Caras y caretas
“La esperanza no es la convicción de que algo saldrá bien, sino la certeza de que algo tiene sentido de cualquiera manera que resulte” (Václav Havel, ex Presidente de la República Checa)
La Presidente, ha aconsejado a sus “hijos” (¿) políticos “darse un baño de humildad” para afrontar la pelea del FPV en las próximas elecciones, pidiéndoles que “se bajen” y disminuyan la cantidad de postulaciones para los distintos cargos de las PASO que se están celebrando este año.
Una enferma del poder absoluto como ella, que suele hacer oídos sordos a la razón y el buen sentido, sigue comportándose así como una auténtica demagoga a pesar de que su gobierno se encuentre en plena debacle, mientras inaugura y divulga en cadena nacional los acontecimientos más insólitos.
Pocos días después de este hecho, hemos asistido a la respuesta de su pedido: la foto de una reunión multitudinaria de los “capitostes” del FPV exhibiéndose en una foto “de familia” con los dedos alzados en “V” (clásicos en el ritual desafiante del justicialismo) y muy sonrientes luego de haber “tomado nota” del consejo de “mamá Cora (Cristina)”, sin que ninguno de ellos se mostrara dispuesto a seguir sus consejos.
El desbarranque del “relato” ideológico del gobierno es notorio (a pesar de lo que dicen algunas encuestas intencionadas) y la turbamulta de obsecuentes que se aglutinan junto a las polleras de la “comunicadora oficial” continúan llenando el aire de consignas “buffas” que puedan complacer a su “reina plebeya”, que en el ínterin se ha “cruzado” con los gremialistas que negocian paritarias, para advertirles ¡que en España los aumentos pactados son del 1,5%!
A pesar del pedido de Cristina Fernández, estas cuestiones parece que serán decididas finalmente por Antón Pirulero (como en el juego: “¿Yo señor? No señor. Pues entonces…”), porque a nadie le interesa dejar un palmo de terreno disponible para sus rivales dentro y fuera del partido.
Como una muestra más de la “cultura” del kirchnerismo (que no tiene ideología ni moral alguna sino solo objetivos relacionados con el poder), sus infatuados dirigentes han dado una nueva prueba de su obcecación y soberbia: todos creen poseer las máximas condiciones para encabezar un nuevo gobierno que siga el camino de la “abogada y hotelera exitosa”, aunque sepan de antemano que deberán arreglar los desastres que dejará tras de sí y no sepan bien cómo lo harán aún. Para ellos, ya habrá tiempo para hilvanar un nuevo discurso “ad hoc”.
Mientras tanto, Sergio Massa viene cayendo en picada libre; porque al menú de “frescura y renovación” que propuso alguna vez, le ha ido sumando poco a poco la adhesión de lo más rancio del peronismo prebendario y corrupto. En efecto, Otahecé, de la Sota y compañía no parecen tener relación alguna con los postulados iniciales del joven, arrebatado y monocorde ex intendente de Tigre. Además de ello, viene sufriendo como goteo las deserciones de algunos adherentes ex kirchneristas que quizá vuelvan al antiguo redil, diciendo, de paso, algunas cosas horribles de él.
¿Qué queda a la vista pues? Una puja que se ciñe cada día más a dos candidatos: Macri y Scioli. El primero, sin demasiadas palabras, ofrece algo nuevo, basado en las evidencias y los logros de su gobierno en la Capital Federal, y se muestra más estricto y serio con los eventuales adherentes extrapartidarios del PRO. Sioli, sigue aferrado a un discurso sin ningún contenido (al igual que los peronistas clásicos), tomando “consejos” de asesores supuestamente “sensatos” que montan una gran nube de humo a su alrededor sin causar la sensación de que el ex motonauta les hará caso, porque como fiel discípulo de la ortodoxia ritual del PJ (ya lo ha demostrado con creces), terminará haciendo lo que le parezca en cada circunstancia, para mantenerse aferrado a un eventual cargo futuro, si lo obtiene. Perón decía que el justicialismo es un movimiento que se reproduce como los gatos. Y ya se sabe que el gato es egoísta y siempre actúa de acuerdo con sus preferencias, ignorando las necesidades e intereses de los demás.
Comenzamos a sospechar que, como nunca antes, la gente decidirá sus preferencias quizá CON MAYOR LIBERTAD. Parece estar naciendo una nueva independencia de criterio selectivo que está tomando cuerpo: la conciencia de que el éxito del porvenir pasará inexorablemente por el apoyo que se preste a quienes HAGAN –o hayan demostrado que SABEN HACER-, en detrimento de los que acostumbran a sembrar vaguedades en sus discursos proselitistas.
¿Dos buenos ejemplos al respecto? Uno nacional: la contienda de las PASO dentro del Pro con el triunfo final de Rodríguez Larreta sobre Michetti (a pesar de los pronósticos de los encuestadores). El otro, internacional: la arrolladora elección de David Cameron en Inglaterra frente al laborismo (una forma de peronismo populista “educado”), que siempre ha sido afecto al “jarabe de pico”.
¿Por qué se ha vuelto tan impredecible vaticinar el futuro político en el mundo a través de encuestas? Porque el ciudadano del común, asustado por las delaciones y persecuciones de su gobierno, no confía en nadie más que en sí mismo. Teme ser “castigado” por sus opiniones y se preserva SIN DECIR LO QUE PIENSA HASTA QUE ENTRA AL TRADICIONAL “CUARTO OSCURO”.
En ese escenario continúan moviéndose muchos candidatos, sin apercibirse que tener supuestos “territorios conquistados” hoy, no significa nada de cara al futuro porque el único territorio válido es el interior de la mente de individuos que evaluarán en su estricta intimidad quién les habla con la verdad y parece ser capaz de convertirla en una realidad favorable para ellos y quién fabula.
Hoy más que nunca, a pesar del repiqueteo estruendoso de los medios de comunicación, inciden en cualquier coyuntura política las misteriosas razones emanadas de la psicología íntima de los votantes, que deciden sus apuestas en soledad SIN COMUNICARLAS A NADIE POR ANTICIPADO.
Quienes sepan entender esto y apunten correctamente sus cañones sin hacer promesas “facilistas”, resultarán triunfadores en la contienda. Los demás deberán seguir mirando “desde afuera”.
carlosberro24mail.com