La Presidenta buscó mantenerse en el centro de la escena política y se reunió nuevamente con empresarios, dio un fuerte discurso en Tecnópolis y mantuvo un reportaje en medios públicos. Inició la semana pasada su acción política presidiendo un acto en la Villa 21 de la Capital, donde dispuso trasladar el despacho del secretario de Cultura de la Nación.

En el tercer encuentro desde las PASO con las entidades empresarias -sin el campo- y el sindicalismo oficialista, anunció el cambio en el régimen del monotributo, buscando con ello mejorar los ingresos de sectores medios. En el discurso que pronunció en Tecnópolis en la comida con 3.000 empresarios con motivo del día de la industria manifestó que no esperaran que cambiara; dijo “no tengan miedo de hablar, que yo no pienso comerme a nadie”; agregó “quiero llegar tranquila a 2015”, al referirse a su propósito político postelectoral, y también sostuvo que “una política de ajuste sería el colapso de la sociedad” y desalentó así las expectativas de quienes suponen que después de los comicios el oficialismo adoptará una política económica más ortodoxa. El sábado 14 realizó su primer reportaje en cuatro años a un periodista oficialista en la Televisión Pública. Recibió al nuevo Presidente de Paraguay (Cartes), le entregó el sable de Rosas -que en la simbología del Cristinismo comienza a sustituir a San Martín- y colocó una placa en la sede del consulado paraguayo en Buenos Aires, donde Perón se refugió en 1955 bajo la protección de Stroessner.

Pero es en el Congreso donde el oficialismo mostró que, pese a la derrota electoral, mantiene poder. En la Cámara de Diputados de la Nación logró la reapertura del canje de la deuda por 193 a 33 votos (con el apoyo de los bloques opositores de la UCR y el PRO) y en el Senado, obtuvo (sin la participación del bloque radical) por 41 votos a 9 la sanción definitiva del aumento de impuestos para compensar la reducción de ingresos por el cambio del impuesto a las ganancias. La rapidez con la cual el Ejecutivo logró ambas sanciones lo llevó a acelerar el envío del presupuesto 2014 al Congreso, el que tendría media sanción en la semana que se inicia. Junto con este proyecto agregó la prórroga de la emergencia económica y de otros impuestos hasta fines de 2015. De esta forma, en los próximos dos años al oficialismo sólo le sería imprescindible del Congreso la sanción del presupuesto 2015, pero en caso de no lograrlo, como le sucedió en 2010, piensa prorrogarlo por decreto. De esta forma, la Presidenta busca aprovechar con rapidez la mayoría que mantiene en el Congreso antes de las elecciones de octubre, en las que presumiblemente se confirmará el resultado de las PASO. Paralelamente, Sergio Massa presentó su bloque de 11 diputados nacionales, pero sólo 2 de ellos provienen del FPV (los restantes ya estaban en el Peronismo Disidente). Pero en el acto que presidió la Presidenta en Tecnópolis asistieron sólo 6 de los 17 gobernadores oficialistas, algo que evidencia cierta toma de distancia de los mandatarios provinciales.

Mientras tanto, en la provincia de Buenos Aires el debate generado por la inseguridad se ha transformado en la cuestión central de la campaña y pone en evidencia las diferencias dentro del oficialismo. Con la designación como nuevo secretario de Seguridad del intendente de Ezeiza (Granados), el gobernador Scioli asumió la línea “dura” en materia de seguridad y respaldó así el giro dado por el primer candidato a diputado nacional del FPV (Insaurralde). El intendente de Tres de Febrero (Curto), un ex dirigente metalúrgico que lleva tres décadas en el cargo y se mantiene alineado con el Kirchnerismo, salió con su arma y un chaleco antibalas a perseguir delincuentes con la policía. Voceros caracterizados del oficialismo (Kunkel, Di Tullio, Aníbal Fernández, etc.) han criticado la propuesta de Insaurralde de bajar la edad de imputabilidad penal, pero para evitar la profundización del conflicto, el jefe de Gabinete (Abal Medina) y el ministro del Interior y Transporte (Randazzo) adoptaron posiciones más conciliadoras. Scioli ha dado señales de recuperar cierta independencia al afirmar que “se puede ser autónomo sin romper”, mientras busca acercarse a gobernadores e intendentes peronistas con el objetivo de crear una estructura propia para enfrentar el desafío que representa Massa para las presidenciales de 2015. El sábado 14 el Cristinismo puro, reunido en Unidos y Organizados (UYO), realizó un acto para conmemorar los tres años del primer y único acto de Kirchner con la militancia juvenil, del que no participaron ni siquiera los candidatos del FPV en la Ciudad de Buenos Aires (Filmus y Cabandié).

A menos de un mes y medio de las elecciones legislativas, la ventaja a favor de Massa aumenta en Buenos Aires y el FPV no logra mejorar su promedio nacional. Los últimos sondeos publicados muestran que Massa podría alcanzar o incluso superar el 40%, con lo cual su diferencia sobre el FPV superaría los 10 puntos. En cuanto este último, su problema hoy es retener el 27% que obtuvo. Los intendentes bonaerenses kirchneristas aumentan sus críticas a las listas “colectoras” de concejales y legisladores provinciales de La Cámpora y Nuevo Encuentro, que expresan al ala izquierda del Kirchnerismo. Ellas fueron avaladas por la propia Presidenta al decir que en 1973 había votado por Perón, pero para diputados nacionales lo había hecho por la lista del Frente de Izquierda Popular (FIP), no por la del PJ. Los grandes distritos (Santa Fe, Córdoba, Ciudad de Buenos Aires y Mendoza) muestran que las diferencias a favor de los candidatos opositores ganadores se amplía. Tanto Cobos en Mendoza como Binner en Santa Fe suman en los sondeos varios puntos más de los obtenidos en las PASO. Recogiendo el clima político-social imperante, el segundo dijo “este gobierno por la corrupción va a ser recordado peor que el de Menem”. En algunas provincias donde el FPV fue derrotado se espera una recuperación, pero todavía no hay datos concretos al respecto. La reelección del gobernador de Corrientes, el radical Ricardo Colombí, confirma que el interior no es hoy un ámbito electoral fácil para el oficialismo nacional.

En conclusión: la Presidente busca ocupar el centro de la escena política, tomando distancia de la campaña electoral y confirmando en sus manifestaciones públicas que no cambiará su proyecto; en el Congreso ha mostrado que mantiene el control y que tratará de aprovechar esta ventaja rápidamente para lograr la aprobación del presupuesto 2014 y la prórroga de la emergencia económica y varios impuestos; en la provincia de Buenos Aires la inseguridad es el tema central en la campaña electoral, con Scioli, Insaurralde y los intendentes K asumiendo posiciones duras que los diferencian del Cristinismo y electoralmente, la diferencia a favor de Massa en Buenos Aires se amplia y la reelección del gobernador radical de Corrientes muestra que el interior no le está resultando fácil al oficialismo.

Fuente: www.nuevamayoria.com