rompe, hay innumerables ejemplos de agravios y menciones sobre “insultos sin retorno” que, en definitiva, en privado son íntimos y en público se matan. No les crea nada de nada, es “pour la galerie”. En el cuarto oscuro, por favor, recuerden que la oposición es otra, no esta. © www.economiaparatodos.com.ar