A quinientas setenta y cinco millas al sudeste de Miami, Turks & Caicos contiene el tercer arrecife de coral más importante del mundo y una de las mejores playas tropicales. Son 193 millas cuadradas de una embajada del Paraíso en la Tierra. El 60% de sus visitantes son personas que no paran de regresar, para bucear, hacer snorkeling, navegar o simplemente para disfrutar de un sol pleno, de arenas blancas como la sal y de una variedad de comidas y tragos que, seguramente, lo harán olvidar de sus obligaciones.

Los habitantes, conocidos como “belongers”, son amigables y serviciales y lo ayudan a cada momento a que su estancia sea confortable, desestresada y verdaderamente relajante.

Enclavado en esta escenografía se halla el “Beaches Turks & Caicos Resort & Spa”, un hotel diseñado para que desde sus habitaciones y suites se vea el mar y que su espíritu invada la decoración cuidada de cada uno de los cuartos. Fuera del edificio principal, bungalows dispuestos en villas que serpentean a lo ancho de jardines tropicales completan las facilidades de un lugar inolvidable. En la “French Villa”, los cuartos detallan puertas de estilo y una verja que circunda los jardines individuales de cada una de ellas. La Villa bordea la piscina “Riviera”. Las suites incluyen dos dormitorios y cuatro baños y tienen una puerta de conexión con salidas independientes para mantener la privacidad de, por ejemplo, un matrimonio con hijos.

La llamada “Suite Presidencial” se halla en los jardines de Cay Pine. Su habitación principal contiene un baño romano y salida individual a la playa. Allí se puede desayunar o cenar ordenando un servicio al cuarto.

Los chicos tienen incluido un parque temático, el de los Piratas del Caribe, cuyas aventuras transcurren en las aguas de una exótica piscina con caídas de agua, toboganes y hasta un barco pirata lleno de tesoros sorpresa que incluyen un centro de video games, una disco y un restaurante ambientado en los ’50. Y desde septiembre de 2004 toda una zona auspiciada por Plaza Sésamo ofrece bailes con los personajes de la serie, cursos para padres, una tienda temática y clases de baile y cocina con Zoe y Cookie Monster.

Innumerables diversiones en el agua están disponibles para los que no pueden mantenerse quietos, desde scuba diving, deportes en las piscinas o en mar, motos de agua y jet skis.

En el mar también puede practicarse windsurf, scuba diving, sailing, snorkeling o se pueden probar las bicicletas de agua. En tierra: tenis, tenis de mesa, croquet, billar, vóley de playa, fitness (en el fitness center), juegos de mesa y disfrutar del spa. A propósito, en el sp ofrecen una gran variedad de servicios: masajes suecos, de aromoterapia, reflexología, hidroterapia, vegetal body wraps, tratamientos de piel, baños de vapor de eucalipto, tratamientos de cera, piscinas de agua caliente y fría.

El resort alberga nueve restaurantes que ofrecen desde comida caribeña hasta continental. Se puede cenar informal o de etiqueta, dentro o con las estrellas como techo y ordenando tanto como usted quiera y cuando quiera.

La misma cadena propietaria de “Beaches” dispone de otra propiedad especializada sólo en el romanticismo: “Sandals” ofrece la misma calidad de servicios pero únicamente para parejas.

Tanto “Beaches” como “Sandals” son propiedades “ultra-inclusive”, es decir, el precio incluye todas las comidas, todas las bebidas (incluidas las alcohólicas), los traslados del aeropuerto y, por supuesto, todas las actividades deportivas y de aire libre que se pueden hacer en el resort.

Suficiente por ahora. Si no empezó a disfrutar aún es porque tiene una gran capacidad de almacenar ganas de placer para cuando esté allí. © www.economiaparatodos.com.ar