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jueves 12 de agosto de 2004

El costo de la soberbia

Las políticas “progresistas” -hoy tan de moda y aplaudidas por algunos sectores de la sociedad-, son las que nos condenaron a seguir estancados en la miseria y sin posibilidad de subirnos al tren del crecimiento. Mientras, otros países antiguamente más atrasados, no sólo nos pasaron raudos sino que ahora nos llevan gran ventaja.

Si los dirigentes políticos que suelen argumentar que las causas de todos nuestros males nacen en la década del ’90 se tomaran el trabajo de mirar algunos datos sobre la evolución de nuestro país en los últimos 30 años, podrían advertir que las políticas que hoy llevan a cabo, que son muy parecidas a las de las últimas 3 décadas, no terminarán en otra cosa que en una nueva caída en el nivel de vida de la población, lo que profundizará nuestro retroceso respecto a otros países.

En el siguiente cuadro puede verse que, por ejemplo, en la década del ’70, la Argentina tenía un ingreso per cápita 3,5 veces mayor al de Taiwán. El desprecio con que los políticos populistas trataban los productos que venían de ese país (recordar la famosa frase despreciativa de “los paragüitas de Taiwán”) debería hoy ser motivo de reflexión a tanta ignorancia. ¿Por qué? Porque hoy Taiwán tiene un ingreso per cápita 4 veces mayor al nuestro. Claro, para esos dirigentes políticos nosotros estamos para cosas más importantes que hacer paragüitas. Así que mientras nosotros nos dedicamos a las cosas importantes, nos quedamos con el ingreso estancado y ellos crecen.

INGRESO PER CAPITA ANUAL EN DLS. CORRIENTES
ARGENTINA VS. PAISES SELECCIONADOS


Fuente: Elaboración propia en base a datos del FMI.

(Clickear en la imagen para agrandar el gráfico)

También recuerdo el desprecio con que esos mismos políticos que hoy defienden una economía cerrada, hablaban de Corea del Sur. Un país que se quedó con la peor parte del territorio. En la década del ’70, la Argentina tenía un ingreso per cápita que era casi 5 veces mayor al de Corea. Hoy, Corea tiene un ingreso per cápita que es 3 veces mayor al nuestro. De nuevo, mientras los coreanos fabricaban porquerías y en base a “mano de obra esclava”, nosotros estábamos para cosas más importantes y con una legislación laboral con sentido social y de avanzada. Lástima que esa legislación laboral de avanzada y con sentido social no se tradujera en la misma tasa de crecimiento del ingreso per cápita que la de Corea.

También recuerdo con el desprecio que se miraba a Hong Kong. Una isla supuestamente condenada a la miseria, donde la gente vivía en barcos y en condiciones infrahumanas. Los juguetes de Hong Kong eran porquerías que no los iban a conducir a otra cosa que a la miseria eterna. Por eso, en los ’70, nosotros teníamos un ingreso per cápita 3,5 veces mayor que el de ellos. Lástima que hoy ellos tienen un ingreso per cápita 8 veces mayor al de la Argentina. Eso sí, nosotros somos cultos, no producimos juguetitos y nuestra legislación laboral cuida de nuestros trabajadores. A propósito, hace más de 20 años que Hong Kong tiene convertibilidad.

Ni hablar de España, cuyos habitantes tenían que venir a la Argentina en busca de un país mejor. Claro, en los ’70 teníamos un ingreso per cápita 1,24 veces mayor a de los españoles. Hoy, ellos tienen un ingreso per cápita 6 veces mayor al nuestro.

¡Y los irlandeses que estaban sumergidos en la pobreza y emigraban constantemente! Nosotros también los superábamos en ingreso per cápita gracias a que nos dedicábamos a producir cosas importantes. Los superábamos en un 20% en su ingreso. Ellos siguieron “paveando” y por eso hoy tienen un ingreso per cápita casi 12 veces mayor al nuestro.

Los ejemplos podrían seguir, pero no hace falta. Estos simples datos muestran que la soberbia de buena parte de nuestra dirigencia política hizo de la Argentina un país en permanente decadencia. Estupideces como proteccionismo, altos impuestos, políticas sociales progresistas y legislación laboral de avanzada nos han conducido no ya a la miseria, sino a la indignidad.

Si países que hace 30 años tenían un ingreso per cápita de solamente 732 dólares anuales han logrado salir de la miseria, no hay ninguna razón por la cual nosotros no podamos quitarnos de encima esta indigna forma de vivir que nos han impuesto algunos políticos de cuarta, sin formación y cuyo único mérito para alcanzar el poder consiste en ser vagos de profesión, mantenidos con los impuestos de la sociedad, que les permite vivir haciendo roscas políticas para llegar a los cargos públicos.

Existen muchos ejemplos más para demostrar que los países pobres no están condenados de antemano a seguir siendo pobres eternamente. Eso sí, no hace falta inventar la pólvora para salir de la decadencia. Todos esos países se integraron al mundo, fueron previsibles en sus reglas de juego, respetaron los derechos de propiedad, dejaron de lado el populismo demagógico de una supuesta legislación laboral con sentido social y le dieron al sector privado la libertad para que la gente desarrollara su capacidad de innovación.

Treinta años atrás los incapaces miraban a los países del sudeste asiático y decían que producían barato gracias al dumping social que les permitía tener mano de obra barata que alimentaban con una taza de arroz. Hoy, los del sudeste asiático nos miran y piensan si la Argentina no estará haciendo dumping social por lo barato de su mano de obra que es alimentada “chupando” los huesos del asado de tira.

La soberbia de una parte importante de nuestra dirigencia política, con sus delirios de autoabastecimiento y populismo, nos ha llevado a condiciones de vida que eran impensables para el pueblo argentino.

¿No habrá llegado la hora de que en nuestra patria prime la sensatez y nos limitemos a imitar lo que hacen los países que han progresado? © www.economiaparatodos.com.ar




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