Si no me han engañado los economistas que consulté para actualizar los sueldos y el valor de las cosas en los últimos 100 años, parece ser que los maestros cobran aproximadamente lo mismo desde la segunda presidencia de Perón en adelante. (aparentemente antes cobraban comparativamente más).
Es decir, que el reclamo salarial docente, con los métodos utilizados, parece no haber dado demasiado resultado. Ahora, el efecto –espero que no buscado– que sí tuvieron sus protestas es una caída en el nivel de instrucción de la población.
Y de nuevo con la misma historia: en algunas provincias no han comenzado las clases por los reclamos salariales de los docentes. Y como siempre: ¿se perjudica el gobierno municipal, provincial o nacional? ¿Se perjudica el Fondo Monetario Internacional? No. Los que se perjudican son los niños y, por lo tanto, nosotros. No hay nación que crezca sin educación.
En Salta las clases aún no han comenzado, a pesar de que deberían haberlo hecho el 1 de marzo. En la evaluación de calidad educativa de 1996 de séptimo grado de Lengua y Matemática, Salta ocupó el lugar número 19 entre las provincias, con un nivel de respuestas correcta de 49.78 (es cuestionable cómo se tomaron estas evaluaciones, pero útil para ver la ubicación relativa de cada provincia; asimismo, les recuerdo que estas evaluaciones eran sobre contenidos mínimos, es decir que en promedio no sabían ni la mitad de lo que deberían saber). También en ese mismo año, Salta tenía 10,3 % de repitentes. ¿Vamos a arreglar este desastre –sí, la palabra desastre es fuerte pero no se me escapó– dejando de dar clases? ¿No podemos ser los docentes un poco más creativos a la hora de reclamar y no afectar nuestro futuro? ¿No nos damos cuenta de que una persona sin educación es precisamente la que vota a políticos que mandan la educación a último lugar y pagan mal a los maestros? ¿No nos damos cuenta de que precisamente tenemos la dirigencia que tenemos –no solo la política– por tener un país sin educación? E incluso, creo que si fuéramos más creativos habría más repercusión mediática, que es precisamente la que pone nerviosos a los políticos a los que se les reclama.
¿Qué sucedería si todos los maestros de Salta comenzaran a dar clases con guardapolvo negro? ¿No tendría repercusión mediática, creo que en todo el mundo, que los maestros salteños voluntariamente dieran clases los sábados para mejorar la educación, lo que a su vez le traería más gasto al Estado salteño en luz, tiza, papel, etcétera? ¿Qué sucedería si dan clases y hacen que cada día sus alumnos escriban una carta al gobernador, y una vez por semana hacen llegar a través de los sindicalistas todas esas cartas (si no saco mal las cuentas serían como un millón y medio), lo que bloquearía la entrada de la gobernación? ¿No tendrían estas medidas más efectos mediáticos pero sin afectar a nuestros chicos, que siempre son los únicos perjudicados?
En síntesis, el reclamo docente mediante la huelga es como escupir hacia el cielo. No podemos seguir produciendo generaciones de ignorantes que van a ser los que nos gobiernen en el futuro. Busquemos métodos más creativos y eficientes que no nos afecten a nosotros mismos. © www.economiaparatodos.com.ar
Federico Johansen es docente, director general del Colegio Los Robles Pilar y profesor de Política Educativa en la Escuela de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la UCA (Universidad Católica Argentina). |