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martes 1 de abril de 2014

Cadena Nacional y violación de la ley de medios

Cadena Nacional y violación de la ley de medios

Luce muy difícil explicar las cadenas por razones graves, excepcionales o de transcendencia institucional para hablar de los alfajores Fantoche

El gobierno kirchnerista se ha gastado la garganta denunciado a los monopolios mediáticos que no cumplen con la ley de medios. Sin embargo, la presidente ha sido la primera en violar la ley de medios que ellos mismos impulsaron.

Todos sabemos del uso y abuso de la cadena nacional que hace CFK, pero ese uso y abuso surge del artículo 75 de la ley de medios 26522. Dice el referido artículo: “Cadena nacional o provincial. El Poder Ejecutivo nacional y los poderes ejecutivos provinciales podrán, en situaciones graves, excepcionales o de transcendencia institucional, disponer la integración de la cadena de radiodifusión nacional o provincial, según el caso, que será obligatoria para todos los licenciatarios”.

Luce muy difícil explicar las cadenas por razones graves, excepcionales o de transcendencia institucional para hablar de los alfajores Fantoche, como si la presidente estuviese utilizando la cadena para hacer lo que se conoce como PNT (Publicidad No Tradicional), de anécdotas de su vida, de lo que le decía su fallecido esposo o para anunciar la inauguración de un plan “social” o la inauguración de algún hospital por enésima vez.

Es más, utilizar la cadena para que los militantes inicien la transmisión con cánticos partidarios del kirchnersimo, es una clara utilización de la cadena para fines partidarios que nada tiene que ver con la gravedad institucional o excepcionales. Es abuso del poder.

Al gobierno no le ha bastado tener una legión de medios adictos y transformar el canal estatal en un canal partidario, que, además, utiliza la cadena para formular anuncios sin relevancia y con un montaje previo de muy mal gusto al utilizar a los militantes haciendo, como decía antes, cantos partidarios.

En algún momento la presidente sostuvo que utilizaba la cadena porque los grandes medios nacionales no informaban sobre sus actos de gobierno. En rigor los actos de gobierno se informan por medio del boletín oficial. Ahora, si lo que quiere hacerse es informar actos partidarios, los medios privados no tienen por qué hacerlo.

Es más, al necesitar la cadena para anunciar políticas demagógicas, en el medio de un carnaval partidario, y quejarse de que los medios nacionales no les dan difusión, implícitamente está reconociendo que las fortunas que ponemos los contribuyentes en sostener a una legión de medios adictos al gobierno no son vistos, leídos o escuchados por nadie. Un reconocimiento explícito de la presidente de que su relato de un país que solo existe en su imaginación, ya no lo quiere escuchar nadie. Ni aún sus seguidores, salvo los que, por conveniencia, aparecen haciendo el triste papel de aplaudidores o artistas de reparto en cada montaje escenográfico de las cadenas nacionales.