En lugar de trabajar estratégica y cooperativamente a gran escala a nivel regional, en materia política, económica, jurídica y social, para darle impulso, prosperidad y crecimiento sostenido a nuestros pueblos que tanto se lo merecen; continuamos asfixiando nuestras democracias republicanas y economías siendo gobernados (fuertemente en Argentina) por lo que yo llamo una raza de “Bárbaros Políticos”.La escasa pero intensa luz de un ocaso, en materia de poder económico y político, se desvanece poco a poco en las naciones Occidentales para amanecer en manos Asiáticas. La constante y relativa declinación de los Estados Unidos de Norteamérica como potencia hegemónica occidental ante el crecimiento de su contraparte, La República Popular China, sumada a la profunda crisis e inestabilidad que asola a la mismísima cuna de la cultura y civilización Occidental; representa, además de sus concretas y notables consecuencias, un golpe moral y simbólico para la misma, ya que nos deja en manifiesto, por ahora, el constante y paulatino traspaso del poder económico y político hacia Oriente forjando lo que será un nuevo sistema internacional.

Mientras todo este reordenamiento mundial continúa su proceso en este preciso instante, con un desenlace que podemos suponer pero, que no sabremos con certeza hasta vivirlo; gran parte de nuestra joven y adolescente Sudamérica (incluída Argentina) continúa inmersa en una barbarie política. En su lugar deberíamos estar esforzándonos por tomar ésta oportunidad, que nos presenta el escenario mundial, de adueñarnos de nuestro propio destino y futuro económico y político para transformarnos progresivamente en un nuevo foco y referente internacional.

En lugar de trabajar estratégica y cooperativamente a gran escala a nivel regional, en materia política, económica, jurídica y social, para darle impulso, prosperidad y crecimiento sostenido a nuestros pueblos que tanto se lo merecen; continuamos asfixiando nuestras democracias republicanas y economías siendo gobernados (fuertemente en Argentina) por lo que yo llamo una raza de “Bárbaros Políticos”.

Esta raza de “Bárbaros Políticos” son aquellos que carecen del principio de alteridad en sus acciones y decisiones, políticos que no tienen una clara y transparente noción de justicia y verdad, aquellos que no son capaces de levantar el estandarte del honor e integridad, que nos demuestran día tras día no ser acreedores de virtudes morales como la templanza, la prudencia política, fortaleza y justicia, indispensables para un dirigente político, sobre todo cuando debe guiar y liderar a una nación en su hora más ardua y oscura. Políticos que nos demuestran no conocer la virtud del bien y  nos demuestran no trabajar por el bien común. A todos ellos, indignos de sus predecesores independentistas, no merecedores de nuestras esperanzas y simpatía, yo los llamo “Bárbaros Políticos”.

Hay una frase popular que dice: “el pueblo tiene los políticos que merece”. Pues yo creo que los pueblos Sudamericanos; que el pueblo Argentino, ya no merece ser gobernado por éstos “Bárbaros Políticos”.

Somos una región sin conflictos armados presentes ni latentes, sin conflictos religiosos o étnicos, carentes de xenofobia y en donde hay mayoría de habla hispana lo que facilita la comunicación y el entendimiento entre nuestros pueblos. Una región con una cantidad y diversidad de recursos humanos y naturales inconmensurable, donde todo el mundo es bienvenido. Compartimos costumbres y tradiciones, y exceptuando unos escasos y vergonzosos episodios oscuros (como la guerra de la triple alianza entre otros), gozamos de una historia común y cooperativa plagada de heroísmos, con sólidos lazos de hermandad, con luchas independentistas en común, en donde nos hemos apoyado y asistido como verdaderos hermanos. Todas éstas han sido razones por las cuales hemos sido víctimas de agresiones y manipulaciones con el único fin de dividirnos y enemistarnos entre nosotros para satisfacer su avaricia económica y ambición de poder. Agresiones y manipulaciones que continúan hasta el día de hoy en una multiplicidad de formas, más sutiles.

Por ello debemos comenzar por el principio y esto no es esperar y soñar, sino fomentar, elevar de entre nosotros y exigir como pueblo, políticos idóneos que respeten los procesos democráticos, la estructura republicana y sus garantías, y castigar severamente cuando esto no sea respetado. Debemos comprender que la sustentabilidad y prosperidad económica será imposible sin una clase política idónea y honorable.

Ésta debería ser nuestra única prioridad y el primer paso para un cambio regional. Ya que, continuar bajo el Gobierno de “Bárbaros Políticos” nos destinará con celeridad y certeza a la ruina, o acaso ¿imaginan posible una gloriosa, esplendorosa y LIBRE Atenas de la Antigua Grecia gobernada por un bárbaro despiadado que manipula el poder a su antojo?. Esto no es sólo un juego, es nuestro país, es nuestra nación, son nuestros antepasados y su esfuerzo; es el futuro de nuestros hijos.

Fuente: LibertadyProgresonline.org