El clima, como principal sostén de las cotizaciones
Nos encontramos finalizando una semana corta en Chicago, que estuvo marcada por la volatilidad típica que nos ofrece el mercado climático norteamericano para esta altura del ciclo productivo, principalmente en soja.
Nos encontramos finalizando una semana corta en Chicago, que estuvo marcada por la volatilidad típica que nos ofrece el mercado climático norteamericano para esta altura del ciclo productivo, principalmente en soja. Esta volatilidad responde a que el mercado, se encuentra ambivalente, debatiéndose, si continua confiando en la firmeza que le aportan a las cotizaciones, los fundamentos (Oferta y Demanda) – vía deterioro de los cultivos – o bien, si decide aferrarse al los argumentos técnicos, que muestran que hemos llegado a niveles de precios, que evidencian dificultades para ser perforados al alza, y que a raíz de esto, disparan “toma de ganancias” que imprimen cierta debilidad a las cotizaciones.
Seguimos también, monitoreando el minuto a minuto de las actualizaciones de pronósticos climáticos para Estado Unidos. Los mismos, con niveles mínimos de precipitaciones mediante, continúan marcando por delante, un periodo de altas temperaturas, que actúan como una amenaza constante a la definición de rendimientos de soja, y por lo tanto, sostienen los precios. En este sentido, el pasado martes USDA publicó su reporte semanal sobre el estado de los cultivos, donde redujo la calidad de la soja, que bajan del 58% al 54% de bueno a excelente. En el caso del maíz, el deterioro de dicha categoría fue del 3%, bajando de 59% a 56%, aunque recordemos que en este último caso, prácticamente ya no tiene impacto en las cotizaciones, toda vez que el mercado asume que la producción se encuentra prácticamente definida a la espera de ser recolectada, y esta cercanía del momento de trilla, debilita las cotizaciones del forrajero.
Ya comenzamos a palpitar el informe de oferta y demanda que publicara el USDA el próximo jueves 12. Si bien las expectativas están puestas en que se produzca un recorte de producción de soja, con respecto al informe de Agosto, no deberíamos esperar que el mismo, tenga un alto impacto en los precios. Supongamos una merma en el rendimiento del orden de 100 kg/ha, que nos conduzca a un rendimiento de 2.760 kg/ha (pensemos que el año pasado, luego de soportar la feroz sequia, termino informando 2.640 kg/ha), lo cual implicaría un recorte de producción de aproximadamente 3 MM toneladas. En este escenario, probablemente el USDA – tal como nos tiene acostumbrados – revise a la baja alguna variable de consumo, que haga que el impacto en las existencias finales, sea parcial, entre 1 y 2 MM toneladas. Entendemos que un informe como el descripto, es algo que el mercado ya tiene incorporado en las cotizaciones vigentes, y es por eso que no vislumbramos que tenga un alto impacto. Ahora bien, tampoco estamos exentos de recibir sorpresas, recordemos que la superficie sembrada, será un a incógnita que nos mantendrá expectante en todos los informes. Son muchos los comentarios de los productores norteamericanos, que indican que ven una superficie abandonada, que en todos los ciclos previos han visto con sembradas con maíz o soja, con lo cual, los interrogantes pasan por determinar si esto ha sido contemplado por USDA o si ha sido subestimado.
En este sentido, y a medida que nos aproximamos al momento de cosecha, comienzan a circular proyecciones de organismos privados sobre estimaciones de producción en USA. La reconocida consultora FC Stone estimó la producción de soja en 85,6 MM toneladas vs 90,06 MM toneladas previamente estimadas y vs 88,59 MM toneladas estimado por el USDA. Lanwoth, por su lado, arrojo estimaciones un poco más pesimistas, 84,7 MM toneladas vs su dato previo de 85.46 MM toneladas para soja, y 338 MM toneladas vs 340 MM toneladas de su ultima estimación, en el caso del maíz.
En el transcurso de la semana, también circularon algunos rumores de que china liberaría parte de sus stocks internos de soja, con el propósito de disminuir temporalmente las compras sobre USA, aguardando a que ingrese la nueva cosecha. De concretarse esto, naturalmente debilitaría las cotizaciones, y sería otra jugada comercial que el gigante asiático, ya nos ha mostrado en anteriores oportunidades.
Por delante nos espera una semana, que promete alta volatilidad, fundada en la constante amenaza climática norteamericana, y en el posicionamiento de los traders de cara el próximo informe del USDA. Lo que nos queda, es tomar decisiones responsables, y generar algo de cobertura sobre soja nueva, en valores próximos a los 300 U$S/ton.
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