El BCRA se vio obligado la semana pasada a dar marcha atrás

Panorama argentino

Finalmente y tras mantener, desde el 4 al 6 del corriente, su increíble decisión de suspender el pago de importaciones, el BCRA se vio obligado la semana pasada a dar marcha atrás para reimponer la norma, no formal por cierto, que permitía a los importadores realizar pagos al exterior hasta un máximo de USD 150.000 por día. Además, también rige la obligación de informar previamente los de mayor importe para que la autoridad monetaria decida o no las autorizaciones pertinentes, que por supuesto serían de un valor mucho menor al requerido, razón por lo que la Argentina sigue siendo catalogada en el mundo civilizado como “país en default”. Y esta situación, inédita por cierto, deja una clara y creciente incertidumbre para el futuro, en razón de su imprevisibilidad. Es por eso, precisamente, que ya son notorias la carencia de ofertas de financiación de las compras de insumos en el exterior por parte de empresas argentinas diversas y las dificultades que se suman y complican las negociaciones comerciales correspondientes. Fue así como, de repente, desde el lunes la demanda en el mercado de cambios resultó mucho mayor porque se agregaron las transacciones demoradas durante la semana anterior debiendo el BCRA, entonces, vender diariamente los dólares faltantes necesarios, a pesar de haberse sumado, en los días recientes, algunos ingresos de fondos por exportaciones del sector minero, siendo los de los grandes exportadores de granos mucho menores por motivos estacionales. Cabe agregar, que a partir del martes pasado rige la disposición, implementada por el BCRA, de que las entidades bancarias deberán informarle sobre la apertura de cartas de crédito de importación, con el detalle de nombre de la empresa, montos y plazos, afirmando Axel Kicillof que dicha medida se fundamenta en que «se encontraron algunos negociados ilícitos o pocos transparentes vinculados al comercio exterior». Cabe destacar que el titular del BCRA, Alejandro Vanoli, se comprometió a ir adecuando en forma «gradual» los giros para los importadores más chicos, haciendo también referencia a la deuda flotante que la autoridad monetaria mantiene con las grandes empresas productoras de automóviles y las de electrodomésticos instaladas en Tierra del Fuego. Según lo afirmó ante empresarios, pero sin haberlo concretado aún, el objetivo «a mediano plazo» es incrementar los cupos semanales de uso de divisas con el objetivo de reducir la deuda que mantienen con sus casas matrices tales compañías, que se estima por un monto cercano a unos USD 5.000 millones. Otra novedad resultó la decisión del BCRA de elevar las tasas que los bancos pagan por los depósitos en dólares, buscando atraer más inversores y aumentar el stock de plazos fijos, dando así una muestra más de basar sus decisiones sólo en un insólito voluntarismo. Además, el ente regulador lanzó una nueva emisión de Lebac en dólares para que los bancos también aumenten sus tenencias en esa moneda. Y al respecto, por la tarde del viernes se supo que el Gobierno, por supuesto no por convicción sino por necesidad, autorizó la exportación adicional de un millón de toneladas de trigo, lo que permitirá un ingreso extra al país de unos USD 240 millones. Mientras, el MULC argentino sigue con su mediocre actividad, afectada por el inexistente sistema de «flotación administrada» impuesto por el Gobierno. El hecho más importante fue el de haberse permitido, nuevamente, que las empresas pudieran realizar pagos aunque limitados de las importaciones. Sin embargo, el volumen transado en las cinco jornadas fue de unos USD 1.152 millones, con un promedio diario de USD 230 millones, un 7,4% menor al del similar período anterior. El Banco Nación fijó su cierre vendedor de transferencia en $ 8,6850, con un alza semanal del 0,3% y en lo que va del mes del 0,5%. El BCRA intervino diariamente en el mercado con ventas por un total de USD 245 millones. Las reservas, sin embargo y según datos provisorios, cerraron la semana sumando USD 31.322 millones, mostrando un aumento de USD 38 millones, debido a un ajuste contable positivo, relacionado con diferencias de cambio de divisas extranjeras, del oro y de los títulos públicos dolarizados. Cabe agregar que en este mes aquéllas muestran ya un pérdida acumulada de USD 130 millones con respecto a enero.

Panorama internacional

Los ministros de Finanzas de la eurozona pudieron escuchar los planes de su colega heleno, Yanis Varufakis, sobre cómo Grecia pretende devolver los 195.000 millones que le han prestado sus socios europeos, si respetará los compromisos adquiridos a cambio de esa ayuda y cómo podrá financiarse en los próximos meses, cuando tiene que pagar 17.000 millones de euros al BCE y al FMI y vencen 14.500 millones de euros en Letras. Nadie esperaba un acuerdo el miércoles pasado y, por supuesto, no lo hubo, pero la reunión se complicó tanto que ni siquiera se pudo consensuar un comunicado conjunto. Jeroen Dijsselbloem, presidente de los ministros de Finanzas de la eurozona, se reunió el pasado jueves con Alexis Tsipras, primer ministro griego, después de que las negociaciones entre Grecia y el Eurogrupo fracasaron. Los dos líderes políticos pudieron llegar a un mínimo acuerdo, pero suficiente como para reabrir el diálogo entre Grecia y la Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional y BCE, antes de la reunión de ministros de Finanzas, prevista para este lunes. Así, por lo menos por ahora, el optimismo resurgió y se esperaba que durante el fin de semana se pudieran ultimar los detalles «técnicos» para poder llegar a un acuerdo con los socios europeos, sin forzar la salida de Grecia de la eurozona. Otro hecho positivo en el mismo sentido fue la decisión del BCE de extender la cantidad máxima de ayuda de liquidez de emergencia para los bancos griegos en 5.000 millones de euros, hasta los 65.000 millones. Mientras, el euro vivió una semana positiva porque pudo recuperarse de las fuertes pérdidas resientes, habiéndose movido en las últimas cinco jornadas entre 1,1270 y 1,1440 dólares por unidad. Mientras, del otro lado del Atlántico aparecieron algunos indicios que podrían cambiar el sentimiento positivo que caracterizaba a los mercados locales. El ultimo jueves se conocieron dos datos sobre la economía estadounidense que preocuparon, porque no se los esperaba. Tanto el dato sobre las ventas minoristas de enero como el de los pedidos semanales de subsidio por desempleo resultaron por debajo de las expectativas, incrementando las señales de una desaceleración de la economía en el comienzo del 2015 y opacando en cierta forma el optimista informe sobre el empleo que se conoció el viernes de la semana anterior. También el viernes hubo otra sorpresa cuando decepcionó el dato sobre el sentimiento del consumidor de enero pasado, con lo que aumentaría la probabilidad de que algunos importantes inversionistas comenzaran a cambiar activos estadounidenses por los de la eurozona, frenándose entonces la subida del dólar. El euro terminó la semana en sus máximos, cotizando al cierre del viernes frente al dólar en New York a USD 1,1400.

Fuente: abcmercadodecambios.com