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lunes 24 de marzo de 2014

El BCRA demora aun más los pagos de importaciones

El BCRA demora aun más los pagos de importaciones

Cada día que pasa se agrava más la situación de unas 7.000 empresas importadoras que son afectadas, desde hace tiempo, por el denominado “cepo cambiario” Panorama argentino

Cada día que pasa se agrava más la situación de unas 7.000 empresas importadoras que son afectadas, desde hace tiempo, por el denominado “cepo cambiario” que impuso el ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y que ahora se ha ampliado con nuevos y rigurosos controles por parte del Gobierno. Al respecto, la Cámara de Importadores de la República Argentina ha hecho público el malestar que cunde en la industria, que debe soportar “enormes problemas” para que los organismos competentes les aprueben la Declaración Jurada Anticipada de Importación (DJAI) para que se les permita el ingreso de insumos del exterior. Es sabido, además, que en estos momentos en la Aduana hay innumerables productos cuyo retiro no es autorizado y que suman un valor de varios millones de dólares, situación que ocasiona serios problemas y cuantiosas pérdidas a las empresas, con probabilidad de despidos y cierres de fuentes de trabajo. Y en el MULC argentino este tema tiene permanente actualidad, desde que el BCRA comenzó a frenar los pagos al exterior para evitar que las reservas sigan cayendo. Todos los días los bancos deben esperar, pacientemente, la decisión del ente monetario relacionada con las autorizaciones que aprobará para cada jornada, las que deberán ser cubiertas siempre y al mismo tiempo con ingresos de fondos provenientes de las exportaciones de granos y productos oleaginosos. Lo curioso del caso, y que da lugar a muchas especulaciones, es que en las últimas jornadas fue notorio que el BCRA fue disminuyendo la cantidad de autorizaciones diarias para poder quedarse así con un “sobrante” de divisas que compró para sumar a sus reservas. Sin embargo, esa acción, llevada a cabo en forma agresiva y autoritaria, no sirvió para aumentarlas, tal como ocurrió con los USD 170 millones que pudo adicionar la semana pasada, sino que agravó la situación de muchos importadores que necesitan, imperiosamente, insumos y repuestos diversos para la fabricación de sus productos. Y tampoco servirá con ese mismo propósito la Comunicación “A” 5563, emitida recientemente por el BCRA, por la que estableció que las entidades bancarias tendrán como límite el 10% de su responsabilidad patrimonial computable del mes anterior al que corresponda para mantener una posición neta positiva de moneda extranjera comprada a futuro, incluyendo ahora en dicha limitación también a las que correspondan a sus entidades asociadas. Y, casualmente, el miércoles pasado la agencia calificadora de riesgo Moody’s redujo la calificación de la nota de la deuda argentina, debido «a la caída de las reservas y a la inconsistente política económica«, conociéndose también el dato sobre la actividad fabril en la Argentina, que cayó un 0,6% en febrero, por quinto mes consecutivo. También trascendió, que la Fed dispuso dificultar la apertura de cuentas corrientes de argentinos en bancos en los Estados Unidos. El BCRA devaluó nuestro peso un 0,9% la semana pasada, al fijar el Banco Nación el viernes su cierre vendedor de transferencia en $ 7,9740, mientras que las reservas mostraron una caída de USD 281 millones al cabo de las cinco últimas jornadas, sumando USD 27.190 millones, según cifra oficial provisoria. Los bancos operaron entre sí un total de USD 881 millones, con un promedio diario de USD 176 millones, un 19% menor al similar período anterior. En el mercado de futuros de New York el peso/dólar se operó a un año de plazo a $ 11,3520.

Panorama internacional

Finalmente, al estrenar su cargo de máxima autoridad al frente de la Fed, Janet Yellen se ajustó al guión previsto. El banco central más importante del mundo, en su reunión de política monetaria realizada el martes y miércoles pasados, decidió continuar con su retirada de estímulos al recortar su programa de compra de deuda en otros USD 10.000 millones, por tercera vez consecutiva, hasta USD 55.000 millones. Desde que en diciembre comenzara su “tapering”, la Fed ha ajustado su programa en USD 30.000 millones y, de ese modo, tras esta reunión, las compras de la institución se dividirán en USD 25.000 millones de dólares en títulos hipotecarios y otros USD 30.000 millones en bonos del Tesoro. Además, la Fed dijo explícitamente por primera vez que probablemente mantendrá las tasas de interés a corto plazo por debajo de lo normal, incluso aunque la inflación y el desempleo vuelvan a sus tendencias de largo plazo. Yellen también insinuó que el aumento de las tasas de interés podría empezar unos seis meses después de que finalice el programa de compra de bonos en el tercer trimestre de este año. Aunque hizo esa proyección con varias salvedades, algunos lo interpretaron como una señal de que la Fed podría empezar a elevar las tasas de interés antes de lo esperado. Mientras, la Unión Europea alcanzó el jueves pasado un acuerdo sobre la última parte de la unión bancaria, cerrando así el capítulo de un proyecto esencial que pretende evitar que futuras crisis hagan quebrar países. El acuerdo puso fin a meses de duras negociaciones entre los líderes europeos y los gobiernos nacionales y dispone la creación de una autoridad única capaz de ordenar el cierre de una entidad financiera de un día para otro, un procedimiento para que ese proceso sea ordenado, y un fondo común de 55.000 millones de euros creado por los propios bancos para hacerse cargo de la operación para que no tenga que intervenir en ningún caso el dinero público. Con respecto a la crisis de Crimea, que ha provocado sanciones económicas a Rusia por parte de los Estados Unidos y la Unión Europea, ahora preocupa que sus efectos puedan pasar factura, sobre todo, a Europa Central y del Este. El euro mantuvo su fuerte baja durante la semana pasada, habiendo perdido en ese lapso frente al dólar un 1,3% y, según algunos analistas, aumenta la posibilidad de un descenso del par hacia 1,25 a fines de año. Al cierre del viernes en New York la moneda única cotizaba a 1,3779 dólares por unidad.

Fuente: http://www.abcmercadodecambios.com/