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jueves 17 de noviembre de 2005

Alemania retiraría su candidatura al Consejo de Seguridad

Después de haberse empeñado en obtener un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Alemania ha decidido rever su posición, en un gesto que le permitirá estrechar las relaciones con los Estados Unidos, al mismo tiempo que se distancia de Francia.

En la última “Cumbre” de Nueva York, convocada a mediados de año por Kofi Annan, los países que pretendían para sí un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (intención disfrazada prolijamente, por cierto, como una presunta “búsqueda de mayor representatividad” para la institución), terminaron con un estrepitoso fracaso, disimulado, claro está, con una aparente postergación del debate sobre el tema para más adelante.

Es posible que, pronto, el tema quede envuelto en una suerte de niebla que impida su concreción y permita, entonces, que la “representatividad” mayor para el Consejo de Seguridad se concrete por el camino que efectivamente corresponde. Esto es, vía el aumento -moderado, para no resentir la eficiencia y la eficacia en la delicada labor del Consejo- del número de asientos no-permanentes, lo que permitiría la llegada de un mayor número de países al organismo, con mayor frecuencia que hasta ahora, en lugar de curiosamente combatir el privilegio agregando más privilegiados, lo que no tiene sentido.

Esto porque el influyente semanario alemán Der Spiegel acaba de anunciar que el nuevo gobierno liderado por Angela Merkel anunciará en breve -como se preveía- que su país renuncia formalmente al asiento permanente que pretendía obtener para Alemania el derrotado ex canciller Schroeder. En cambio, sugiere el semanario, se estrecharán mucho las relaciones con los Estados Unidos y se debilitará, en contrapartida, la entente cordial con el ahora alicaído líder francés, Jacques Chirac, que llevara de la mano a los alemanes durante la era del gobierno socialista. Todo un cambio.

Alemania, en el ámbito de la Unión Europea, definirá su rol como el de un mediador, en lugar de seguir caminando como desairado país “segundón” de Chirac en una “alianza” bilateral que definió para Europa una visión absolutamente fantasiosa de las cosas y que fue duramente rechazada por la gente al decirle “no” a la Constitución Europea urdida por los franceses, que trataron, a través de ella, de cimentar su liderazgo europeo.

Malas noticias para Francia que, amargada, amenaza a todos y a todo si, además, tiene que resignar que Europa siga pagando, desde el bolsillo común, su caro proteccionismo agrícola. El mismo que llevó a la ruina a países como la Argentina, después de más de cinco décadas de constante y alevosa agresión a nuestro sector agrícola en su conjunto. Ruina que produjo el desplazamiento constante de la población rural (arruinada por la Política Agrícola Común de Europa) a las villas miserias de nuestros conurbanos y provocó las “diferencias de ingresos” que ahora Europa nos “echa en cara” y son hábilmente aprovechadas por los populistas “progresistas” para llevar “agua a sus molinos” y explotar el resentimiento de los “relegados” o “excluidos”, que –obviamente- no pueden entender quién les birló las oportunidades y el nivel de vida de que gozaran sus mayores hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial, mientras vivían en nuestras hoy devastadas economías regionales. © www.economiaparatodos.com.ar




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