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lunes 19 de mayo de 2014

El Banco Central devaluó el peso el 0,61% en la semana

El Banco Central devaluó el peso el 0,61% en la semana

El tema que concitó la mayor atención fue el muy comentado enfrentamiento entre Axel Kicillof y el titular del BCRA, Juan Carlos Fábrega, por no consensuar medidas apropiadas para enfrentar el proceso inflacionario

Panorama argentino

Según una nota periodística originada en Brasil, en su último viaje a Brasilia, a fines de abril, el ministro de economía Axel Kicillof “prometió” a sus colegas brasileños Guido Mantega y Mauro Borges que la Argentina destrabaría los pagos en dólares de bienes importados desde ese país. Esto, si se hiciera realidad, podría significar una disminución de las tensiones que se habían creado desde fin de año pasado entre ambos países con motivo del “cepo cambiario” impuesto por el Gobierno argentino, a lo que se agregaron fuertes trabas al comercio. Este y otros serán temas que se discutirán en el próximo encuentro previsto para el 27 y 28 de mayo. Mientras, el jueves se publicó una resolución del titular de Economía que establece excepciones a los plazos para ingresar los fondos al país por parte de algunas bodegas y empresas del sector agrícola exportadoras. La resolución 160/2014, publicada en el boletín oficial, fija plazos diferenciales según la empresa de la que se trate. Por ejemplo, mientras las empresas del sector agroexportador tienen un límite de 30 días para entrar los dólares por el MULC, en algunos casos ese plazo se duplicó. Pero el tema que concitó la mayor atención fue el muy comentado enfrentamiento entre Axel Kicillof y el titular del BCRA, Juan Carlos Fábrega, por no consensuar medidas apropiadas para enfrentar el proceso inflacionario, especialmente las referidas a las tasas de interés y al atraso del tipo de cambio. Ahora, parecería ser que los recientes movimientos del valor del dinero y de la paridad peso/dólar responderían a decisiones de Fábrega. Al respecto, cabe señalar lo ocurrido en la semana pasada, con un ajuste al alza del valor del dólar mayorista hasta $ 8,0540, un 0,6%, sin cambios al cierre del viernes con respecto al día anterior, y una subida de las tasas del “call money” hasta el 32,25% el miércoles, para terminar la semana alrededor del 30%. Al respecto, el BCRA actuó el viernes en el mercado para, precisamente, demostrar que los recientes movimientos al alza de ambas variables, promovidos por el ente monetario, no deberían ser solamente en un mismo sentido. Este, seguramente, fue un mensaje para los grandes exportadores que parecían estar vendiendo menos dólares en el mercado esperando un precio más alto, tras haber marcado un récord de liquidaciones por promedio diario de USD 188 millones la semana anterior. Es necesario destacar que la subida del valor del dólar mayorista durante la semana pasada hasta un máximo de $ 8,0700 en el MULC, resultó del libre juego de la oferta y la demanda, dado que el BCRA así lo permitió con sus escasas intervenciones, hasta que en la última jornada decidió frenar la escalada que habría sido, según estimó, un tanto exagerada. Queda ahora, nuevamente, la incertidumbre sobre el futuro de la política cambiaria, que nunca ha sido anunciada ni explicitada según la realidad. El volumen operado entre las entidades bancarias sigue siendo escaso, habiéndose operado al cabo de la semana unos USD 1.484 millones, con un promedio diario de USD 297 millones, sólo un 3% mayor al del similar período anterior. Por su parte, en el mismo período el BCRA habría podido sumar a sus reservas unos USD 185 millones, mostrando las cifras provisionales que al cierre del viernes sumarían unos USD 28.384 millones, unos USD 48 millones más que al cierre del viernes 9 y USD 164 millones en lo que va del mes. En el mercado de futuros de New York el peso/dólar a un año cotizaba al cierre del viernes a $ 11,1090 (38%)

Panorama internacional

El Banco Central Europeo está preparando una serie de medidas, incluida una tasa de interés negativa para los depósitos bancarios, a los efectos de poner fin a la baja inflación en la eurozona, dijo el miércoles pasado Peter Praet, miembro del consejo ejecutivo del BCE, confirmando diversas versiones que ya circulaban al respecto. Ningún banco central tan grande como el BCE todavía ha experimentado con tasas de interés negativas para los depósitos –la actual es de cero– lo que podría perjudicar a los bancos que habitualmente depositan sus fondos en el BCE. Si la apuesta se cumpliera seguramente el euro perdería valor frente al resto de las monedas, aunque Praet no comparte esta tesitura, sí dijo que no espera que el BCE lance un programa de compra de activos a gran escala al estilo del de la Fed estadounidense. «Creo que esto sólo se producirá cuando la economía y la inflación de la eurozona en su conjunto estén mucho peor de lo esperado», dijo. Hasta ahora el BCE ha tomado medidas para evitar que la inflación siga en los actuales niveles peligrosamente bajos. En abril pasado aquélla fue del 0,7%, muy lejos del objetivo de casi el 2% a mediano plazo, lo que intensifica las presiones para que se decida implementar medidas de estímulo adicionales. El jueves se supo que la economía de la eurozona se expandió a un ritmo sorprendentemente flojo en el primer trimestre, a pesar de la sólida recuperación de Alemania, debido a que otros países importantes de la región se estancaron o se contrajeron. Mientras, del otro lado del Atlántico, los analistas creen que los próximos movimientos de la inflación en los Estados Unidos serían leves, pero de todos modos pueden estremecer a los mercados financieros. Los principales indicadores de inflación, el Índice de Precios al Consumidor y el de precios de gastos de consumo personal, rondan sus niveles más bajos de la historia para los periodos en que la economía no está en recesión. Ambos indicadores están listos para volver a subir. Los precios mayoristas y los precios de las importaciones muestran signos de un repunte, lo que sugiere que empiezan a surgir presiones inflacionarias y que algunas categorías de productos cuyos precios bajaron brevemente en los últimos 12 meses, como los medicamentos con receta, las comisiones financieras y la ropa, han vuelto a subir. Habitualmente, un movimiento de un par de décimas de un punto porcentual en los indicadores de inflación no es motivo de preocupación para nadie. Ahora, sin embargo, hay mucho en juego, puesto que la Reserva Federal utiliza la inflación, que está muy por debajo de su meta de 2%, para justificar su política de mantener las tasas de interés de corto plazo en casi cero. La Fed prevé que la inflación pase de cerca de 1% a 1,5% para fin de año. Si el aumento ocurre antes o es mayor al proyectado, se evaluará la posibilidad de subir antes las tasas de interés. El euro operó en la semana entre 1,3650 y 1,3770 dólares y al cierre del viernes en New York cotizaba a USD 1,3750.

Fuente: http://www.abcmercadodecambios.com/