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lunes 2 de febrero de 2015

Alberto Nisman, Tomás Bulat

Alberto Nisman, Tomás Bulat

La realidad siempre está. Se la puede ocultar o disfrazar o se puede mentir sobre la realidad, pero ‘la realidad’ siempre está y estará allí

No sé realmente cual es la cantidad de dinero que ha malgastado la dinastía “k” desde que asumió el (des)gobierno, tampoco sumé los ingresos que tuvo en estos doce años pero es suficiente decir con Enrique Szewach que el 65% del déficit fiscal del año pasado (2014) fue cubierto con endeudamiento local en pesos, por parte del Banco Central. El resto se financió con aumento del endeudamiento con la Anses, el Banco Nación y diversas emisiones de títulos por el 20% del déficit restante, otros $ 40 mil millones.

También podríamos agregar como lo recordaba Tomas Bulat que las reservas que CHINA ha prestado a la Argentina por 360 días y que se conviertan a dólares a partir del 11 de diciembre pasado la pagará el próximo gobierno, como decía en una nota anterior, la verdad es que los argentinos estamos endeudados con nosotros mismos y con otros.

También podemos reiterar que esta relación con CHINA nos resulta más agraviante que el pacto Roca-Runciman de la década del 30, ya que aquel podía entenderse dentro del marco mundial de la época, pero este con China es fruto de la incompetencia del gobierno, su korrupcion y su desprecio por la nación. Como el de Chevrón el hecho que haya clausulas ocultas es una muestra de lo que pueden esconder.

En una palabra los “k” y sus secuaces, cómplices, obsecuentes o como se los quiera llamar nos dejarán una herencia extremadamente gravosa que ahora se exhibe vestida de blanco con bota ortopédica y silla de ruedas en una escenografía que representa un exabrupto de la llamada “viveza criolla”, por suerte la gran mayoría ya no le cree…

Pero la realidad siempre aparece pero al revés del “18 Brumario de Luis Bonaparte” cabría decir q ue la farsa del relato “k” se pone de manifiesto por su repetición como tragedia.

Enero fue un mes trágico para el “kirchnerismo” por que las muertes de Alberto Nisman y Tomas Bulat pusieron de manifiesto la realidad que nos deja la dinastía “k”.

La muerte de Alberto Nisman Fiscal federal, puso de manifiesto la mínima estatura ética y moral de kristina fernández de Kirchner que convirtió la muerte de un funcionario del gobierno de la República en una suerte de “divertimento” que como dijo Jorge Asis nos hace temer a “todas y todos” que “en definitiva, que se renueve la instancia de las boletas. Un tiempo de desprecio, como lo definía Sábato, convertido hoy en un tiempo de sicarios”.

Pero además puso de manifiesto la cara verdadera del “kirchnerismo” en ese submundo, recién ahora investigado, de korrupcion, ineficacia, desprecio de la vida ajena y por las formas republicanas, de siembra del odio y de la explotación de las peores miserias del ser humano para edificar un poder de neta estructura mafiosa.

No nos engañemos esto nos deja la “dinastía k” con su hipocresía y cinismo que pesará negativamente por varios años sobre las futuras generaciones.

La muerte de Tomas Bulat, tampoco una muerte casual, ocurre en una fecha del recambio vacacional o de la “alegría” -como dijo Ricardo forster (tampoco me animo a escribir su nombre con mayúsculas)-, con relación a la denuncia de Nisman “Se construyó una denuncia cuando la sociedad atravesaba con alegría el verano…”, debo confesar que Dios no me dio la dosis suficiente de caridad para entender o comprender el cinismo y la falacia de esta declaración.

Esta muerte de Tomas Bulat, por su presencia pública como periodista, ocurrida en un día que murieron 15 personas en 19 horas en accidentes de tránsito de esa gente que reitero “…atravesaba el verano con alegría…”, puso de manifiesto el modo sutil en que la korrupcion mata.

Para quien ha podido recorrer las rutas nacionales y en especial de la provincia de Buenos Aires, los feudos de daniel scioli, ese otro inútil que confunde la gestión con un concepto cínico de la retórica comprobará su mal o pésimo estado, mal estado que no solo se refiere al estado de su capa asfáltica, sino a su diseño que se mantiene con el correr de los años.

En la autovía 2 se conocen zonas riesgosas, curvas peligrosas y la traza no se ha modificado en los cruces por ciudades, caso Lezama, General Guido y otros pequeños pueblos, la ruta 41 tiene tramos intransitables, las rutas nacionales 3, 5, 7 y 8 están largamente superadas por la densidad del tránsito lo que las convierte en muy riesgosas por sí mismas y permitir su tránsito es una virtual incitación al suicidio.

Últimamente he transitado esas rutas por lo que ratifico su estado de regular a pésimo y el temor que nos acompaña cuando debemos recorrerlas y lo que mas nos alarma es la actitud de los operativos de tránsito que en general aguardan escondidos para sorprender los excesos de velocidad y convertir a la prevención en recaudación fiscal.

La presencia policial debe ser activa, visible, honesta no es cuestión de detectar si en vez de 80 km por hora se circula a 85, diferencia imposible de controlar, sino de impedir por simple presencia que la gente incurra en imprudencias.

Esas es la falacia de algunos operativos policiales que se le venden a la sociedad como pruebas de extrema idoneidad, pero ocurre que el día del recambio de “…la alegría…” mueren 15 personas, de paso una pregunta ¿pensamos que uno de esos 15 puede ser uno mismo…?

Estas dos muertes ponen en evidencia extrema a nivel de tragedia la farsa que es el “kirchnerismo”, sus mentiras, su falta de idoneidad, su desprecio por la República, por la institucionalidad pero sobre todo de la vida de cada uno de nosotros.

Explica Facundo Manes que los estímulos positivos favorecen la condición de la persona, no tengo duda alguna que la especialización de la dinastía “k” es favorecer los estímulos negativos ya que su mercado es el lumpen cultural.

A modo de epílogo cuento que traté a Tomas Bulat dos o tres veces en mi vida, al término de sus charlas, la última vez fue en el “Sheraton Libertador” y recuerdo que estuvimos unos 10 minutos compartiendo un café y le relaté una anécdota personal que me ocurrió hace no más de tres años en Roma, con un ejecutivo de una empresa multinacional que estaba realizando y financiando una obra muy importante en un país de África.

Ante mi sorpresa le pregunté. ¿Cómo puede ser que en ese país financien u$s 3500 millones y en Argentina mientras perdure la dinastía “k” no pongan un peso?

Su respuesta fue: “Pasa que ese país respeta las reglas de la corrupción…”

Recuerdo que Bulat, me pidió autorización para incluir esa anécdota en sus charlas…

Fue la última vez de las pocas veces que hablé con él y vaya como mi agradecimiento por haberlo conocido y en mi recuerdo Bulat seguirá vivo, como le pasa a Luis Novaresio no puedo pensarlo en pasado.