El BCRA incauta dólares atesorados por los bancos
Una vez más el BCRA actuó con su ya clásico voluntarismo, y de manera autoritaria y desaprensiva
Panorama argentino
Una vez más, el martes 4 de Febrero de 2014, a última hora de la tarde, el BCRA actuó con su ya clásico voluntarismo, y de manera autoritaria y desaprensiva, al publicar la Comunicación “A” 5536, que cambió las reglas del juego vigentes al reponer una controvertida norma (“A” 4350) que fuera derogada en 2005. La normativa reflotada obliga a los bancos, en un plazo perentorio, a cederle al ente monetario un importante monto de divisas que mantienen atesoradas. Ahora, de acuerdo con lo dispuesto, las entidades financieras no podrán tener una posición comprada en divisas que sea mayor al 30% de su responsabilidad patrimonial computable (RCP) y la de contratos a futuro podrá llegar hasta un máximo de sólo el 10% de aquélla. La norma establece un cronograma de aquí a mayo para que las entidades se ajusten a los nuevos niveles, debiéndoselo cumplimentar a razón de un 25% por mes. El mercado estima que el valor de los activos comprometidos con esta operatoria podrían sumar entre USD 2.000 y USD 3.000 millones. Así, la semana pasada resultó pródiga en hechos y anuncios. La ministra de Industria, Débora Giorgi, y el secretario de Comercio, Augusto Costa, se reunieron con los número uno de las automotrices y les pidieron que financien sus importaciones con préstamos del exterior. En otra reunión, de la que participaron el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Planificación, Julio de Vido, el Gobierno pidió a los directivos de Glencore Xtrata, Goldcorp, Yamana Gold, Barrick, Pan American Silver y Loma Negra que lograran que sus casas matrices sean las que paguen las importaciones y que apuren lo más posible el ingreso de las divisas de sus exportaciones. Por su parte, Jorge Capitanich informó que están investigando de manera “exhaustiva” operaciones de comercio exterior por un monto de USD 6.824 millones, que tanto exportadores como importadores no habrían concretado la entrega ni recibido los productos involucrados en las transacciones. Sin embargo, también ocurrieron hechos positivos. Por un lado, el Gobierno finalmente recurrió a medidas ortodoxas para enfrentar la crisis, decidiendo fuertes, pero no las realmente necesarias, subas de las tasas de interés y de la devaluación de nuestro peso hasta un máximo de $ 8,50, para luego estabilizarlo alrededor de $ 8 que, según lo afirmó Capitanich, será el tipo de cambio que se mantendrá de aquí en más. Asimismo, el miércoles pasado el Club de París informó que estaba dispuesto a negociar con la Argentina, buscando ahora el Gobierno un acuerdo entre partes para el 25 de marzo, pero intenta que el club flexibilice sus reclamos. Finalmente, las grandes empresas exportadoras de cereales y de productos oleaginosos y el gobierno acordaron el jueves pasado que durante febrero el sector podría liquidar unos 2.000 millones de dólares. Mientras, el MULC argentino sigue operando muy limitado por el “cepo cambiario”, aunque la semana pasada vivió una experiencia muy especial. Como respuesta a las nuevas reglas del juego impuestas por el BCRA el tipo de cambio del peso/dólar tuvo un recorrido bajista, mostrando un retroceso en la semana del 2,2%, al cerrar el viernes el Banco Nación su tipo vendedor de transferencia en 7,8400. También su volatilidad tuvo una notable aceleración, habiendo llegado a una variación del 2,7%, con un mínimo operado de $ 7,8700 y un máximo en $ 8,0500. Pero la novedad fue la rápida respuesta de las entidades a la nueva normativa que ajustó los límites de sus posiciones en monedas extranjeras, habiéndosele cedido al ente monetario, en las tres últimas jornadas, un total de USD 1.102 millones a través del sistema electrónico MEP. Fuera de ese contexto, las operaciones realizadas en el mercado, relacionadas con el comercio exterior, sólo sumaron al cabo de las cinco jornadas USD 621 millones, con un bajísimo promedio diario de USD 124 millones. El BCRA tuvo que intervenir para evitar que el valor del dólar siguiera cayendo, cuando los grandes exportadores reaparecieron en el mercado, habiendo tenido que comprar unos USD 130 millones. Pero lo más importante ocurrió con los futuros, como consecuencia de las ventas realizadas por los bancos para adecuar sus posiciones a las nuevas normas, que provocaron fuertes bajas en los precios de los plazos cortos. Esta situación inesperada hizo reaccionar al mercado ante una excelente oportunidad para volver a los swaps cambiarios que, de repente, brindaron la posibilidad de fuertes ganancias invirtiendo los pesos así originados a las nuevas tasas de más del 30% con un seguro de cambio de muy bajo costo. Así, las reservas del BCRA pudieron crecer unos USD 73 millones hasta USD 27.821 millones, según cifra oficial no ajustada. No obstante, en lo que va de 2014 muestran una caída de USD 2.851 millones. En el mercado de futuros de New York el dólar/peso a un año cotizaba a $ 11,6850 (49%)
Panorama internacional
En medio de fuertes expectativas el BCE realizó el jueves pasado su reunión de política monetaria, anunciándose a su término que la tasa de interés de referencia permanecería sin cambios, en el 0,25% anual. Su presidente, Mario Draghi, reiteró durante la posterior conferencia de prensa que los tipos de interés permanecerán bajos durante bastante tiempo, pero se abstuvo de anunciar ninguna medida extraordinaria. Draghi dijo que el debate del consejo de gobierno del BCE se centró en la necesidad de lograr más información y de que haya más datos sobre perspectivas de inflación y crecimiento accesibles el próximo mes. Hizo hincapié en que el ente monetario sigue dispuesto a actuar con todos los instrumentos a su disposición en caso de considerarlo necesario. También reiteró que las expectativas de inflación a medio y largo plazo siguen «firmemente ancladas» y que «tanto los riesgos alcistas como los bajistas para la perspectiva de la evolución de los precios siguen siendo limitados y están equilibrados en términos generales a mediano plazo». Mientras, la economía de los Estados Unidos se expandió a un ritmo saludable en los últimos tres meses de 2013, impulsada por una potente combinación que incluye un fortalecimiento de las exportaciones, el consumo y la inversión empresarial. El Producto Interno Bruto creció un 3,2% en el cuarto trimestre, pero a pesar de que esta cifra es inferior a la expansión de 4,1% correspondiente al tercer trimestre, sirvió para que el país registrara su crecimiento más dinámico en un segundo semestre desde 2003, cuando la economía estaba en pleno auge. Además, la mayoría de los economistas estima que se está fortaleciendo y la propia Fed ha resaltado recientemente que la economía exhibe «una creciente fortaleza subyacente«. La confianza de los consumidores sigue en alza mientras que las fábricas están más ocupadas en su empeño por satisfacer un aumento en la demanda. También el empleo mejora, como lo mostró el dato de enero, con la creación de más puestos de trabajo y una baja de la tasa de desempleo al 6,6%. Así, el dólar/euro cotizó en la semana pasada dentro de un rango entre 1,34 y 1,36 dólares, esperando los analistas que los próximos soportes estén en 1,3537, 1,3503 y 1,3469 y las resistencias en 1,3675, 1,3709 y 1,3743. Al cierre del viernes en New York la moneda única cotizaba a USD 1,3639.
Fuente: http://www.abcmercadodecambios.com/