Autores Manuel Mora y Araujo
No llores por mi, Argentina
Es un hecho que la Argentina no anda. Como suele decirse, ni para atrás ni para adelante, porque el país crece poco y no sale de sus problemas más agudos, pero tampoco está sumergido en una de esas crisis típicamente argentinas, tantas veces anunciada en los últimos años. El gobierno no ofrece ni diagnósticos ni prescripciones creíbles; más bien parece no saber qué hacer. La oposición, como es esperable, plantea que hay que cambiar el gobierno, pero no dice qué haría si llegara a ser gobierno; habla mucho de la corrupción y de la transparencia, pero habla poco de los problemas que preocupan a la gente y de las causas de la mala situación. Lo que funciona, esencialmente es porque la sociedad –y, en algunos casos, gobiernos locales- lo producen. Ver Más