Las medidas vinculadas a la compra de dólares frenaron la actividad en las inmobiliarias, y el efecto también se está reflejando en los constructores.  La actividad de la construcción, en especial la puesta en marcha de las obras nuevas, está sintiendo fuerte los cimbronazos del cepo al dólar.

En la Capital Federal, durante el mes de abril, se presentaron un 50,72% menos de permisos para construir que en igual mes del año pasado, según la estadística que lleva el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

En este ámbito, según una publicación del diario Clarín, la caída es mayor teniendo en cuenta la superficie permisada: los metros cuadrados se redujeron un 60,22%. Y el acumulado, durante el primer cuatrimestre del año, contabilizó una caída del 46,45 por ciento.

El Indicador Sintético de la Actividad (ISAC) del INDEC, que toma la información de la grandes empresas proveedoras en todo el país, mostró una caída interanual del 3,8% en abril y del 5,9% respecto del mes anterior.
Como también se detectaron caídas en las ventas de insumos: -28,5% en asfalto, -16,7% en cemento, -10,9% en pinturas, y -8,4% en pisos y revestimientos cerámicos, entre otros.

Ocurre que las medidas vinculadas a las restricciones a la compra de dólares comenzaron por frenar la actividad en las inmobiliarias, y el efecto también se está reflejando en la actividad de los constructores.

"El peor escenario es para aquellos que tenían planeado arrancar determinadas obras pero aún no tenían comprado el terreno. Es decir la inversión que suele hacerse necesariamente en dólares. Este es el segmento más destinado a la paralización", explican al matutino en el sector.

"Hoy todavía no es negocio parar obras ya comenzadas y además estos costos insumen pesos. Pero también es cierto que nadie arranca con una obra nueva", comentó a Clarín un empresario con pequeñas construcciones en la zona Norte.
Para este año, los empresarios esperan una suba similar a la del 2011, en el precio de los materiales (16 o 17%) y del 23% en la mano de obra, que incide mucho en los costos.

En el caso de los inversores que aportan fondos para los emprendimientos que se hacen a través de fideicomisos, también se mantienen expectantes sobre la evolución del mercado cambiario.

Los permisos para la construcción, sirven de termómetro para monitorear la actividad. Contabilizan los pedidos de los constructores una vez que éstos tienen los planos ingresados y aprobados por el Municipio.

En coyunturas normales, una vez obtenido el permiso, la obra suele empezar sin mayores dilaciones. Pero también, en estas estadísticas se incluyen aquellos proyectos que obtienen los permisos pero, ante la incertidumbre del mercado, sus desarrolladores deciden esperar "hasta que aclare", antes de comenzar la obra.