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jueves 2 de septiembre de 2004

Carlos Curi: “La mejor renegociación de la deuda es la que permite atraer inversiones rápidamente”

Los vínculos entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) no están en su mejor momento. En medio de este clima tenso, Rodrigo de Rato ha venido a reunirse con Kirchner. ¿Cuáles son las repercusiones de la visita al país del número uno del FMI? El economista Carlos Curi explica los temas que se tocaron en el encuentro y da pistas para comprender lo que sucede.

– ¿De qué se está hablando en los mercados?

El tema excluyente tiene que ver con la relación con el FMI. Esta cuestión está en el tapete, fundamentalmente, a raíz de la visita al país de Rodrigo de Rato. La relación con el FMI está totalmente congelada desde hace algunos meses por obra del gobierno, que decidió suspender su renegociación de septiembre hasta tanto pueda renegociar con los bonistas privados la deuda externa. La Argentina hizo esto pensando que va a lograr acordar con los bonistas hacia fines de diciembre de este año y suponiendo que con ello podría empezar el 2005 con todo el paquete renegociado.

– ¿Pero no va a suceder eso?

– Es difícil.

– ¿De qué se habló en la reunión entre Kirchner y Rato?

– La verdad es que de nada nuevo. En el encuentro, el gobierno le dijo al FMI que no precisaba su dinero y que, por tanto, no iba a pagar los vencimientos que le restaban desde septiembre hasta diciembre –que son más o menos unos 2.400 millones de dólares-. Sin embargo, conjuntamente a esto, le están pidiendo a Rato renegociar 1.000 millones que no son totalmente exigibles.

– ¿Qué es lo que busca el gobierno con todo esto?

– Esta es una estrategia muy similar a la que llevó adelante Cavallo en el año ’94 y que le salió muy mal al gobierno de ese entonces porque, inmediatamente, en el ’95 tuvieron que volver corriendo a pedirles dinero.
Por eso, yo opino que esta estrategia, en realidad, no le conviene al gobierno de Kirchner porque lo va a dejar en una situación muy débil frente al FMI. ¿Por qué? Porque los vencimientos del 2005 son de 9.000 millones de dólares: 4.500 millones son con organismos unilaterales y los otros 4.500 con los bonos posdefault. Mientras tanto, el superávit fiscal que se tiene previsto para ese entonces es de 3.000 millones de dólares. Por lo tanto, el gobierno podrá pedirle al Banco Central 1.000 millones más, pero lo cierto es que, realmente, no le va a alcanzar para pagar todo. Entonces, dadas estas circunstancias, necesariamente, van a tener que volver a negociar con el FMI y ellos en ese momento van a tener mucho más poder político.
Si la Argentina no llega a renegociar en diciembre con los bonistas -que es lo más probable- su posición frente al FMI va a ser muy débil, no va a ser favorable. Y éste va a tratar de ahondar en esa diferencia de poder y le va a poner, entonces, muchos más condicionamientos en cualquier arreglo futuro.

– ¿Se habló de algo más?

– Sí. En la reunión el presidente le ratificó a Rato que la Argentina no va a mejorar la oferta a los tenedores de bonos.

– ¿Y, entonces, cómo se piensa lograr un acuerdo?

– Es que, por otro lado se sabe que el gobierno sí está pensando en mejorar la oferta en 2.000 o 3.000 millones de dólares, tratando de incluir el cupón variable. Este cupón determinaba que, cuando el crecimiento del Producto Bruto excediera un determinado monto, se le iba a pagar la diferencia en efectivo a los bonistas. Este excedente está estimado en alrededor de 2.000 millones de dólares y parece ser que el gobierno está negociando pagar el incremento de 2004 como cupón variable.

– Es decir que, haciendo un balance de la reunión entre Rato y Kirchner, no se llegó a una conclusión en cuanto a las relaciones argentinas con el FMI, no se dieron señales de que se va a incrementar la propuesta para la renegociación de los bonos y, por lo que tengo entendido, tampoco se logró avanzar en el tema del superávit fiscal.

– Así es. Kirchner también le dijo al director gerente del FMI que no quieren negociar un superávit fiscal por encima del 3% disponible para el pago de la deuda y le reafirmó algo que demuestra que, efectivamente, acá hay una confusión teórica e intelectual bastante importante. Le dijo que quiere para la Argentina la mejor renegociación de su deuda. Inmediatamente la pregunta es: ¿cuál es la mejor renegociación para la Argentina? Y la respuesta que da el mercado –y también el sentido común- es que es aquella que da la posibilidad de reinsertarse en el mercado de capitales lo antes posible. No es la más barata, como piensa o quiere el gobierno, sino que es la que permite atraer inversiones en el período más corto posible. Pero acá siguen con esta confusión grave y, hasta tanto no la aclaren, no se va a poder cerrar un buen trato con los acreedores.

– El comunicado del FMI que se publicó el martes es muy parco. ¿Usted tuvo oportunidad de leerlo?

– Sí, lo leí. Es verdad.

– Mi sensación es que Rato puede ser todo lo gentil o amable que puede llegar a ser el FMI en este tipo de cuestiones y, de hecho, puede mantener una reunión en la que estuvo muy simpático y todo con el presidente. Pero, finalmente, lo que dice en el comunicado es: “Bueno, cuando se pongan de acuerdo sobre qué piensan hacer con la deuda, me llaman, ¿OK?”. Esa fue la sensación que me dio a mí el escrito. ¿A usted qué le pareció?

– Yo también hice esa interpretación. Las relaciones están bastante frías. Eso es claro. Y el Fondo está muy terco en su postura de que Argentina tiene que renegociar con los acreedores antes de acordar nuevamente con él las nuevas condiciones.

– Dado el perfil que tiene nuestro gobierno, la verdad es que no habría que descartar la posibilidad de que se decida no pagarle más al FMI. Porque hay un fuerte sesgo ideológico en el gobierno y si uno analiza su postura en materia de política exterior o con la economía, que tiende a cerrarse en vez de abrirse al mundo, puede llegarse a esta conclusión. ¿Qué pasaría si el gobierno dijera “entramos en default con el FMI, se acabó”?

– La verdad es que en el corto plazo no pasaría demasiado. Este tipo de cuestiones no tienen consecuencias o efectos inmediatos. La Argentina se aislaría del mundo, le llegarían menos inversiones de las pocas que llegan hoy y se cerraría más todo porque se tendría una sociedad mucho más dependiente de la inversión pública que de la inversión privada, de la distribución pública que de la distribución que pueda hacer el mercado. Nos iríamos aislando.
No obstante ello, yo apostaría a que la relación con el FMI no se va a fracturar del todo hacia el 2005 y que el gobierno va tratar de renegociar algún tipo de contrato de manera tal de refinanciar los pagos de ese año.
Algo se puede lograr, fundamentalmente, por la renegociación de los bonos que tienen los bonistas nacionales, es decir, los acreedores institucionales que tiene la Argentina, llámense bancos o Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP). © www.economiaparatodos.com.ar




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